uento de mi localidad para el dia de la madre

1. El Día de la Madre en la IE. “Yumbe Tierra Colorada”
En el corazón de Yumbe Tierra Colorada, donde los campos se pintan de mil colores y el
cielo abraza la tierra con su azul infinito, se preparaba una celebración muy especial. Era el
Día de la Madre, y la institución educativa del pueblo estaba adornada con guirnaldas y
flores, como si la primavera hubiera decidido
quedarse un poco más.
Los estudiantes, emocionados y llenos de
secretos, habían ensayado durante semanas
para este día. Había un aire de expectación
mientras las madres, con sus mejores vestidos,
tomaban asiento en el patio adornado. Los
niños y niñas, con sus trajes coloridos, subían
al escenario con sus corazones latiendo al ritmo de la música que pronto inundaría el lugar.
El evento comenzó con una melodía suave, notas que flotaban y se entrelazaban con los
susurros del viento. Los pequeños artistas danzaban y cantaban, dedicando cada verso y cada
paso a las reinas del día. Las madres, con lágrimas de alegría brillando en sus ojos, aplaudían
y se dejaban llevar por las emociones que solo un hijo puede despertar.
Luego llegó el momento de los regalos, pequeñas cajas envueltas en papel brillante y lazos
que escondían tesoros hechos con amor. Cada madre recibía su presente, acompañado de un
abrazo y palabras dulces que eran más valiosas que el oro más puro.
La tarde se deslizaba
suavemente hacia el
crepúsculo, y con ella llegaba
el compartir. Risas y
conversaciones llenaban el aire
mientras todos disfrutaban de
bocadillos preparados con
cariño por la comunidad. Era
un momento de unión, de
recordar que cada día es una
oportunidad para celebrar el
amor incondicional de una madre.
Y cuando las estrellas comenzaron a asomarse, tímidas al principio, luego con todo su
esplendor, la música cambió a un ritmo más alegre. Madres, hijos, maestros y vecinos se
tomaron de las manos y formaron un gran círculo. El baile comenzó, y con cada giro y cada
paso, se fortalecían los lazos que unían a todos en Yumbe Tierra Colorada.
La noche cerró su manto sobre la fiesta, pero las luces de las sonrisas y el calor de los
corazones iluminaron el camino a casa. Fue un Día de la Madre que quedaría grabado en la
memoria de todos, un día donde el amor fue el verdadero protagonista.