El documento expresa su rechazo a la sentencia que absuelve a 8 indígenas pero condena a 2 a 4 años de prisión por un levantamiento indígena en 2015. Critica que la función judicial se ha convertido en un poderoso tentáculo de represión del régimen contra cualquier disenso. El propósito de la sentencia es seguir silenciando a los indígenas y movimientos sociales para futuras protestas, pero esto no los callará sino que ratifica su derecho a la resistencia ante las violaciones a los derechos humanos.