La corrupción se debe a debilidades institucionales, estándares morales bajos e incentivos sesgados. Tiene causas internas como falta de valores, educación y conciencia social, y causas externas como impunidad, modelos sociales deficientes y salarios bajos. Esto socava la democracia y el buen gobierno. También perjudica el desarrollo económico aumentando costos para empresas y generando ineficiencias.