España está creciendo a un ritmo más lento de lo esperado en 2021 según la Comisión Europea, ubicándose en el puesto 17 entre los países de la UE en términos de crecimiento del PIB. Dos factores que han afectado la recuperación española son su baja productividad en comparación con otros países europeos y la deficiente gestión de los fondos europeos por parte del gobierno español, que ha gastado solo una fracción pequeña de los fondos asignados.
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ESPAÑA: LOS REZAGADOS DE LA RECUPERACION
Manfred Nolte
La pedagogía de la opinión escrita, que no siempre está presidida por el amor a
la verdad, admite diferentes variantes dependiendo del talante de quien firme la
columna. En la hora actual las tribunas de análisis económico -también las otras-
están ampliamente dominadas por el espíritu de la descalificación y la polémica.
Se sigue la actualidad con la lupa de la crítica inmisericorde, buscando hacer
sangre al mínimo fallo o carencia hallada en la noticia que se somete a escrutinio.
Es lo que vende y lo que se aplaude. Hubo otro tiempo mejor, en el que el
periodista trasladaba didácticamente al lector el significado económico de lo que
ocurría, explicaba las razones y si acaso las leyes vulneradas que deberían haber
prevalecido, de tal manera que la crítica enriquecía al interesado al mismo tiempo
que se restablecía la objetividad, poniendo el autor, con su criterio y experiencia
económica, las cosas en su sitio a modo de conclusión.
La cruda realidad es, sin embargo, que, aunque se aspire a redactar con un talante
conciliador y pedagógico, el ambiente arrastrahacia el tobogán del reproche agrio
a la vista de las torpezas o simplemente las decepciones que de forma reiterada
tienen lugar en el escenario económico, en especial en el nuestro.
Nos referimos ahora al jarro de agua fría que nos ha caído tras la lectura del
informe ‘Previsiones económica de otoño de 2021: de la recuperación a la
expansión, en medio de los vientos en contra’, que la Comisión europea acaba de
sacar a la luz, cuando apenas queda poco más de un mes parael cierredel ejercicio
2021.El tono general del escrito es complaciente en su generalidad al afirmar que
“se espera que la mayoría de los Estados miembros alcancen el volumen de
producción prepandémico para fines de 2021, mientras que algunos otros se
recuperarán por completo en 2022. ¡Qué lastima que entre esos ‘algunos otros’
figure, y de forma destacada, la economía española! Al recortar La Comisión
Europea el crecimiento del PIB español del 6,2% al 4,6% en el presente ejercicio,
situándolo casi dos puntos por debajo de las tercas expectativas del 6,5% de la
Sra. Calviño, que sal final ha asumido la que está cayendo, Bruselas da un vuelco
a la perspectiva de la marcha de nuestra economía: de ser hace unos pocos meses
los líderes en crecimiento de la Unión europea pasamos, ahora nada menos que
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a la posición número 17. La AIReF certifica que España todaví́a está ciñco puñtos
por debajo de los niveles precovid.
Nos superan en la tabla países como Irlanda (+14,6%), Estonia (9%), Croacia
(8,1%), Hungría (7,4%), Grecia (7,1%), Rumanía (7%), Francia (6,5%), Eslovenia
(6,4%), o Italia, Bélgica, Luxemburgo, Chipre, Lituania, Malta, Polonia y Letonia.
Cierto que por detrás de nosotros se registran crecimientos moderados en países
centrales como Dinamarca, Países Bajos, o Suecia cerrando la clasificación
Alemania con un alza del PIB del 2,7%. Pero, no olvidemos que algunos de estos
segundos países han sufrido la crisis Covid de forma moderada y ya están de
nuevo en equilibrio.
La pregunta del millón, la que produce nuestra sorpresa y desata nuestra zozobra
es la siguiente: ¿Como es posible que siendo el PIB español el que mayor caída (-
11%) experimentó en 2020 de toda la Unión Europea y de la OCDE, no se haya
producido el efecto simétrico ode péndulo esperado: que iniciada la recuperación
en 2021 no fuese la nuestra la más pronunciada al alza, por mera lógica
aritmetica. Quien más cae es natural que más rebote buscando el equilibrio
inicial. ¿Por qué no se recupera la economía española a la velocidad y amplitud
que era de esperar? ¿Por qué nos adelantan en la carrera hacia la normalidad
otros países comunitarios que se hallan inmersos en circunstancias sanitarias y
productivas similares?
A estasalturas del guión, yasabemos todos, incluso por boca del Banco de España
o de la propia Comisión, que la mayor continuidad en la interrupción y rotura de
las cadenas de suministros globales, de una parte y el repunte inflacionista -el
último conocido del 5,4% interanual a finales de agosto- son nuevos riesgos para
alcanzar el objetivo de la recuperación a niveles precrisis.
La realidad es que la vasta mayoría de los analistas estiman que el rebrote
inflacionista es de naturaleza transitoria. Aun cuando afecta menos al análisis al
que sometemos a 2021, el problema se agudizaría si la subida fuese de naturaleza
continuada y comprometiese directamente las rentas de las familias y empresas,
con la formación de una espiral precios-salarios. El BCE alerta de que los precios
se trasladen a los salarios generando así los temidos efectos de segunda ronda.
Pero hay dos factores adicionales que han afectado a la ralentización de nuestro
crecimiento. El primero el de nuestra endeble productividad del que he volcado
ríos de tinta en estas mismas páginas. En los últimos años, la tecnología digital
ha estimulado el crecimiento de la productividad de forma asimétrica. Los países
que mas han invertido en activos intangibles son los que mas han crecido en
productividad. Lamentablemente, España es de los países europeos de menor
inversión en intangibles y en consecuencia de menor productividad, muy alejada
de países como Francia o Alemania.
El segundo el relativo a la deficiente actuación del sector público en el temade los
fondos europeos. Algunos pensaban que íbamos a ser capaces de gestionarlos con
la celeridad y eficacia necesarias. Pensaban mal. El diseño de los proyectos está
siendo lentísimo y extremadamente opaco. El sábado se pidieron oficialmente
10,000 millones, de los 69.512 no reembolsables- que se nos han asignado. Las
relaciones con Bruselas se plasman en un documento cerrado, no público, que
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cada día nos asusta con su apelación a la condicionalidad. Financial Times,
citando a AIReF denuncia que el Gobierno disponía en agosto de 5.000 millones
de euros de los que solo ha gastado 104 millones. Este retrasoescandaloso incide
en el retrasodel crecimiento. Duele lanzar la última piedra: El consejo de sabios
alemán pone en duda la capacidad del ejecutivo español para ejecutar los
cuantiosos fondos asignados por Bruselas.