El documento analiza cómo los Acuerdos de La Habana buscan lograr una apertura democrática en Colombia al reconocer a las FARC-EP como un partido político y no como un enemigo absoluto. Esto permitiría superar la exclusión política que ha caracterizado históricamente al país y que ha sido una de las causas del conflicto armado. Los acuerdos representan una oportunidad para reconfigurar el sistema político e institucional colombiano e integrar sectores históricamente excluidos, pero se necesitará esfuerzos del Estado y la sociedad