La ley de dependencia en España tiene como objetivo atender y promover la autonomía de las personas dependientes. Requiere que los beneficiarios sean residentes en España durante 5 años y estén en situación de dependencia. Establece tres grados de dependencia - moderada, severa y gran dependencia - que se clasifican en dos niveles. La ley entrará en vigor de forma progresiva entre 2007 y 2015, empezando por los casos de gran dependencia.