Este documento discute la importancia de la disciplina en los niños desde una edad temprana. Señala que los padres deben enseñar disciplina a sus hijos incluso cuando son bebés amamantados para evitar que se conviertan en personas egoístas e indisciplinadas. Además, advierte que los rasgos de carácter indisciplinado dificultan la vida en el cielo y se heredan a las generaciones futuras. Finalmente, alienta a los padres a pedir la guía de Dios en la educación de sus hijos.