La planta requiere elementos básicos como agua, luz y nutrientes del suelo para realizar funciones vitales como la fotosíntesis y el transporte de nutrientes. El suelo debe contener una flora y fauna saludable que permita la disponibilidad de elementos asimilables para las plantas. Factores como la tasa de crecimiento, composición de nuevos tejidos, disponibilidad de agua y densidad de siembra afectan la absorción de nutrientes por parte de la planta a lo largo de su desarrollo.