La historia del cómic chileno estuvo inicialmente orientada a la libertad de expresión política y luego al entretenimiento infantil. El primer personaje fue Von Pilsener en 1906. A partir de 1950, los cómics experimentaron una gran difusión debido al aumento de publicaciones, tanto de humor para adultos como infantiles, incluyendo personajes como Pepe Antártico, El Pingüino, Barrabases, Mampato y Condorito. La historia del cómic chileno también incluye publicaciones tempranas como El Pibe, Don Fausto y Pulgarcito.