El documento describe la evolución de la pintura del Renacimiento italiano en el siglo XVI. Comienza con un estilo clasicista y la búsqueda de la belleza ideal, luego los escenarios se vuelven más monumentales y se prescinde de lo accesorio. Más adelante, hay mayor movimiento y fuerza expresiva con el surgimiento del manierismo. Luego analiza las obras de Miguel Ángel, Leonardo da Vinci, Rafael, Giorgione y Tiziano, destacando sus características técnicas y temáticas.