Excelente material bibliográfico elaborado por la Plataforma Contra el Arco Minero y el Centro de Estudios de la Realidad Latinoamericana que se basa principalmente en desmontar la "Minería Ecológica" de la que habla el Gobierno de Venezuela para justificar el desastre ambiental que ejecuta en el Amazonas venezolano (Estado Bolívar) . Incluye una entrevista con el experto en el tema Alejandro Alvarez Iragorry.
Trasnacionales sobre el territorio de 2 mil 500 comunidades campesinasCrónicas del despojo
Más de 2 mil 500 ejidos, comunidades indígenas, así como áreas naturales protegidas podrían ser ocupadas, total o parcialmente, por Pemex y por trasnacionales petroleras interesadas en explotar los recursos energéticos del subsuelo mexicano. La mayoría de estos pueblos y unidades agrarias afectadas – ubicadas en casi 200 municipios– presenta un índice de marginación “alto” y
“muy alto”, según el Conapo. Así, a los problemas derivados de la pobreza, los habitantes de estas zonas enfrentarán los efectos de la “ocupación temporal” de
sus tierras con fines de exploración y explotación de petróleo y gas. Entre éstos, las afectaciones al medio ambiente y al tejido social, observan especialistas y
activistas consultados. Con las rondas 0 y 1 se han comprometido para estos propósitos más de 2 millones 52 mil hectáreas
Retos Geopolíticos y sociopolíticos del cambio climático (2) Antonio SerranoEcologistas en Accion
Retos Geopolíticos y sociopolíticos del cambio climático (2). Antonio Serrano
Curso de Posgrado de Cambio climático
junio/julio 2015
Ecologistas en Acción/Flacso/Usal
Trasnacionales sobre el territorio de 2 mil 500 comunidades campesinasCrónicas del despojo
Más de 2 mil 500 ejidos, comunidades indígenas, así como áreas naturales protegidas podrían ser ocupadas, total o parcialmente, por Pemex y por trasnacionales petroleras interesadas en explotar los recursos energéticos del subsuelo mexicano. La mayoría de estos pueblos y unidades agrarias afectadas – ubicadas en casi 200 municipios– presenta un índice de marginación “alto” y
“muy alto”, según el Conapo. Así, a los problemas derivados de la pobreza, los habitantes de estas zonas enfrentarán los efectos de la “ocupación temporal” de
sus tierras con fines de exploración y explotación de petróleo y gas. Entre éstos, las afectaciones al medio ambiente y al tejido social, observan especialistas y
activistas consultados. Con las rondas 0 y 1 se han comprometido para estos propósitos más de 2 millones 52 mil hectáreas
Retos Geopolíticos y sociopolíticos del cambio climático (2) Antonio SerranoEcologistas en Accion
Retos Geopolíticos y sociopolíticos del cambio climático (2). Antonio Serrano
Curso de Posgrado de Cambio climático
junio/julio 2015
Ecologistas en Acción/Flacso/Usal
La informacion mas completa de Mexico, Oaxaca y la Costa chica. El Gobernador ve nuestra tierra como un botín, acusan indígenas de Oaxaca; preparan la defensa. "La Fiscalía de Oaxaca no actúa por presión política"; continúa investigación contra la 14 de Junio.
La informacion mas completa de Mexico, Oaxaca y la Costa chica. Llegan a Oaxaca mil 500 federales por visita de EPN. La CNTE recibe a Peña Nieto en Oaxaca con protestas, bloqueos y cohetones; dañan aeronave oficial.
Informe especial: “Agua que no has de beber”: ¿El agua tapa otros intereses?Ramón Copa
“Agua que no has de beber”: ¿El agua tapa otros intereses?
Por Federico Gabriel Sequeira
En muchos lugares del mundo la explotación minera avanza a ritmo vertiginoso. Esto implica un consumo desmesurado de agua, además del saldo de un territorio arrasado. Las mineras nunca (o casi nunca) son locales. Se trata de firmas de capitales estadounidenses o canadienses, principalmente, para el caso de América Latina, o de capitales europeos. Cabría preguntarse: ¿por qué, aún siendo originarias de los países militar y económicamente más poderosos, y que son los más injerencia tienen en ellos, los organismos multilaterales, como el BM, no advierten los riesgos de la actividad minera para el agua, un bien que al mismo tiempo denuncian que marcha rumbo a la escasez?
El diccionario de la lengua castellana, de la Real Academia Española, ofrece la siguiente definición: “Agua: (Del lat. aqua). Sustancia cuyas moléculas están formadas por la combinación de un átomo de oxígeno y dos de hidrógeno, líquida, inodora, insípida e incolora. Es el componente más abundante de la superficie terrestre y, más o menos puro, forma la lluvia, las fuentes, los ríos y los mares; es parte constituyente de todos los organismos vivos y aparece en compuestos naturales”.
Quedémonos con estos tres términos: inodora, insípida e incolora. Es decir, a través de ella podría verse perfectamente. Sin embargo, parece ser que el actual debate en torno al agua, en realidad, sirve para ocultar otros recursosnaturales de interés. Podría decirse así que la repentina “apertura de la canilla” del debate sobre el futuro del agua, sirvió para inundarlo todo, y tapar otros intereses.
Es cierto que “el agua potable es un bien escaso, que sólo constituye el 2,5 por ciento del total del agua del mundo; mientras que el 97,5 por ciento restante lo encontramos en mares y océanos”, como lo señala la profesora de Historia, especialista en geopolítica, y defensa nacional, Elsa Bruzzone. La frase pertenece al libro de Bruzzone, quien también es asesora ad honorem del Congreso Nacional argentino, “Las Guerras del Agua”.
También es cierto que, como señala la autora en la misma página, “la tecnología para desalinizar agua de mar existe, pero representa problemas: es cara porque requiere mucha energía, y aún no se ha encontrado el método de deshacerse de la salmuera que queda del proceso y de los elementos químicos que se utilizan en el mismo”.
Hasta allí, todo contribuye a abonar la teoría de que, ante un futuro con problemas de acceso al agua en buena parte del planeta, este elemento vital será objeto de conflictos. Razones para suponerlo no faltan, porque lo que abundan son antecedentes que dan cuenta de esa estrategia de los países militar y económicamente más poderosos, para doblegar a los más débiles.
“Conflictos Mineros en América Latina: Extracción, Saqueo y Agresión. Estado ...Crónicas del despojo
Como parte del trabajo colectivo que realizan las organizaciones que conforman la Red de OCMAL, queremos compartir la nueva publicación en su tercera versión, “Conflictos Mineros en América Latina: Extracción, Saqueo y Agresión. Estado de situación en 2016”.
El informe releva los principales acontecimientos y conflictos mineros desde la mirada de las organizaciones que acompañan estos procesos, en un número importante de países de la región: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y Perú.
Esperamos que esta publicación, elaborada de forma colectiva, sea de utilidad para las diversas organizaciones y comunidades afectadas, que se organizan y resisten al extractivismo minero en la región.
Libro "Nuevas fronteras del extractivismo energético en Latinoamérica"Crónicas del despojo
Compartimos la publicación de Oilwatch Latinoamérica y con la participación de la Fundación Heinrich Böll y Censat, Amigos de la Tierra Colombia. Coordinación: Tatiana Roa Avendaño, Florian Huber y Natalia Orduz Salinas. Colaboración: Ángela Valenzuela Bohórquez.
En 13 artículos, diversos de autores latinoamericanos analizan diferentes abordajes sobre la energía extrema que se están desarrollando en la región.
Pascua Lama, la mina de oro de Barrick Gold, está congelada por decisión de la Corte Suprema de Chile. Monsanto debió paralizar la construcción de una planta de semillas en Córdoba por la masiva oposición de la población. Las grandes empresas extractivas empiezan a cosechar derrotas. En toda la región latinoamericana se suceden conflictos por la resistencia de los pueblos a un modelo que destruye el medio ambiente y limita la posibilidad de que las comunidades sigan cultivando la tierra y viviendo como ellas desean. Entre ellos, destacan los conflictos contra la minería y contra las fumigaciones y cultivos transgénicos
En este fragmento de menos de dos minutos que forma parte del documental brasileño El veneno está en la mesa, Eduardo Galeano expresa un sentir de muchæs latinoamericanæs:los gobiernos progresistas también han traicionado a los pueblos
La informacion mas completa de Mexico, Oaxaca y la Costa chica. El Gobernador ve nuestra tierra como un botín, acusan indígenas de Oaxaca; preparan la defensa. "La Fiscalía de Oaxaca no actúa por presión política"; continúa investigación contra la 14 de Junio.
La informacion mas completa de Mexico, Oaxaca y la Costa chica. Llegan a Oaxaca mil 500 federales por visita de EPN. La CNTE recibe a Peña Nieto en Oaxaca con protestas, bloqueos y cohetones; dañan aeronave oficial.
Informe especial: “Agua que no has de beber”: ¿El agua tapa otros intereses?Ramón Copa
“Agua que no has de beber”: ¿El agua tapa otros intereses?
Por Federico Gabriel Sequeira
En muchos lugares del mundo la explotación minera avanza a ritmo vertiginoso. Esto implica un consumo desmesurado de agua, además del saldo de un territorio arrasado. Las mineras nunca (o casi nunca) son locales. Se trata de firmas de capitales estadounidenses o canadienses, principalmente, para el caso de América Latina, o de capitales europeos. Cabría preguntarse: ¿por qué, aún siendo originarias de los países militar y económicamente más poderosos, y que son los más injerencia tienen en ellos, los organismos multilaterales, como el BM, no advierten los riesgos de la actividad minera para el agua, un bien que al mismo tiempo denuncian que marcha rumbo a la escasez?
El diccionario de la lengua castellana, de la Real Academia Española, ofrece la siguiente definición: “Agua: (Del lat. aqua). Sustancia cuyas moléculas están formadas por la combinación de un átomo de oxígeno y dos de hidrógeno, líquida, inodora, insípida e incolora. Es el componente más abundante de la superficie terrestre y, más o menos puro, forma la lluvia, las fuentes, los ríos y los mares; es parte constituyente de todos los organismos vivos y aparece en compuestos naturales”.
