La Ley de Precios Justos tiene el potencial de combatir la especulación mediante la fiscalización de las empresas que reciben dólares preferenciales. Sin embargo, para abordar con éxito la inflación, se deben estimular la producción nacional, corregir el déficit fiscal, prohibir la emisión de dinero sin respaldo y fijar una tasa de cambio realista. Además, la ley podría afectar negativamente a las pymes si no se les brinda asistencia técnica y normas claras.