2. El término cerebral se refiere a las dos mitades o hemisferios del cerebro, en este caso al área
motora de la capa externa del cerebro (llamada corteza cerebral), la parte del cerebro que dirige
el movimiento muscular; parálisis se refiere a la pérdida o deterioro de la función motora.
La parálisis cerebral suele ser consecuencia de un daño cerebral que ocurre antes o durante
del nacimiento del bebé o en los primeros 3 a 5 años de la vida del niño.
El daño cerebral que genera la parálisis cerebral también puede generar otros problemas de
salud, como problemas visuales, aditivos y del habla, así como problemas de aprendizaje.
La parálisis cerebral no se puede curar, pero el tratamiento, el uso de equipos especiales y, en
algunos casos, la cirugía, pueden ayudar a mejorar la calidad de vida de los niños afectados
por este trastorno.
La parálisis cerebral afecta a la coordinación y al control muscular, de modo que hasta los
movimientos más sencillos, como estar de pie, plantean dificultades. Otras funciones vitales
que también implican la participación de la motricidad, como respirar, el control intestinal y
vesical (o urinario), la alimentación y el aprendizaje también pueden verse afectadas por la
parálisis cerebral. Esta afección no empeora con el paso del tiempo.
La parálisis cerebral es un trastorno que afecta al tono muscular, el movimiento y las habilidades
motoras (la facultad de moverse de forma voluntaria y coordinada).
3. Se desconoce el origen exacto de la mayoría de los casos de
parálisis cerebral, pero muchos de ellos son consecuencia de
problemas que ocurren durante el embarazo, en los cuales el
cerebro se daña o no se desarrolla con normalidad. Estos
problemas pueden deberse a infecciones, incompatibilidad
sanguínea, problemas de salud de la madre como madres con
problemas tiroideos o que tienen convulsiones o retraso mental,
a un trastorno genético o cualquier otra cosa que interfiera en el
desarrollo normal del cerebro. Los problemas que ocurren durante
el parto y el nacimiento también pueden ocasionar parálisis
cerebral en algunos casos, aunque solo se trata de casos
excepcionales.
CAUSAS
4. CLASIFICACIÓN
Existen tres tipos de parálisis cerebral
Parálisis cerebral
espástica
Que cursa con rigidez
y dificultades de
movilidad.
Parálisis Cerebral
atetoide
(también llamada
discinética), que cursa con
movimientos involuntarios
y descontrolados.
Parálisis cerebral
atáxica,
que cursa con
alteraciones en el
sentido del equilibrio y
en la percepción de la
profundidad.
5. Los bebés prematuros, sobre todo aquellos que pesan
menos de 1.510 g (o menos de 3,3 libras) tienen un riesgo
más elevado de padecer parálisis cerebral que los bebés a
término; ocurre lo mismo en otros bebés de bajo peso natal y
en los que nacen en partos múltiples, como los mellizos y los
trillizos.
El hecho de sufrir lesiones cerebrales durante la lactancia o
la primera infancia también puede evolucionar a una parálisis
cerebral. Un bebé o un niño de menos de tres años puede
sufrir daño cerebral a consecuencia de una intoxicación por
plomo, una meningitis bacteriana o por recibir una
alimentación inadecuada, al ser zarandeado cuando solo era
un bebé (síndrome del bebé sacudido) o por sufrir un
accidente de tráfico sin llevar una sujeción adecuada.
