Ben Carson tuvo una infancia difícil, creciendo en la pobreza y siendo objeto de burlas por su raza. Su madre lo alentó a leer y estudiar, lo que mejoró sus calificaciones. Más tarde, consiguió una beca en la Universidad de Yale, donde conoció a su futura esposa. Casi pierde su beca al reprobar un examen de química, pero logró pasarlo mediante mucho estudio. Finalmente se convirtió en neurocirujano, realizando una cirugía arriesgada como residente para salvar una