El Concilio Vaticano II fue convocado por el Papa Juan XXIII en 1962 y se desarrolló en 4 sesiones hasta 1965. Más de 2450 obispos y otros invitados participaron con el objetivo de promover el desarrollo de la fe católica, renovar la vida cristiana, y mejorar las relaciones interreligiosas. El concilio produjo una serie de documentos incluyendo constituciones, declaraciones y decretos.