Quedémonos con estos tres términos: inodora, insípida e incolora. Es decir, a través de ella podría verse perfectamente. Sin embargo, parece ser que el actual debate en torno al agua, en realidad, sirve para ocultar otros recursosnaturales de interés. Podría decirse así que la repentina “apertura de la canilla” del debate sobre el futuro del agua, sirvió para inundarlo todo, y tapar otros intereses.
Es cierto que “el agua potable es un bien escaso, que sólo constituye el 2,5 por ciento del total del agua del mundo; mientras que el 97,5 por ciento restante lo encontramos en mares y océanos”, como lo señala la profesora de Historia, especialista en geopolítica, y defensa nacional, Elsa Bruzzone. La frase pertenece al libro de Bruzzone, quien también es asesora ad honorem del Congreso Nacional argentino, “Las Guerras del Agua”.
También es cierto que, como señala la autora en la misma página, “la tecnología para desalinizar agua de mar existe, pero representa problemas: es cara porque requiere mucha energía, y aún no se ha encontrado el método de deshacerse de la salmuera que queda del proceso y de los elementos químicos que se utilizan en el mismo”.
Hasta allí, todo contribuye a abonar la teoría de que, ante un futuro con problemas de acceso al agua en buena parte del planeta, este elemento vital será objeto de conflictos. Razones para suponerlo no faltan, porque lo que abundan son antecedentes que dan cuenta de esa estrategia de los países militar y económicamente más poderosos, para doblegar a los más débiles.
“Conflictos Mineros en América Latina: Extracción, Saqueo y Agresión. Estado ...Crónicas del despojo
Como parte del trabajo colectivo que realizan las organizaciones que conforman la Red de OCMAL, queremos compartir la nueva publicación en su tercera versión, “Conflictos Mineros en América Latina: Extracción, Saqueo y Agresión. Estado de situación en 2016”.
El informe releva los principales acontecimientos y conflictos mineros desde la mirada de las organizaciones que acompañan estos procesos, en un número importante de países de la región: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y Perú.
Esperamos que esta publicación, elaborada de forma colectiva, sea de utilidad para las diversas organizaciones y comunidades afectadas, que se organizan y resisten al extractivismo minero en la región.
Libro "Nuevas fronteras del extractivismo energético en Latinoamérica"Crónicas del despojo
Compartimos la publicación de Oilwatch Latinoamérica y con la participación de la Fundación Heinrich Böll y Censat, Amigos de la Tierra Colombia. Coordinación: Tatiana Roa Avendaño, Florian Huber y Natalia Orduz Salinas. Colaboración: Ángela Valenzuela Bohórquez.
En 13 artículos, diversos de autores latinoamericanos analizan diferentes abordajes sobre la energía extrema que se están desarrollando en la región.
Pascua Lama, la mina de oro de Barrick Gold, está congelada por decisión de la Corte Suprema de Chile. Monsanto debió paralizar la construcción de una planta de semillas en Córdoba por la masiva oposición de la población. Las grandes empresas extractivas empiezan a cosechar derrotas. En toda la región latinoamericana se suceden conflictos por la resistencia de los pueblos a un modelo que destruye el medio ambiente y limita la posibilidad de que las comunidades sigan cultivando la tierra y viviendo como ellas desean. Entre ellos, destacan los conflictos contra la minería y contra las fumigaciones y cultivos transgénicos
En este fragmento de menos de dos minutos que forma parte del documental brasileño El veneno está en la mesa, Eduardo Galeano expresa un sentir de muchæs latinoamericanæs:los gobiernos progresistas también han traicionado a los pueblos
La nueva minería, la soberanía y las grietas de un modelo de desarrolloCrónicas del despojo
La semana pasada, el ministro del Ambiente publicó un artículo en el que trataba de desestimar la propuesta post-extractivista, explicando que es inviable porque se opone a la minería y otras actividades productivas, pero sin darle el peso adecuado en el cálculo de cifras macroeconómicas que muestran la posibilidad de un extractivismo indispensable[2] y no irresponsable por la magnitud de sus impactos.
Noticias, luchas, conflictos sobre minería publicados en el Boletín semanal del Observatorio de conflictos Mineros de América Latina-OCMAL, semana del 26 de marzo del 2014
Cuando se trata de vender la idea de que la minería a gran escala no causará mayores impactos ambientales y sociales, los empresarios mineros y el Gobierno recurren a los mitos de la "minería responsable". Este discurso ha sido diseñado por las grandes transnacionales mineras, en el marco de la Iniciativa Minera Global (Global Mining Initiative), hace más de 10 años. Es un paquete publicitario que incluye la noción de que todos los problemas que la gran minería genera son estrictamente técnicos, y que se pueden resolver con "tecnología de punta". Asimismo, se quiere vender la idea de que la gran minería moderna -con sus pretendidos altos estándares- rompe con las taras de la minería de "antaño" (y las de la pequeña minería) en cuanto a sus impactos sociales y ambientales.
La megaminería, un ramo de explotación de recursos naturales por parte de las rapaces transnacionales que en América Latina viene generando altos picos de conflictividad en las comunidades afectadas por los impactos ecológicos y de salud pública, constituye "una nueva forma de neocolonialismo, de saqueo, contaminación y degradación medioambiental", señala Enrique Viale, investigador social argentino, abogado ambientalista, quien es coautor junto con la socióloga Maristella Svampa del libro Maldesarrollo. La Argentina del extractivismo y el despojo, (Katz Editores, 2104). Un sugerente título que se adentra en el análisis sobre las consecuencias del extractivismo no solo en el país gaucho sino en Latinoamérica.
La extracción de materias primas para aumentar las exportaciones según la demanda a nivel mundial de los países netamente industrializados y de primer orden, afectan en gran medida las condiciones sociales y económicas de las poblaciones donde se realiza esta nefasta práctica, es decir, en los sectores subalternos de los países periféricos donde el neoliberalismo extremo, la economía transnacionalizada acompañada de la violencia para-institucional son protagonistas en la realidad nacional de dichos territorios.
Ambientalistas en Acción N°. 122- Boletín de Censat Agua VivaCrónicas del despojo
Boletín Ambientalistas en Acción de enero de 2014, publicado por Censat Agua viva, con artículos, análisis, luchas y diferentes informaciones realcionadas con ambientalismo
Ningún bien natural común obtenido bajo el Modelo Extractivista es “sustentable”, “verde” o “responsable”. Mucho menos la minería. Y es que la explotación de los recursos no renovables, por definición, no es sustentable. No existe un Modelo Extractivo Minero en el marco del capitalismo depredador que no sea eminentemente depredador de los bienes comunes.
En todo el Continente Americano el Modelo Extractivo Minero avanza a pasos acelerados desde la década de los ochenta bajo el esquema industrial de explotación de minerales, que conlleva una gigantesca transferencia de la renta y de los bienes naturales comunes de un país a las transnacionales mineras.
Este Manual es solo un aporte modesto. Úsalo como mejor te sea útil. Y mejóralo con tu práctica y tus experiencias.
El rol de las mujeres defensoras de la Pachamama en el conflicto por el proye...Crónicas del despojo
"Trataré sobre los impactos sociales que ha ocasionado este mega proyecto minero, que al momento se encuentra en trámites para obtener la licencia para la fase de explotación, centrándome en aquellos que tienen relación con las violaciones a Derechos Humanos y constitucionales. También me interesa evidenciar la resistencia de las comunidades, dando énfasis, en el rol que han jugado las mujeres en este proceso, en especial el Frente de Mujeres Defensoras de la Pachamama..."
Recientemente, el movimiento ha dirigido sendas cartas a diversos actores políticos y funcionarios de gobierno e instituciones universitarias, en las que advierte sobre las nocivas consecuencias objetivamente previsibles en distintos rubros, que ocasionaría la autorización de la actividad minera, a escasos 12 kilómetros en línea recta del centro de la capital del estado. Destaco sintéticamente algunas
Lineamientos para una Política Nacional de Cambio Climático Vzla.pdfDaniel Delgado
Como Venezuela se encuentra en mora por no haber definido
hasta ahora políticas que mitiguen este amenazante fenómeno
planetario, el Grupo Orinoco para el desarrollo sostenible ha
tomado la iniciativa de preparar este documento que pretende
aportar los elementos conceptuales básicos que las autoridades
nacionales correspondientes pueden utilizar como guía en la
formulación e instrumentación de las políticas adecuadas.
Guia Practica de la Energia Consumo Responsable.pdfDaniel Delgado
Que la energía es imprescindible es algo que nadie puede poner en duda. Pero quizás, como ciudadanos, somos poco conscientes del incalculable valor que tienen los recursos que, convertidos en electricidad, calor o combustible, hacen más fácil y confortable nuestra vida cotidiana y son la llave para que nuestras industrias y empresas progresen, o que exista esa asombrosa capacidad de transportar personas y mercancías. En definitiva, que sea posible la sociedad del bienestar. Estoy seguro que esta Guía les será de bastante utilidad.
La energía sostenible Una guía para jóvenes.pdfDaniel Delgado
”La energía sostenible: una guía para jóvenes” incluye información esencial para comprender los conceptos clave, las opciones energéticas existentes y sus impactos. Además, encontrarás acciones que tú puedes promover para construir un mejor futuro con un planeta más sano.
Caso Chevron-Texaco desastre ambiental en ecuador.pdfDaniel Delgado
La empresa transnacional Texaco, comprada por Chevron en el 2001, operó en el
Ecuador de 1964 a 1990. Extrajo millones de barriles de petróleo sin utilizar los
métodos acordados en el contrato de explotación para la preservación de la naturaleza
a pesar de que los patentaba y utilizaba en EEUU. Ocasionó graves desastres
ambientales que nunca remedió y que han producido irreparables perjuicios a los
habitantes de una zona de la Amazonía ecuatoriana que tiene un tamaño similar al
territorio de El Salvador.
