Este documento discute cómo las pruebas que vienen en la vida son llamados de Dios para reconocer nuestra fragilidad física y espiritual. También explica que las pruebas nos sacan de nuestra zona de comodidad y revelan si realmente confiamos en Dios. Finalmente, señala que las pruebas nos dan la oportunidad de desarrollar virtudes como la paciencia y la confianza a través de aprender a esperar en el tiempo de Dios y aceptar su voluntad.