Los obispos peruanos reflexionaron sobre el aumento de la delincuencia y la violencia en el Perú. Señalan que la primera causa es la crisis de valores en la sociedad, la cual ha llevado a la desintegración familiar y a la corrupción. Para construir una cultura de paz, todos deben trabajar en la familia, escuela, iglesia y gobierno para combatir la corrupción, buscar el bien común y reconocer a Dios como centro de la sociedad.