Presentación de la Campaña comunicacional SOS Amazonas para la Vida lanzada desde la Red de Periodismo ante el Cambio Climático que establece 6 alertas relacionadas con los embates que hoy en día amenazan a la Cuenca Amazónica, que involucra nueve países de Suramérica.
Minería en la amazonia venezolana. Wataniba - RAMADaniel Delgado
Un destacado documento que recoge aspectos técnicos, jurídicos, ambientales y sociales derivados de la actividad minera en Venezuela, principalmente en el Amazonas, en una época marcada por el populismo y la entrega de la soberanía. Mete en contexto político y social el "ecocidio" que ha sido el Arco Minero del Orinoco.
Después de la emergencia será necesario replantearse
la prevención y lucha contra futuras pandemias. Para eso es
fundamental entender los procesos que pueden originar esta y
otras epidemias globales que nos han afectado en los últimos
años, asumiendo el vínculo entre la salud de las personas, los
animales y los ecosistemas. Nos encontramos ante una crisis de salud pública que en realidad está directamente vinculada a una crisis de la salud del planeta y de pérdida de biodiversidad.
En esta producción editorial de Greenpeace se alerta cómo cada año, los mares y océanos reciben hasta 12 millones de toneladas de basura. La situación mundial es dramática, más aún teniendo en cuenta que la producción de plásticos se acercará en 2020 a los 350 millones de toneladas (un 900% más que en 1980). Estas cantidades, su fácil dispersión y su lento proceso de degradación convierten al plástico en uno de los peores enemigos para los mares y océanos.
200 medidas para frenas la pérdida de biodiversidad en EspañaDaniel Delgado
En 2019 ha visto la luz el informe 1más relevante llevado a cabo hasta la fecha para evaluar el estado global de la diversidad biológica, realizado por la Plataforma Intergubernamental sobre la Biodiversidad y los Servicios Ecosistémicos (IPBES) de Naciones Unidas. Elaborado por más de 145 expertos de 50 países y con colaboraciones de otros 310 especialistas, este informe certifica un declive de la diversidad biológica mundial sin precedentes en la historia de la
humanidad que amenaza buena parte de los objetivos de desarrollo sostenible fijados por Naciones Unidas. Cinco han sido los factores identificados como los principales impulsores de este declive: los cambios en el uso de la tierra y el mar,
la sobreexplotación de recursos biológicos, el cambio climático, la contaminación y las especies exóticas invasoras.
La organización venezolana de defensa de los derechos humanos Clima21 – Ambiente y Derechos Humanos envió una carta a la Dra. Bachelet que incluye un resumen de la crisis
ambiental de Venezuela y sus efectos sobre los derechos humanos y solicita que se incluyan consideraciones ambientales en los distintos informes que se realicen sobre la situación del país.
La visita reciente a Venezuela de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos Dra. Michelle Bachelet, posibilitó visibilizar las terribles condiciones que tienen que sufrir la mayor parte de la población como consecuencia de la emergencia humanitaria compleja que vivimos en el país.
Este análisis, que se resume en un índice (el Indice Planeta Vivo) recoge una visión panorámica del estado de las especies, los impactos generados por el ser humano y las soluciones disponibles. Se realiza en colaboración con la Red de la Huella Global y la Sociedad Zoológica de Londres. Analiza la tendencia de 16.000 poblaciones de más de 4.000 especies, reflejada en un índice, el Índice Planeta Vivo (IPV). La base de datos del IPV crece todo el tiempo y cada Informe Planeta Vivo dispone de más información para realizar sus análisis.
La ciencia nos muestra la dura realidad. El informe lleva años llegando a la misma preocupante conclusión: La biodiversidad mundial disminuye a un ritmo alarmante. El índice planeta vivo decrece a un ritmo alarmante.
El Objetivo de este Atlas es presentar una visión complementaria e integrada de las diferentes formas de intervención en el territorio Amazónico. Se pretende contribuir a la reflexión y debate sobre los principales problemas socioambientales que enfrentan estas áreas. También contribuir a las acciones y estrategias de los movimientos y líderes indígenas, investigadores, técnicos, simpatizantes, organizaciones no gubernamentales y diversas instituciones que participan en la lucha por el desarrollo sostenible de la Amazonía y de los derechos de sus poblaciones.
Desde Greenpeace hemos querido aprovechar la inminente cita climática mundial y la próxima ley de cambio climático (cuyo borrar se está conociendo en estos momentos y es un paso
positivo en la dirección correcta pero le falta ambición para llegar más lejos y más rápido) para poner el foco, una vez más, en los impactos del cambio climático en España, el país más vulnerable de Europa a esta amenaza.
El informe, presentado solo unos días antes del inicio de la 24ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP24), muestra que en 2017 las emisiones globales alcanzaron niveles históricos de 53.5 gigatoneladas de dióxido de carbono equivalente (GtCO2e) y que no hay evidencias de que vayan a comenzar a disminuir en los próximos años.
Contribución Nacionalmente Determinada a la Mitigación del Cambio Climático (...Daniel Delgado
Documento nacional de reducción de GEI de la República de Panamá que permite hacer un análisis comparativo con el documento elaborado por la República de Venezuela.
Declaración de la red animadora de mujeres indígenaDaniel Delgado
Las mujeres Yukpa y Barí de Perijá con conciencia de sus derechos colectivos avanzan con claridad hacia el futuro. El presente documento recoge los retos que se han planteado y han querido divulgar ante la Opinión Pública.
AVANCCE DEL PORTAFOLIO 2.pptx por los alumnos de la universidad utpluismiguelquispeccar
espero que te sirve esta documento ya que este archivo especialmente para desarrollar una buena investigación y la interacción entre el individuo y el medio ambiente es compleja y multifacética, involucrando una red de influencias mutuas que afectan el desarrollo y el bienestar de las personas y el estado del entorno en el que viven.
La relación entre el individuo y el medio ambiente es un tema amplio que abarca múltiples disciplinas como la psicología, la sociología, la biología y la ecología. Esta interacción se puede entender desde varias perspectivas:
Avances de Perú con relación al marco de transparencia del Acuerdo de ParísCIFOR-ICRAF
Presented by Berioska Quispe Estrada (Directora General de Cambio Climático y Desertificación) at Workshop “Lecciones para el monitoreo transparente: Experiencias de la Amazonia peruana” on 7 Mei 2024 in Lima, Peru.
Mejorando la estimación de emisiones GEI conversión bosque degradado a planta...CIFOR-ICRAF
Presented by Kristell Hergoualc'h (Scientist, CIFOR-ICRAF) at Workshop “Lecciones para el monitoreo transparente: Experiencias de la Amazonia peruana” on 7 Mei 2024 in Lima, Peru.
Inclusión y transparencia como clave del éxito para el mecanismo de transfere...CIFOR-ICRAF
Presented by Lauren Cooper and Rowenn Kalman (Michigan State University) at Workshop “Lecciones para el monitoreo transparente: Experiencias de la Amazonia peruana” on 7 Mei 2024 in Lima, Peru.
El suelo es un conjunto natural que sirve de soporte a la totalidad de los ecosistemas de los ambientes continentales terrestres. Su principal función dentro de los ecosistemas es la de proveer la totalidad del agua y nutrientes que necesitan todos los seres vivos del ecosistema a lo largo de su vida. Precisamente, a la capacidad que tiene un suelo para desempeñar este papel es lo que se conoce por calidad del suelo.
Una forma sencilla de definir al suelo es la de “resultado de la adaptación de las rocas al ambiente geoquímico de la superficie de la Tierra, muy diferente por lo general de aquel bajo el que se generó la roca en su interior. Dado que el ambiente geoquímico de la superficie terrestre está condicionado por el clima, es por lo que los suelos son muy diferentes según el tipoi de clima y por lo que estos se distribuyen a lo largo de la superficie terrestre según amplias zonas que se corresponden con las distintas zonas climáticas.
De todos los componentes de los suelos, la materia orgánica es el que más incide sobre su fertilidad natural y su sostenibilidad. Los cambios que esta experimenta en el suelo por la acción de los microorganismos, constituyen la base de la sostenibilidad de la misma a lo largo del tiempo.
A lo largo de los diferentes capítulos de este seminario, veremos como la principal diferencia entre la sostenibilidad de la fertilidad natural del suelo de los diferentes ecosistemas terrestres deriva de alteraciones provocadas por el hombre en la dinámica de la materia orgánica, siendo el ejemplo más palpable de la degradación de los suelos la transformación de los ecosistemas naturales en ecosistemas agrícolas.
Presentación de Inés Aguilar, de IITG Instituto Tecnológico de Galicia, en la píldora del jueves 30 de mayo de 2024, titulada "La Píldora de los Jueves: Performance Verification WELL".
2. Venezuela, noviembre de 2018
Este es un material elaborado por la Plataforma contra el Arco Minero del Orinoco,
junto con la colaboración del Centro de Estudios de la Realidad Latinoamericana
(CER-Latinoamericana).
Equipo de la Plataforma contra el Arco Minero
Andrea Pacheco, Dorixa Monsalve, Anaís López, César Romero, Francisco Javier
Velasco, Francisco Javier Ruiz, Aureliano Sánchez, Gloria Carucci, Emma Salazar,
María Suárez Luque, Maribel García.
Diseño y diagramación
Keyla Brando | @La_Brando_
Ilustración de la portada
Samuel Bravo
Contactos
@NoAlArcoMinero
plataformacontraelamo@gmail.com
cerlatinoamericana@gmail.com
Plataforma contra el Arco Minero del Orinoco
@plataformacontraelamo
La elaboración de esta publicación es una producción colectiva que surge de los debates
entre los integrantes de la Plataforma contra el A.M.O.