FACTORES DE RIESGO
6. Los signos precoces de parálisis cerebral generalmente
aparecen antes de que el niño alcance los 3 años de edad. A
menudo los padres son los primeros en sospechar que las
habilidades motoras de su bebé no se están desarrollando
normalmente. Los bebés con parálisis cerebral frecuentemente
tienen retraso del desarrollo, en el cual son lentos para
alcanzar los hitos de desarrollo como aprender a darse vuelta,
sentarse, gatear, sonreír o caminar. Algunos bebés con
parálisis cerebral tienen un tono muscular anormal cuando son
bebés. El tono muscular disminuido (hipotonía) puede hacerlos
aparecer relajados, aún hipotónicos. El tono muscular
aumentado (hipertonía) puede hacerlos aparecer tiesos y
rígidos. En algunos casos, un período temprano de hipotonía
evolucionará a hipertonía luego de los primeros 2 a 3 meses de
vida. Los niños con parálisis cerebral también pueden tener
una postura inusual o favorecer un lado del cuerpo cuando se
mueven.
DIAGNÓSTICO
Cuáles son los signos
precoces?
7. • Deficiencias visuales y ceguera
• Pérdidas auditivas
• Aspiración de alimentos (inhalación de alimentos o líquidos hacia el interior de los
pulmones)
• Reflujo gastroesofágico (que puede cursar con regurgitación)
• Dificultades para hablar y comunicarse
CÓMO AFECTA LA PARÁLISIS CEREBRAL AL DESARROLLO
Los niños afectados por una parálisis cerebral presentan grados de discapacidad física muy diferentes.
Algunos presentan escasas dificultades, mientras que otros están gravemente afectados, dependiendo del alcance de su daño
cerebral.
Por ejemplo
La lesión cerebral puede ser muy leve y afectar solo a la parte del cerebro que controla la marcha
O puede ser mucho más extensa y afectar al control muscular de todo el cuerpo.
El daño cerebral también puede
afectar a otras funciones y se
presentan:
9. Retraso mental son habituales en los niños afectados
por las formas más graves de parálisis cerebral.
Muchos de ellos presentan problemas que requieren
tratamiento continuo y el uso de dispositivos, como
aparatos ortopédicos o sillas de ruedas.
Problemas
de
comportamiento.
Convulsiones
10. Ante un embarazo tomar medidas para que este
curse bien y llegue a término reduciendo, así el riesgo
de que se presente una parálisis cerebral.
La embarazada debe:
Llevar una dieta sana, nutritiva y balanceada. No
fumar, ni tomar bebidas alcohólicas ni consumir
substancias psicoactivas. Hacerse los controles
prenatales, para recibir los suplementos necesarios y
poder establecer problemas a tiempo como la
diabetes, la hipertensión, la anemia entre otros.
PREVENCIÓN
Aunque se desconoce el origen de la parálisis cerebral y por tanto no se le puede prevenir
es importante tener en cuenta:
Durante el embarazo
11. En la actualidad, la parálisis cerebral no tiene cura, pero existen numerosos recursos y
tratamiento que permiten ayudar a los niños que la padecen y mejorar su calidad de
vida.
Se debe tener, en lo posible, un equipo de profesionales pues sus problemas son muy
variados
Neurólogo, neumólogo, pediatra, trabajador social, enfermero, psicólogos, educadores
especiales, fisioterapeutas.
Los distintos tipos de tratamiento permiten que los niños afectados por una parálisis
cerebral alcancen su máximo potencial en crecimiento y desarrollo.
En cuanto se diagnostica una parálisis cerebral, el niño puede comenzar el tratamiento
de sus problemas de movimiento, aprendizaje, habla, audición y desarrollo social y
emocional.
Asimismo, se puede utilizar medicación, cirugía o aparatos ortopédicos para ayudar a
mejorar la función muscular. La cirugía ortopédica puede corregir las dislocaciones de la
cadera y la escoliosis (curvatura anómala de la columna vertebral), problemas
frecuentemente asociados a la parálisis cerebral. La espasticidad muscular grave a
veces se puede tratar con medicamentos administrados por vía oral.
TRATAMIENTO
12. Temas funcionales en el trabajo. Es probable que los desafíos
diarios del lugar de trabajo aumenten a medida que un individuo
empleado con parálisis cerebral alcanza la mediana edad.
