La Constitución Española establece los derechos fundamentales de las personas de acuerdo con la Declaración Universal de Derechos Humanos y tratados internacionales. Protege la nacionalidad española y otorga derechos a los extranjeros como libertades públicas y derecho de asilo. Además, garantiza la igualdad ante la ley y derechos como a la vida, ideología, intimidad y libertad de expresión, así como la prohibición de detenciones ilegales y tortura.