3. 6 EDITORIAL
10 DESMONTANDO LA FICCIÓN DE LA “MINERÍA ECOLÓGICA” | CÉSAR ROMERO
11 1. DAM: Drenajes Ácidos de Mina
11 1.1 DAM en minería a cielo abierto
13 1.2 DAM en minería subterránea
14 2. Las Presas de Cola
15 2.1 Fallas serias y… Muy Serias
16 3. Daños extremadamente costosos
17 4. La falsa promesa de la “Minería Ecológica”
18 5. Rentabilidad vs. Supervivencia: El Derecho a la Ganancia por encima del derecho a la
vida
32 CONSIDERACIONES CLAVES PARA LA MINERÍA EN GUAYANA | SANTIAGO MARRERO
32 1. ¿Minería ecológica en el Arco Minero del Orinoco?
33 2. Consecuencias directas e indirectas de la minería: ausencia de estudios e instrumentos
34 3. Minería a pequeña escala en Guayana
36 3.1. Extracción de oro y uso indiscriminado de mercurio
36 4. Las dificultades de la minería a gran escala
37 4.1 Caso Extracción de Aluminio
38 5. Cinco aspectos a considerar para desarrollar una minería organizada
38 6. ¿Minería a beneficio de quién? La importancia de la variable ambiental
ÍNDICE
4. 42 ENTREVISTA A ALEJANDRO ÁLVAREZ | ENTREVISTADORA: GLORIA CARUCCI
“No se puede pensar en desarrollo sustentable bajo un sistema basado en el extractivismo”
48 HISTORIA RECIENTE DE LA MINERÍA EN IMATACA: RESISTENCIAS | DORIXA MONSALVE DAM
54 Afectación de la RFI por la minería
58 CIANURO EN LA MINERÍA DEL ORO. UN PROCESO
NO TAN AMIGABLE COMO LO PINTAN | GLORIA CARUCCI
58 ¿Qué es el Cianuro?
59 Presencia de Cianuro en la Naturaleza
59 Efectos del Cianuro en la Salud
60 Uso del Cianuro en la Minería del Oro
60 ¿Porque es tan Extendido el Uso del Cianuro en la Minería del Oro?
60 Presas de Cola en la Minería del Oro
61 Riesgos Potenciales Vinculados a la Minería con Cianuro
61 Datos de Facto: Algunos de los Accidentes más Recientes que Contradicen las
Declaraciones de Máxima Seguridad por parte de las Lobbies Mineras
62 El Uso del Cianuro en la Minería del Oro en la Legislación Internacional
63 Congresos Científicos Internacionales
63 Conclusiones
66 EL GRAN BOSQUE
70 AÚN QUEDA MUCHO POR DEFENDER | EDUARDO PEÑA
5. EDITORIAL
Fuente: Selva Amazónica
El martes 7 de junio de 2016 durante su
programa semanal, el Presidente de Vene-
zuela Nicolás Maduro anunció la creación
del “Ministerio del Poder Popular para el
Desarrollo de la Minería Ecológica”. Según
la información oficial, el flamante ministe-
rio se encargaría de supervisar el expandi-
do rol del Estado en la explotación conjun-
taconcapitalesprivadosdelosabundantes
“recursos naturales” que posee el país, en
un marco de respeto por el ambiente local
y sus comunidades humanas: “Venezuela
va iniciar un acelerado proceso de desa-
rrollo con un concepto ecológico, acompa-
ñado con las comunidades indígenas, del
oro, diamantes, el cobre, el coltán”, afirmó
Maduro en un acto transmitido entelevisión.
El anuncio del nuevo ministerio vino des-
pués de que, en el mes de febrero de ese
mismo año, el gobierno venezolano reve-
lara haber llegado a acuerdos con un nu-
trido conjunto de empresas nacionales y
corporaciones transnacionales, para po-
ner en marcha un mega proyecto minero
cuyo supuesto propósito es hacerle frente
a la severa crisis económica, desatada por
la abrupta caída de los precios del petró-
leo en el mercado internacional. De esta
manera, en el arbitrariamente denomi-
nado “Arco Minero del Orinoco”, cerca de
112.000 kilómetros cuadrados del estado
Bolívar, territorio con grandes y variados
yacimientos minerales, con una profusa
biodiversidad, una vasta y rica hidrografía,
y una gran diversidad etnocultural, que-
daba a merced de voraces y depredadoras
dinámicas.
Como se sabe, la medida guberna-
mental tomada inconsultamente y que
además desconoce normativas estable-
cidas en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, generó una
ola de críticas y rechazo por parte de
diversos movimientos sociales, grupos
ecologistas, organizaciones indígenas,
defensores de los derechos humanos,
comunicadores sociales, artistas y per-
sonalidades del mundo político, entre
otros, quienes calificaron al proyecto de
etnocida, ecocida y altamente lesivo de
la soberanía nacional.
A partir de ese momento se han desarro-
llado, con menor o mayor intensidad, un
variopinto conjunto de acciones que abar-
can desde denuncias en los medios de
comunicación, reportajes, emisiones de
6. 7 8
Minería Ecológica: una oferta engañosa Editorial
radio y televisión, manifestaciones de ca-
lle, artículos, investigaciones, seminarios,
exposiciones de arte, hasta recursos de ca-
rácter jurídico.
Pese a todas estas iniciativas de la sociedad
civil, en el contexto de la desastrosa y ya
prolongada crisis que sacude a la nación
venezolana en la actualidad, el cada vez
más autoritario y errático gobierno no da
muestra alguna de dar marcha atrás con
respecto a ese y otros proyectos mineros
igualmente problemáticos. Aun cuando
uno que otro vocero gubernamental ha
admitido “cándidamente” que la minería
ecológica no existe todavía, y que supues-
tamente se está trabajando para lograrla,
la promoción del llamado Motor Minero
de la Economía y, en particular, del proyec-
to del Arco Minero del Orinoco, ha venido
acompañada de una sistemática y costosa
campaña de propaganda en la que se ala-
ban machaconamente las supuestas bon-
dades ecológicas de los planes mineros.
Se insiste de esta forma en ignorar desca-
radamente un enorme volumen de inves-
tigaciones, análisis, evaluaciones, datos y
experiencias, que dan rigurosa cuenta del
daño ambiental causado por este tipo de
emprendimientos en distintas partes del
continente y del mundo.
Conviene señalar aquí que la jugada pro-
pagandística minera en la que se han em-
barcado las caras visibles de la trama de
intereses que convergen en el gobierno
venezolano, se inscribe en la más reciente
reconfiguración de mercantilización de la
naturaleza a escala global, que tiene a la
Amazonía, desde Surinam hasta Venezue-
la, como blanco de la delirante fiebre del
oro. Un ciclo de producción de lingotes
cuyo telón de fondo está constituido por:
destrucción ambiental, aculturación de po-
blaciones locales, endeudamiento, sobor-
nos y tráfico de influencias, cooptaciones,
prostitución, enfermedades, alcoholismo,
masacres, explotación humana, despose-
sión territorial, desplazamientos forzados
y paremos de contar. Además en este esce-
nario interviene una panoplia de actores
que incluye a jerarcas civiles y militares,
banqueros, burócratas corruptos, pranes,
mafias, paramilitares, traficantes, aven-
tureros y trabajadores, quienes actúan
inmersos en una trama de micropoderes
entrelazada con el ámbito estatal nacional,
pero también conectada con circuitos de
acumulación y círculos de poder continen-
tal y mundial. Se trata de un nuevo Dora-
do que de esta forma se ha convertido en
uno de los más tenebrosos escenarios de
la fase actual de la globalización. Proceso
que se acompaña de un andamiaje comu-
nicacional al cual apelan el gran capital y
sus socios estatales, ante la imposibilidad
de seguir negando los graves impactos am-
bientalesgeneradosporelmododeacumu-
lación imperante y la necesidad de integrar
la multiplicidad de seres vivos y elementos
que forman parte de la Naturaleza en tanto
bienes escasos en el campo de las mercan-
cías. En este sentido, se inventan argucias
semánticas y se utilizan figuras retóricas
destinadas a mistificar las opiniones so-
bre las empresas y su accionar, vale decir,
desarrollo sostenible, economía verde,
ambientalismo de mercado, capitalismo
ecológico, crecimiento verde, etcétera. Di-
fundido por el discurso oficial, el maquilla-
je “ecologizante” del desastre local, regio-
nal y planetario que implica el proyecto del
Arco Minero del Orinoco, está en sintonía
con la lógica de esa conquista semiótica de
los ecosistemas y los seres que lo integran.
Peor aún, se compagina con el objetivo de
incorporar ciertas “etiquetas” ambientales
en el ámbito de la economía y los procesos
de producción, pero manteniendo intacto
el modelo extractivista depredador.
Cuando se habla de minería ecológica, se
recurre a un oxímoron, es decir, una figura
retórica y literaria que consiste en combi-
nar dos expresiones de significado opuesto
en una misma estructura.
Para justificar lo absurdo de esta
narrativa, se apela a la ideología
dominante que apuntala la creencia
según la cual la salud, y las
posibilidades de perpetuación de la
sociedad, derivan fundamentalmente
de la innovación científica y
tecnológica, que el progreso
alcanzado por el desarrollo
tecnológico es tan todopoderoso que
le permite al hombre imitar a Dios
al otorgarle el poder de convertir en
ecológicas hasta las prácticas más
depredadoras.
De esta manera, las soluciones ecológi-
cas que se ofrecen al gran público desde
el espacio mediático propagandístico,
conforman una vitrina de permanen-
te exhibición de insumos, artefactos y
modelos tecnológicos, cuyo sentido se
asocia a un pensamiento simplista que
se vuelve hegemónico, adormece la con-
ciencia, impone hábitos de consumo y
moldea estilos de vida que no se cuestio-
nan so pena de ser tildados como espíri-
tus atrasados, subdesarrollados y deses-
tabilizadores.
