El documento describe el crecimiento de la población y la expansión urbana de Bucaramanga en los últimos 25 años. También analiza los impactos ambientales negativos de este crecimiento, como la contaminación del aire, y los esfuerzos de la alcaldía para crear más parques y zonas verdes que ayuden a contrarrestar estos efectos y conservar el medio ambiente a largo plazo. Expertos ambientales argumentan que se deben tomar medidas adicionales como reforestar más y proteger estrictamente las áreas silvestres.