La crisis económica en España se originó por la crisis hipotecaria en Estados Unidos y afectó a los sectores de construcción y turismo en España. El turismo se ha visto influenciado negativamente por la crisis, con una disminución del 2% en el número de turistas extranjeros en 2008. Aunque el turismo ha resistido mejor que otros sectores, se espera que la crisis continúe afectando al sector en los próximos años, con una recuperación no prevista hasta 2010-2012.