La promesa de poner en práctica una mi-
nería ecológica, es un supremo acto de-
magógico que encubre una intervención
de profundo y trágico irrespeto a los lí-
mites naturales, sociales y territoriales,
siendo completamente ignorante del de-
venir histórico, del conocimiento bioló-
gico, de valores éticos esenciales y del
principio de conservación. Si de verdad
queremos evitar el colapso definitivo de
nuestra nación, y a la vez la hecatombe
que puede dar al traste con la vida hu-
mana, sin desdeñar caprichosamente
de las contribuciones que la ciencia y la
tecnología nos aportan, en un marco in-
tercultural de diálogo de saberes, como
primer paso, necesitamos enfocarnos
democráticamente en la construcción de
una alternativa de sociedad a escala hu-
mana, culturalmente diversificada, con
una economía y una base tecnológica
respetuosamente ancladas en territorios
ecológicos específicos, donde la autono-
mía, la autosuficiencia y la solidaridad
sean pilares centrales de la vida en co-
mún.
7. DESMONTANDO LA FICCIÓN DE LA “MINERÍA ECOLÓGICA”
César Romero
La cantidad e intensidad de conflictos so-
cio-ambientales en América Latina es cre-
ciente y ha empezado a tener relevancia
política a escala nacional e incluso regio-
nal. Muchos de estos conflictos están aso-
ciados a actividades de explotación mi-
nera, que han resultado ambientalmente
catastróficas y socialmente críticas debido
a las dinámicas de criminalidad, violencia,
corrupción y represión que conlleva dicha
actividad. Estas disputas, invisibilizadas
por una década dorada de bonanza, se pro-
fundizan con un escenario actual de crisis
económica generalizada en los países lati-
noamericanos, dando paso al incremento
de territorios devastados, contaminados y
a franjas de miseria social cuyos núcleos se
encuentran en las zonas de extracción mi-
nera.
A pesar de tener un componente socio-eco-
lógico de suma relevancia, desde una mira-
da exclusivamente técnica, se intenta redu-
cir el debate sobre minería a lo meramente
tecno-económico para enfrentar las pro-
blemáticas inherentes a la misma, dejando
a un lado los impactos y transformaciones
culturales, socio-económicas y ambienta-
les que esta genera. Empresas y gobiernos
financian grandes campañas comunicacio-
nales para legitimar mega-proyectos mine-
ros, al tiempo que criminalizan, y en mu-
chos casos ridiculizan, graves denuncias y
propuestas alternativas de activistas socia-
les, ambientalistas y diversas organizacio-
nes que le oponen resistencia.
En este marco, el gobierno nacional ha in-
troducido una nueva terminología que se
plantea como mágica y salvadora a la vez:
“Minería Ecológica”. Aún cuando genere
indignación el alto nivel de indolencia dis-
cursiva que implica semejante construc-
ción lingüística, es imprescindible deba-
tirla a fondo. Más allá del caso particular
venezolano, la contradicción conceptual
está planteada a nivel planetario, sea con
“minería ecológica”, “minería responsable”,
“economía verde” o cualquier otro sintag-
ma de nuevo cuño.
Surge entonces la pregunta: ¿es posible la
minería “ecológica” o algo semejante? Las
reflexiones que siguen a continuación in-
tentan darle respuesta a ese interrogante.
Para evaluar este tema se considerarán as-
pectos técnicos, económicos, ambientales y
sociales, haciendo un recorrido inicial por
las fallas o accidentes mineros de mayor
impacto en la industria (DAM, Presas de
Cola), tomando en cuenta tanto sus causas
y características, así como las dimensiones
Foto: Eduardo Peña
8. 11 12
Minería Ecológica: una oferta engañosa Desmontando la ficción de la “Minería ecológica”
que han adquirido. Luego evaluaremos los
costos y pérdidas que pueden producir
este tipo de fallas en el mundo y, por lo tan-
to, en el país, para a partir de lo expuesto
visualizar el tema de la “minería ecológica”
y sus repercusiones. Finalmente se con-
trastarán las implicaciones socio-ambien-
tales y económicas de la minería, y se abor-
darán los debates actuales fundamentales
que puedan servir de orientación para el
buen desenvolvimiento del ser humano
como especie.
1. DAM: Drenajes Ácidos de Mina
Los drenajes ácidos de mina (DAM) se ge-
neran a partir de reacciones químicas que
ocurren entre el oxígeno, agua y rocas con
contenido de azufre. Los minerales sulfúri-
cos (sellados bajo tierra) se exponen al ser
removidos y triturados, producto de la ac-
tividad minera. La oxidación de minerales
como la pirita (bisulfuro de hierro, FeS2),
da paso a la formación de productos como
ácido sulfúrico (H2SO4) generándose así
los drenajes ácidos de mina. Esto a su vez
facilita la lixiviación de otros metales, por
disolución de los minerales que lo contie-
nen, incorporando otras especies metáli-
cas a los sistemas hídricos.
La presencia de minerales sulfúricos no
necesariamente implica que se producirá
ácido. Aunque los DAM no siempre ocu-
rren, si han sido un problema grave que ha
generado inconvenientes a las grandes em-
presas. El inicio y desarrollo de un drena-
je ácido es un proceso complejo, en el que
pueden pasar años desde que se produce
hasta que se hace evidente, cuestión que
dependerá de las características del yaci-
miento. Ahora bien, cuando estos comien-
zan las consecuencias ambientales para
los ecosistemas son desastrosas. Entre las
graves consecuencias generadas por los
DAM podemos mencionar: Contaminación
de afluentes cercanos (con metales que se
han disuelto), enfermedades crónicas en
las poblaciones aledañas y erradicación de
la biodiversidad acuática (fauna marina y
biota vegetal, bacteriana y fúngica) por los
bajos índices de pH. Una vez que se desen-
cadena el DAM, este puede mantenerse du-
rante décadas hasta que los sulfatos sean
extraídos completamente.
1.1 DAM en minería a cielo abierto
El mecanismo por el cual se generan los
drenajes ácidos en la minería a cielo abier-
to se produce de la siguiente manera: Sul-
furos quedan expuestos a la atmósfera en
las paredes de la mina y en aquellas zonas
fracturadas por las explosiones (desarro-
lladas en la construcción y explotación),
lugares en los que se genera la oxidación
de compuestos sulfurosos. Los óxidos de
sulfuro son “halados” por aguas subterrá-
neas o son arrastrados por corrientes que
caen a lo largo de las paredes de la mina,
para finalmente depositarse en lugares que
forman especies de piscinas (en espacios
donde el recorrido de arrastre se encuen-
tra con una pared de la mina). Durante las
sequías se produce una acumulación de
minerales secundarios, los cuales, depen-
diendo de sus características, pueden li-
berar metales, sulfatos y/o ácidos durante
las épocas de lluvia. Todo el mineral arras-
trado por el agua se acumula en la piscina
formada en el fondo de la mina, y el líquido
puede ser removido por bombeo, evapora-
ción o simplemente filtrarse en el sistema
natural de aguas subterráneas.
Figura N°1
Fuentes y mecanismos para el desarrollo del ARD en una mina cielo abierto: en operaciones (izquierda),
y luego de ser clausurada (derecha).
Las empresas argumentan que para evitar
la filtración del Drenaje Ácido de Roca (ARD,
por sus siglas en inglés) al sistema natural
de aguas subterráneas, se construyen po-
zos de desagüe que permiten concentrar
estas aguas contaminadas. Pero lo cierto
es que las empresas no pueden tener cer-
teza de que este mecanismo funcione bajo
cualquier circunstancia, ni tampoco pueden
controlar el flujo de agua subterránea en
todo momento. Más aún, porque durante
la construcción de las minas se alteran por
completo las condiciones de los afluentes
de agua superficial y bajo tierra, para darle
estabilidad a las áreas de trabajo y poder ac-
ceder al cuerpo de la mena (mineral del que
se puede extraer un elemento).
La construcción de una mina a cielo abierto
incluye un movimiento de enormes cantida-
des de tierra y dependiendo de su magnitud
y ubicación esta puede abarcar áreas con un
alto potencial para generar drenaje ácido, así
como zonas de roca caliza que naturalmen-
te pueden neutralizar ácidos. Por las pro-
piedades de neutralización que presentan
estas últimas, algunos sectores académicos
y científicos buscan escudar a las empresas
mega-mineras ante las denuncias ambienta-
les.Sinembargo,loqueseobviaesqueconel
transcurso del tiempo dichos suelos pierden
capacidades de amortiguamiento ante las
ingentes cantidades de ácidos que soportan
durante los años de vida útil de la mina. En
nuestro país esto sucede en el caso de las mi-
nas de Carbones del Guasare S.A. en el Zulia,
ya que investigaciones han corroborado al-
tos grados de contaminación en los ríos ale-
daños, así como el agotamiento de los suelos
y la pérdida de sus propiedades. (1)
Aunque pueden comenzar durante la
explotación de mineral, es evidente que
las consecuencias de los DAM serán
perceptibles una vez que se abandone
la mina. Sin mano de obra activa, sin
actividades de bombeo o control y
con todo el mineral sulfúrico liberado
a la atmósfera se pueden dar las
condiciones con mayor facilidad.
9. 13 14
Minería Ecológica: una oferta engañosa Desmontando la ficción de la “Minería ecológica”
1.2 DAM en minería subterránea
Para la minería subterránea se constru-
yen distintos niveles bajo tierra. Se perfo-
rará tantos metros de profundidad como
sean necesarios para extraer el mineral,
guiándose por estudios geológicos de los
yacimientos. Durante la construcción de la
mina se modifican las condiciones de los
afluentes naturales, con el objeto de remo-
ver el agua subterránea de las zonas traba-
jo mediante pozos de desagüe y mecanis-
mos de bombeo.
Al igual que en la minería a cielo abierto,
los sulfuros presentes en las paredes de las
minas o las zonas fracturadas quedan ex-
puestos al oxígeno atmosférico mediante
las entradas y conductos que se comunican
con la superficie. Esta exposición genera la
acumulación de productos de oxidación de
sulfuros, los cuales son arrastrados por la
entrada agua subterránea a la mina. Ade-
más de liberar metales, sulfatos y/o ácidos,
también se forman sustancias alcalinas
como carbonatos. El agua sale de la mina
por mecanismos de bombeo o por filtra-
ción hacia los afluentes subterráneos. Cabe
acotar que aparte de contener los elemen-
tos liberados por la minería, esta se verá
afectada por químicos introducidos du-
rante la actividad minera (diésel, lechada,
etc.) o por materiales para rellenar la mina
(pasta de colas, roca de desecho, etc.)
