La Biblia describe la crisis de Israel en el tiempo de los jueces como un ciclo recurrente de: 1) apostasía de Israel; 2) opresión por parte de naciones vecinas; 3) clamor de Israel pidiendo ayuda a Dios; 4) intervención divina mediante jueces como Débora y Gedeón. Aunque débiles, estos jueces dependían de Dios, quien usaba tormentas u otros medios para liberar a su pueblo.