El documento define las competencias laborales como las capacidades y comportamientos observables que permiten el éxito de una persona en su trabajo, como una teleoperadora. Explica que las competencias laborales incluyen cuatro tipos de saberes: cognitivos, que son los conocimientos teóricos; procedimentales, que son las técnicas y procedimientos de la función laboral; actitudinales, que son las formas de pensar y sentir; y éticos, que configuran la ética profesional a través de las valoraciones morales.