Figura N°2
Fuentes y mecanismos para el desarrollo del ARD en una mina subterránea: en operaciones (izquierda),
y luego de ser clausurada (derecha).
En el largo plazo, los tajos o instalaciones
subterráneas de las minas son cuantitati-
vamente más importantes que los depó-
sitos de desechos en lo concerniente a la
generación de drenajes ácidos (2). Al clau-
surar la mina y cesar los procesos de des-
agüe, esta se inunda progresivamente aún
cuando sea rellenada. La alta permeabili-
dad y porosidad presentes en la mina mar-
can caminos preferenciales para el flujo
de agua subterránea. Las zonas inundadas
previenen la oxidación, pero aquellas que
estén por encima de las áreas afectadas
por el aluvión serán fuentes de ARD a largo
plazo.
2. Las Presas de Cola
Cuando hablamos de los diques o presas
de colas nos referimos a grandes depósitos
de almacenamiento de residuos mineros.
Estos residuos pueden estar en forma de
lodos o mezclas líquidas de materiales fi-
nos, los cuales son transportados hacia las
instalaciones de almacenaje mediante duc-
tos, ya sea por gravedad o por bombeo. Es-
tos residuos contienen soluciones lixivian-
tes (como el cianuro de sodio en el caso del
oro y plata) y metales pesados producto de
la explotación y tratamiento del mineral.
Dependiendo del metal que se quiera ex-
traer, el contenido de estos desechos varía.
Cabe destacar que estas presas de cola
también son fuentes potenciales para la
generación de ARD, sobre todo cuando es
abandonada la mina. Todo lo cual consti-
tuye un peligro adicional al que de por sí
representa esta estructura. Los lodos son
separados de las fracciones de arena antes
de ser vertidos en el dique para evitar la
formación de ácidos. Sin embargo, si estos
se llegan a asociar en un tamaño de partí-
cula de esa fracción, puede darse un pro-
ceso de segregación con un alto contenido
de azufre, ocurriendo cerca del lugar de
descarga en la playa de la presa (observar
Figura N°3). El material con que es cons-
truida la presa, y las fuertes épocas de llu-
via, son dos factores que pueden incentivar
la generación del ARD.
Figura N°3
Fuente de Generación de Drenaje Ácido de Roca en una presa de cola. Cercano a la zona de descargue
del lodo.
10. 15 16
Minería Ecológica: una oferta engañosa Desmontando la ficción de la “Minería ecológica”
2.1 Fallas serias y… Muy Serias
Más allá de que se puedan generar drena-
jes ácidos en algunas zonas, por sí solas las
presas de cola simbolizan una amenaza am-
biental permanente. Estas gigantescas cons-
trucciones, que en ocasiones llegan a tener
mayoresdimensionesquelapropiamina,re-
presentan un alto riesgo para el ecosistema
y la salud de las poblaciones aledañas. Por
cuantoenlosdiquespuedenocurrirderrum-
bes, desbordamientos o derrames de mate-
rialque,dependiendodeltipodeyacimiento,
pueden contener metales pesados, arséni-
cos, sulfatos, nitratos o cianuros. Los magna-
tes de la minería y sus instituciones aliadas
afirman que gracias a los nuevos avances
tecnológicos se evitan completamente estos
incidentes, alegando que los accidentes mi-
neros se han reducido desde 1990. Esto últi-
mosólopuedeseradmitidodesdeunavisión
muysuperficialeinclusoengañosa,yaquetal
afirmación engloba todos los accidentes que
pueden generarse con la minería, al colocar
en el mismo nivel los incidentes de presa de
cola y aquellos que son inusuales.
Lo cierto es que los derrames y desborda-
mientos de los diques de cola son acon-
tecimientos que se reportan anualmente
en distintas partes del globo terráqueo,
llegando a ser una de las catástrofes am-
bientales de mayor impacto. A mediados
de 2015, Lindsay Newland Bowker y David
M. Chambers publicaron un estudio bas-
tante completo sobre los incidentes rela-
cionados con las presas de colas en las úl-
timas décadas. El trabajo titulado: “Riesgo,
Responsabilidad Pública y Economía de las
Fallas en las Instalaciones de Almacenaje
de las Presas de Colas”, presenta hallazgos
realmente sorprendentes y alarmantes.
Por ejemplo, afirma que desde 1990 una
decena de derrames de estas presas ha ge-
nerado la pérdida de 380 vidas humanas.
Los autores abordan estos accidentes ha-
ciendo énfasis en las fallas “graves” y “muy
graves”.Lasprimerassuponenderramessu-
periores a los 100,000 metros cúbicos (100
millones de litros) y posiblemente pérdidas
de vidas humanas; mientras que las fallas
muy severas involucran derrames superio-
res al millón de metros cúbicos (1000 mi-
llones de litros = 400 piscinas olímpicas), o
las que han abarcado un recorrido mayor o
igual a los 20 Km de distancia. Estas últimas
por lo general involucran un mínimo de 20
muertes. La investigación arroja que de 67
incidentes en presas de colas registrados
entre 1940 y el 2010, el 49% (33) de estos
han ocurrido desde 1990, es decir en los
últimos 20 años de ese período. Bajo este
marco resulta muy preocupante que el 63%
de estas eventualidades sean catalogadas
como graves o muy graves (3).
Lahistoriaestodavíamásalarmante,siseto-
man en cuenta las dos décadas comprendi-
das entre 1995 y junio de 2018. Para este pe-
ríodo se registraron 54 derrames por presas
de colas en países como: Brasil, EEUU, Perú,
Rusia, China, Finlandia, Zambia, Canadá,
Francia y Suecia, por nombrar algunos (Ver
Anexo N°1). Es decir, que para ese lapso de
tiempo se promediaron 2,25 fallas (graves o
muy graves) por presas de colas por año.
Debido a los grandes impactos que han ge-
nerado los DAM, los dueños de las empre-
sas se han comprometido públicamente a
solucionar la problemática. Se empeñan
en hablar de su compromiso, de sus bue-
nas intenciones y de ofrecer nuevas tecno-
logías: mejoras en las impermeabilizacio-
nes, controles estrictos, caracterizaciones
avanzadas de los yacimientos, entre otras
medidas. Es innegable la posibilidad de
desarrollar invenciones tecnológicas que
ayuden a reducir o paliar ciertos efectos,
pero estos avances quedan completamente
minimizados, al contrastarlos con los terri-
bles desastres ambientales ocurridos en los
últimos 20 años con el auge del extractivis-
mo. Se puede contar con amplios recursos
financieros y tecnológicos, pero cuando se
alteran y destruyen los ecosistemas, cuando
mueren personas inocentes y se afecta de
manera negativa la calidad de vida de miles
de habitantes, entonces nos damos cuenta
de que la realidad supera los discursos pla-
gados de promesas inciertas e incluso las
buenas intenciones que pudieran tener al-
gunos individuos que participan en proyec-
tos mineros. En EEUU (1998), específica-
mente en Dakota del Sur, hubo un siniestro
en la presa de cola de la mina Homestake, y
más de 6 toneladas de colas contaminadas
con cianuro se derramaron al arroyo Whi-
tewood, contaminando las aguas y matando
toda la fauna y flora de la zona.
3. Daños extremadamente costosos
Como vemos, ni la minería a cielo abierto ni
la minería subterránea llevada a cabo por
las compañías mineras, escapan de un fuer-
te impacto ambiental y posibles desastres
de este tipo. Además del área de explotación
del mineral, ambas requieren gigantescas
zonas de acumulación de desechos sólidos
colocados en las escombreras (instalacio-
nes de almacenaje de roca de desecho) y
líquidos recolectados en las presas de co-
las. Como ya hemos visto, tanto las minas,
como las presas y las escombreras pueden
llegar a ser fuentes activas en la formación
de drenajes ácidos. Aunque se pueda, en
casos excepcionales, reducir los impactos,
la contaminación sigue existiendo y repre-
sentando daños irreparables a largo plazo.
Tan es así que la INAP (Red Internacional
de Prevención de Ácido), institución a la
que están adscritas grandes transnaciona-
les de la minería, reconoce que es crítico el
desarrollo de programas para la predicción,
prevención y manejo del ARD.
Al terrible impacto ecológico que generan
los fenómenos explicados hasta ahora, se
suma el hecho, para nada despreciable, de
que detener la propagación de inciden-
tes ocurridos o la restauración de zonas
afectadas cuando ello es factible, conlleva
enormes costos. La “remediación” de heca-
tombes mineras o por acumulación exorbi-
tante de residuos puede llegar a rondar los
miles de millones de dólares.
En la Tabla N°1, extraída de la investiga-
ción previamente citada, se observa que
solamente para 7 fallas de presas de cola
ocurridas entre 1994 y 2008, se estimaba
que las pérdidas y costos implicados eran
equivalentes a 3.799 millones de dólares
para el 2014.
Tabla N°1
Pérdidas y costos implicados en 7 fallas de presas de colas registradas entre 1994 y 2008
11. 17 18
Minería Ecológica: una oferta engañosa Desmontando la ficción de la “Minería ecológica”
Estosderramesofallasenlaspresasconlle-
van un costo promedio superior a los 500
millones de dólares, aunque pueden llegar
a sobrepasar los 1000 millones de dólares.
En el 2014, investigadores proyectaban 11
accidentes muy graves entre 2012-2020,
pudiendo representar montos superiores
a los 5000 millones de dólares. No obstan-
te, la catástrofe ambiental planetaria y el
nivel de extracción es de tal envergadura
que dichas aproximaciones han sido supe-
radas por la cruel realidad. Nada más entre
2012 y junio de 2018 se registraron 21 ac-
cidentes de considerable envergadura (Ver
Anexo N°1).