Algunos individuos serán capaces de continuar trabajando con
adaptaciones como un programa de trabajo ajustado, equipo de
ayuda, o períodos frecuentes de descanso
PRONÓSTICO
Los adultos con parálisis cerebral enfrentan
desafíos de salud especiales
Antes de mediados del siglo veinte, pocos niños
con parálisis cerebral sobrevivían hasta la edad
adulta. Ahora, debido a las mejoras en la
atención medica, la rehabilitación y las
tecnologías asistidas, 65 a 90 por ciento de los
niños con parálisis cerebral vive hasta la edad
adulta. Este aumento de la expectativa de vida a
menudo se acompaña de un aumento en los
problemas médicos y funcionales, algunos de
los cuales relativamente comienzan a una
temprana edad, incluidos los siguientes:
Vejez prematura. La mayoría de los individuos con parálisis
cerebral experimentarán alguna forma de vejez prematura
cuando alcancen los 40 años debido al estrés y la tensión
agregados que la enfermedad pone sobre sus organismos.
13. Las anormalidades musculoesqueléticas que pueden no producir molestias
durante la niñez pueden causar dolor en la edad adulta. Por ejemplo, las
relaciones anormales entre las superficies articulares y la compresión
articular excesiva pueden llevar al desarrollo precoz de osteoartritis dolorosa
y artritis degenerativa
Depresión.
Los temas de salud mental también son una preocupación a medida que
crece alguien con parálisis cerebral. La tasa de depresión es tres a cuatro
veces mayor en las personas con incapacidades como la parálisis cerebral.
Parece estar relacionada no tanto con la gravedad de sus incapacidades
como con lo bien que las enfrentan
Síndrome
post-deterioro.
La mayoría de los adultos con parálisis cerebral experimenta lo que se
llama síndrome post-deterioro, una combinación de dolor, fatiga y debilidad
debida a anormalidades musculares, deformidades óseas, síndromes de
sobreuso (a veces también llamadas lesiones de movimiento repetitivo), y
artritis.
Osteoartritis
y
artritis degenerativa.
14. Los adultos tienen tasas mayores que las normales de otras afecciones médicas secundarias a su parálisis cerebral,
como la hipertensión, incontinencia, disfunción vesical y dificultad para tragar. Es probable que la curvatura de la columna
(escoliosis) evolucione luego de la pubertad, cuando los huesos han madurado a su forma y tamaño final. Tienen una
mayor incidencia de fracturas óseas, que se producen más frecuentemente durante las sesiones de fisioterapia. Una
combinación de respiración por la boca, mala higiene, y anormalidades en el esmalte dental aumenta el riesgo de tener
caries y enfermedad periodontal. Veinticinco a 39 por ciento de los adultos con parálisis cerebral tiene problemas visuales;
ocho a 18 por ciento tiene problemas auditivos.
Dolor.
Los temas relacionados con el dolor a menudo pasan desapercibidos a los proveedores de atención médica ya
que los individuos con parálisis cerebral tal vez no puedan describir el alcance y la ubicación de su dolor. El dolor
puede ser agudo o crónico, y más comúnmente se siente en las caderas, las rodillas, los tobillos, y la espalda
superior e inferior
Otras
afecciones
médicas
15. • No zarandear al bebe, se puede presentar el síndrome
del bebe sacudido produce daño cerebral.
• Asegurarse de asegurarlo bien si viaja en carro.
• No exponerlo a sustancias como el plomo (pinturas).
• Realizar los controles de crecimiento y desarrollo a
tiempo y todos los que sean necesarios allí se verifican
deficiencias en el desarrollo integral del niño.
• Vacunarlo con todo el esquema actualizado y si se
puede aplicarle también aquellas vacunas que no están
en el esquema de vacunación del Estado.
PREVENCIÓN
Después del nacimiento.
Se deben establecer
ciertas pautas que
ayudan en la prevención
de daños cerebrales