El dolor es una señal de alerta importante del cuerpo que indica posible daño o enfermedad. Hay dos tipos principales de dolor: agudo, que aparece repentinamente debido a una lesión, y crónico, que dura más tiempo. Los AINEs como el ácido acetilsalicílico reducen el dolor e inflamación al bloquear enzimas que producen prostaglandinas, aunque también pueden causar efectos adversos como úlceras o hemorragias.