“Estas pérdidas, de acuerdo con los repor-
tes del comité de presas y las cuentas del
gobierno, son casi todo el fracaso de seguir
la práctica aceptada. Estas fallas son el re-
sultado directo del predominio creciente de
las TSF’s (instalaciones de almacenamiento
de colas) con una capacidad mayor a los 5
millones de metros cúbicos necesarios, por
los bajos tenores de mena y los altos volú-
menes de producción de mena requeridos
para atender o expandir un tonelaje deter-
minado al final del proyecto”. (4)
De la misma forma, las operaciones para
neutralizar parte del daño causado por los
drenajes ácidos representan cuantiosos
gastos. Tomando como ejemplo uno de los
múltiples casos en Canadá, país con un am-
plio historial de conflictos socio-ambien-
tales, se pueden comprender las dimen-
siones del asunto. En 1994 se reportaban
alrededor de 1800 millones de toneladas
de relaves y 700 millones de toneladas de
escombros generando ácido, para lo cual
se calculó un costo total de $5,250 millo-
nes destinados a planes de remediación.
Nada más para principios del milenio, se
estimaba que para resarcir daños y/o evi-
tar la generación de DAM eran necesarios
hasta $6 millones de dólares de inversión
anual durante las operaciones en la mina.
(5)
No se pueden acumular enormes
fortunas en capitales, y a la vez
desarrollar una actividad minera
que tenga un mayor respeto por los
ecosistemas y sus ciclos de vida. Esto
último implica invertir numerosas
cantidades de dinero, no solamente
para las investigaciones y estudios que
busquen evitar futuros desastres, sino
también para el reparo de los desastres
que ya han ocurrido.
Ya en el 2008 se estimaba que el coste glo-
bal total para la responsabilidad ambien-
tal asociada con ARD rondaba el pedido de
100.000 millones dólares $ (6), esto sin
tomar en cuenta las decenas de derrames y
accidentes ocurridos en la década posterior.
4. La falsa promesa de la “Minería
Ecológica”
Lo expuesto hasta ahora evidencia que
la denominada “minería ecológica”
no es más que un término absurdo y
falaz. Aunque se presente como algo
innovador, lo cierto es que resulta
ser un producto malintencionado de
las campañas diseñadas por lobbys
mineros internacionales que mediante
términos menos contradictorios,
pero igualmente propagandísticos
como “minería responsable”, intentan
legitimar la mega-minería bajo la
supuesta incorporación del ámbito
social y ambiental.
En la mayoría de los casos las variables y
consideraciones socio-ambientales que-
dan relegadas a un segundo plano, redu-
ciendo su vinculación al proyecto minero
mediante la aplicación de políticas asisten-
cialistas e inmediatistas plasmadas en los
denominados planes de remediación.
En las dos últimas décadas la retórica em-
presarial de minería a gran escala se ha
afianzado en una visión a futuro de “pro-
greso y desarrollo”, aunque cada vez se
perciben más alejados, y especialmente en
la aplicación de nuevas tecnologías y res-
tricciones que impedirían nuevos desas-
tres ambientales. Este nivel de seguridad y
certeza expresado por directores y geren-
tes, refleja la urgencia de crecimiento ex-
tensivo por parte de las grandes empresas
alrededor del mundo en búsqueda de nue-
vos y considerables yacimientos, principal-
mente para evadir impedimentos legales
promulgados en países occidentales. Tal
como lo expresa Joshua Karliner, fundador
de Corpwatch: “Las regulaciones ambien-
tales más estrictas en casa han colaborado
en la rápida expansión hacia otros países de
las compañías mineras de Norteamérica y
Europa” (7). América Latina ha sido una de
las regiones en las que este discurso pro-
misorio se ha difundido con fuerza, con
evidente complicidad de la institucionali-
dad estatal en los distintos países.
Los lobbys empresariales pretenden insta-
lar la matriz pública mundial de que si en
efecto se respetaran los reglamentos am-
bientales y se realizaran los estudios téc-
nicos correspondientes, la contaminación
y los efectos tóxicos a la salud quedarían
prácticamente descartados. Pero el cinis-
mo que transversaliza esa narrativa em-
pieza a encontrar su punto de agotamien-
to. Solo entre junio de 2017 y junio de 2018
ocurrieron 6 incidentes graves de presas
de cola en México, Perú, Brasil, Australia,
Israel y Liberia, de los cuales son respon-
sables diversos holdings mineros ¿Qué ex-
plicación pueden dar las corporaciones a
estos recientes acontecimientos después
de dos décadas de promesas?
En 1998, en el estado de Montana (EEUU),
se aprobó por consulta popular la iniciativa
I-137 que en su norma MCA 82-390 prohí-
be la construcción de nuevas minas a cielo
abierto de oro y plata por lixiviación de cia-
nuro en pilas o en tanques. Así mismo, cor-
tes judiciales en Grecia y Turquía han pro-
hibido el uso del proceso de lixiviación con
cianuro por los peligros para la población y
el medio ambiente. Por leyes aprobadas en
los respectivos congresos de países como
República Checa (2000), Alemania (2002)
y Costa Rica (2010) se ha vetado el uso de
cianuro y sus técnicas asociadas para mine-
ría en toda la extensión de sus territorios.
Estos métodos que se vienen prohibiendo
en distintas partes del mundo, son los que
aún aplican empresas como Barrick Gold
en América Latina, y los mismos represen-
tan la opción de “minería ecológica” para
la extracción de oro que viene ofreciendo
el gobierno desde la ejecución del proyecto
Arco Minero del Orinoco.
5. Rentabilidad vs. Supervivencia: El
Derecho a la Ganancia por encima del
derecho a la vida
El porqué de la incompatibilidad de la gran
minería con el equilibrio ecológico radica
en la lógica con que se manejan las trans-
nacionales mineras en la búsqueda de ren-
tabilidad y la acumulación de capital. Esto
se puede ejemplificar si se toma el caso del
Cobre, que es uno de los metales más im-
portantes en el comercio internacional.
Desde las primeras décadas del siglo XX, el
tenor (porcentaje neto de mineral econó-
micamente recuperable) de las menas de
cobre empezó a disminuir, al igual que ocu-
rría para las menas del resto de los meta-
les. Esta tendencia a la baja, se intensificó a
mediados de los 60’ manteniéndose hasta
nuestros días. Es decir, a medida que trans-
curre el tiempo hay menor cantidad de co-
bre en los yacimientos. Apenas se empeza-
ron a agotar los yacimientos con altísimos
tenores, las empresas mineras optaron por
explotar mayor cantidad de mineral para
no disminuir su producción de cobre y sus
niveles de acumulación de capital.
12. 19 20
Minería Ecológica: una oferta engañosa Desmontando la ficción de la “Minería ecológica”
Como se observa en la Gráfica N°1, a partir
de 1980 la explotación de menas de cobre
supera el tenor de las menas. Desde ese
momento,labrechadiferencialentreambos
factores ha crecido considerablemente.
Otro punto a destacar es que a partir de
1950 se abrió una brecha muy importan-
te entre la explotación del mineral (mena)
y la producción de cobre. Mientras que la
producción de cobre creció algunos miles
de millones de toneladas métricas entre
1960 y 2010 (llegando aprox. a 2.500 mi-
llones para ese último año), la explotación
de mena de cobre ha crecido en más de
500% en ese medio siglo, pasando de ron-
dar los 5.000 millones de toneladas métri-
cas a finales de los 60’ a llegar a cerca de
25.000 millones de toneladas en el 2010.
Expresando así la disparidad abismal exis-
tente entre estas dos variables.
Y desde 1980 el negocio le ha salido re-
dondo a las empresas mineras (Ver Gráfi-
ca N°2). Desde ese momento se instaló un
diferencial en el que el precio del metal
supera considerablemente al costo de pro-
ducción. Esa diferencia se ha mantenido.
Sumado a esto, las ganancias aumentan ex-
traordinariamente a partir de 2000 con un
alza en el precio del “commodity”.
Gráfica N°1
Producción de cobre vs. Porcentaje de Mena. Producción de cobre (rojo), producción de mena (azul),
tenor de la mena de cobre (verde)
Los recursos naturales se agotan, no son infinitos. Por ello para acumular cada vez más
capital y seguir produciendo las mismas cantidades, las compañías del sector deben ex-
plotar cada vez más. Y como se puede observar en la Gráfica N°3, los accidentes graves y
muy graves han aumentado vertiginosamente desde 1950 involucrando progresivamen-
te una mayor cantidad de toneladas de desechos.
Gráfica N°2
Producción de Cobre entre 1910-2010: Producción de cobre (rojo), producción de mena (azul), tenor de
la mena de cobre (verde), costo de la producción de cobre (amarillo), precio del cobre (marrón).
Gráfica N°3
Relación entre la producción de mena (verde) y las fallas severas (azul) y muy severas (azul oscuro). Se
toma en cuenta el Costo de producción de Cobre (amarillo) y Tenor de la Mena (rojo).
13. 21 22
Minería Ecológica: una oferta engañosa Desmontando la ficción de la “Minería ecológica”
Ninguna empresa minera arriesgaría su
rentabilidad por considerar las conse-
cuencias de su actividad. El desquicio por
atesorar inmensas fortunas las impulsa a
querer explotar todo lo que puedan. Este
ritmo de explotación y atesoramiento es
mucho más acelerado que los avances de
la ciencia. Por ello, en el fondo lo que está
en debate es ¿a quién beneficia la minería?
La explotación de los yacimientos minera-
les es una actividad de alto riesgo econó-
mico, ya que supone unas inversiones a
largo plazo que muchas veces se sustentan
en precios del producto minero sujetos a
altas oscilaciones. A su vez, la exploración
supone también un elevado riesgo econó-
mico, al conllevar gastos que solamente se
recuperan en caso de que la misma tenga
éxito y la explotación minera sea fructífera.
