El documento discute cómo la educación del futuro podría cambiar debido a los avances tecnológicos, incluyendo nuevos recursos, lenguajes y formas de comunicación, así como un enfoque más enfocado en la administración de información que en el conocimiento, lo que requeriría el desarrollo de habilidades más prácticas. Algunas personas y sociedades se resistirán a estos cambios mientras que otros ya los han adoptado como parte de su contexto.