El documento discute los efectos negativos de la "televisión basura" en los valores, conductas y pensamientos de las personas, especialmente de los niños y jóvenes. Argumenta que muchos programas de televisión promueven la violencia, la discriminación, el sexismo y otros contenidos dañinos que pueden estimular sentimientos agresivos. Además, la publicidad televisiva a menudo instala valores superficiales e inadecuados en el público infantil. Se necesita mantener una actitud crítica ante estos contenidos para evitar su influencia perjudicial