Este cuadro de Botticelli representa el mito de Venus emergiendo del mar sobre una concha, empujada por los vientos Céfiro y Cloris. La diosa desnuda es recibida en la orilla por la Primavera, que la cubre con un manto floral. El cuadro utiliza símbolos mitológicos e interpretaciones neoplatónicas para representar la belleza y la fuerza del amor en la naturaleza. Botticelli pintó esta obra revolucionaria en el estilo del Renacimiento italiano.