El elefante fue a la escuela por primera vez y no sabía seguir las reglas, corrió por la clase, se subió a las cosas y gritó todo el tiempo. La maestra le decía que no hiciera esas cosas. Luego, el elefante pensó y aprendió a portarse bien, hacer fila, cuidar el material escolar, levantar la mano para hablar y compartir los juguetes. La maestra lo felicitó por comportarse bien.