El documento discute la relación entre la ley, la moral y la cultura. Indica que estas nos permiten autogobernarnos y regular nuestro comportamiento. Sin embargo, plantea que actualmente hay falta de congruencia entre estas regulaciones, lo que dificulta cambiar las costumbres de los ciudadanos. También explica que las normas morales se ven afectadas por el miedo a la violencia y la corrupción, lo que lleva a las personas a guardar silencio a pesar de lo que dicte su conciencia.