El documento argumenta que las comunidades de práctica pedagógica, ya sean virtuales o presenciales, son una actividad habitual en la sociedad actual que puede usarse en empresas y escuelas. Estas comunidades permiten transferir y generar nuevo conocimiento, así como lograr mejores prácticas de investigación y docencia. El autor propone que los docentes deberían formar comunidades de práctica entre profesores de diferentes niveles educativos para compartir experiencias pedagógicas y así nutrir la comunidad educativa, reemplaz