El documento describe los cambios que un docente debe incorporar a su labor para adaptarse a los requerimientos del siglo XXI. Estos incluyen: (1) dejar de pensar que ya lo sabe todo y estar abierto al aprendizaje continuo, (2) facilitar el aprendizaje de los estudiantes usando estrategias activas e intercalando paradigmas pedagógicos, y (3) usar medios informáticos como herramientas para la comunicación e información.