Más del 50% de los recursos del planeta ya
no se pueden reutilizar, los yacimientos con
altos tenores son escasos y el agotamiento
de los recursos hídricos es tan acelerado
que, hoy por hoy, se pone en cuestión si el
agua dulce es para el consumo de amplias
poblaciones o se destina para la actividad
minera, la cual consume enormes cantida-
des del líquido vital para su óptimo fun-
cionamiento. Para abordar el tema con se-
riedad, evitando que las medidas a tomar
no sean meros paliativos, es necesario que
como sociedad reflexionemos sobre las
siguientes cuestiones: ¿Cuáles minerales
necesitamos y podemos explotar, y cuáles
no? ¿cómo se van a explotar? ¿cuánto se
va a explotar? ¿en cuáles zonas del plane-
ta no se puede realizar actividad minera?
Finalmente, ¿para qué se va a explotar el
mineral? ¿para beneficiar a la sociedad en
su conjunto, ejerciendo el menor impacto
posible, o para seguir atendiendo a intere-
ses de grupos económicos transnacionales
y de multinacionales que sólo conducen al
endeudamiento de países y a la hipoteca
de territorios? No es un debate sencillo ni
existe una sola alternativa, pero dejar a un
lado estos temas a la espera de alguna sali-
da mágica es poner directamente en cues-
tión el futuro y estabilidad de las futuras
generaciones.
César Alejando Romero del Giudice. Ingeniero Metalúrgico y Ciencia de los Materiales de la Uni-
versidad Central de Venezuela (UCV). Accionante legal del recurso de nulidad del decreto 2248 (Arco
Minero del Orinoco) introducido en la sala político-administrativa del Tribunal Supremo de Justicia
(TSJ) en Mayo de 2016. Co-Autor de la investigación “Dinámica de la minería a pequeña escala como
sistema emergente” enfocada en los municipios del sur del estado Bolívar. Articulista del sitio web
www.aporrea.org, con publicaciones de artículos referentes a la mega-minería y sus impactos. Militante
de la organización política Marea Socialista.
(3) Newland Bowker, L. and Chambers, D.M. (Julio 21, 2015). The risk, public liability, & economics of
tailings storage facility failures. Disponible en: https://earthworks.org/cms/assets/uploads/archive/
files/pubs-others/BowkerChambers-RiskPublicLiability_EconomicsOfTailingsStorageFacility%20Fai-
lures-23Jul15.pdf
(4) Idem.
(5) Departamento de Pastoral Social de la Diócesis de San Carlos de Bariloche (Octubre, 2004). La mi-
nería del oro a cielo abierto utilizando la lixiviación con cianuro. Disponible en: http://www.incasur.org/
noticias/documentos/doc261_2.pdf
(6) Wilson, G. W. (2008). Why Are We Still Struggling Acid Rock Drainage? Geotechnical News. Disponi-
ble en: http://citeseerx.ist.psu.edu/viewdoc/download?doi=10.1.1.604.5591&rep=rep1&type=pdf
(7) Odriozola, V. (Enero, 2003). No todo lo que es oro brilla. Resumen de impactos ambientales de la mine-
ría de oro. Campaña de Tóxicos de Greenpeace Argentina. Disponible en: http://www.greenpeace.org/
argentina/Global/argentina/report/2006/4/no-todo-lo-que-es-oro-brilla.pdf
Figuras
Las Figuras N°1, N°2 y N°3 son extraídas de: INAP (Octubre 21, 2014). The International Network for Acid
Prevention Global Acid Rock Drainage Guide. Disponible en: http://www.gardguide.com/images/5/5f/
TheGlobalAcidRockDrainageGuide.pdf
Tablas
Tabla N°1. extraída de: Newland Bowker, L. and Chambers, D.M. (Julio 21, 2015). The risk, public liabi-
lity, & economics of tailings storage facility failures. Disponible en: https://earthworks.org/cms/assets/
uploads/archive/files/pubs-others/BowkerChambers-RiskPublicLiability_EconomicsOfTailingsStora-
geFacility%20Failures-23Jul15.pdf
Gráficas
La Gráfica N°1 corresponde a un informe de RAW MATERIALS GROUP para el Banco Mundial respecto a la pro-
duccióndecobre.Informede2006.Disponibleen:https://earthworks.org/cms/assets/uploads/archive/files/
pubs-others/BowkerChambers-RiskPublicLiability_EconomicsOfTailingsStorageFacility%20Failures-23Jul15.
pdf.Enelinformetitulado“ChinaCopperCon”de2015sepuedevisualizarcomoloexpresadoenlaGráficaN°1
se mantuvo en la década siguiente, con un incremento de la demanda de cobre y un agotamiento progresivo
de los yacimientos en el mundo. KITCO (Marzo 3, 2015). “China Copper Con”. Kitco (en línea). Disponible en:
https://www.kitco.com/ind/Mills/2015-03-06-China-Copper-Con.html [Consultado: Agosto, 2018]
Las gráficas N°2 y N°3 son extraídas de: Newland Bowker, L. and Chambers, D.M. (Julio 21, 2015). The
risk, public liability, & economics of tailings storage facility failures. Disponible en: https://earthworks.
org/cms/assets/uploads/archive/files/pubs-others/BowkerChambers-RiskPublicLiability_Economic-
sOfTailingsStorageFacility%20Failures-23Jul15.pdf
Referencias
INAP (Octubre 21, 2014). The International Network for Acid Prevention Global Acid Rock Drainage Guide.
Disponible en: http://www.gardguide.com/images/5/5f/TheGlobalAcidRockDrainageGuide.pdf
(1) Bello, C. L. (1985). Consideraciones Ecológicas de los Caños de la Región Carbonífera del Guasare del Es-
tado Zulia. Ediciones Facultad Experimental de Ciencias, Universidad del Zulia, Colección Ciencias Básicas
y Formales, 10. Maracaibo. pp 73. Disponible en: Biblioteca Central-CIDHIZ (ZUBCZ). ISBN: 980232110.
(2)Younger,P.L.(2002).Minewasteorminevoids:whichisthemostimportantlong-termsourceofpollutedmine
drainage?, United Nations Environment Programme, Mineral Resources Forum: Current Feature paper, p. 12.
14. 23 24
Minería Ecológica: una oferta engañosa Desmontando la falacia de la “Minería ecológica”
Anexos
Anexo 1
“Chronology of major tailings dam failure” (1960-2018). WORLD INFORMATION SERVICE ON ENERGY – URANIUM PROJECT. Última actualización: agosto 2018.
Cronología de las mayores fallas en presas de cola que se han registrado desde 1960. Para nuestro caso tomamos únicamente el período comprendido entre
1994 hasta el 2018. La información se encuentra disponible en el siguiente enlace: http://www.wise-uranium.org/mdaf.html
18. 1. ¿Minería ecológica en el Arco
Minero del Orinoco?
El problema con el término “minería eco-
lógica” es que no existe prácticamente una
actividad humana que no impacte el am-
biente, en función de lo cual este concep-
to resulta una contradicción en sí misma.
De entrada existe un impacto minero por
el solo hecho de llevar a cabo la actividad,
y esto es así también en otras actividades
como en la construcción de ciudades, en
la actividad ganadera, en la agricultura;
incluso el turismo denominado ecológico
afecta en algún grado ciertos comparti-
mientos ambientales, siendo nuestra Gran
Sabana uno de los territorios testigo de
esta aseveración. Las diferencias en todo
caso residen en la escala y el tipo de afec-
tación generado por cada actividad, y más
considerando que la minería tiene particu-
laridades con respecto a otras actividades,
como lo son: su valor localizado, es decir, la
extracción minera se hace en el sitio don-
de está el recurso, por tanto la afectación
debe realizarse ahí, independientemente
de la complejidad del ecosistema presen-
te; la segunda particularidad es su tempo-
ralidad dado que al terminarse el recurso,
la actividad cesa y el área se abandona; y
por último, el hecho de que la cantidad de
desechos generados superan en mucho la
cantidad de mineral aprovechado. Para te-
ner una idea de esto último, tomemos un
ejemplo sencillo: para extraer 1 kilogramo
de oro a partir de una mena con un tenor
de 16 gramos por tonelada, haría falta pro-
cesar 62.5 toneladas de material asumien-
do una eficiencia de 100% en el proceso,
generándose así 62.499 kilogramos de de-
sechos de material “estéril” por cada kilo
de oro obtenido, 62,49 toneladas de ma-
terial que deben ser manejados después
de la extracción. Resultaría por tanto más
razonable hablar en los casos en los que se
realice la actividad minera en una forma
razonablemente amigable con el ambiente
hablar de minería de bajo impacto, ya que
darle la cualidad de “ecológica” daría paso
a pensar que esa actividad va a favorecer
de alguna manera o que no afectará el eco-
sistema en el que se desarrolla, y esto no
es cierto, jamás ocurrirá. Desde esta óptica
lo más adecuado es hablar de minería de
alto impacto o bajo impacto en función del
grado de afectación que se generará y de
las medidas planeadas para el cuido y la
remediación de los compartimientos am-
bientales que vayan a ser afectados.
CONSIDERACIONES CLAVES PARA LA MINERÍA EN GUAYANA
Santiago Marrero
Foto: Eduardo Peña
19. 33 34
Minería Ecológica: una oferta engañosa Consideraciones claves para la minería en Guayana
Foto: Danny Franco
En el caso del Arco Minero del Orinoco, la
extracción se dará en terrenos de los más
antiguos del planeta, con edades compren-
didas entre los cuatro mil quinientos y
quinientos millones de años, con una altí-
sima biodiversidad producto de los equi-
librios alcanzados durante estos miles de
millones de años, lo que convierte a estos
terrenos en un sistema sumamente frágil.
Al romper ese equilibrio ecológico (que ha
llevado tanto tiempo establecer) es prác-
ticamente imposible restaurarlo a su con-
dición original, al menos en una escala de
tiempo humana, esto hay que tenerlo claro.
Igualmente hay que tener claro que no solo
existe un potencial minero en estas áreas,
también existe potencial hídrico estratégi-
co para la nación, potencial farmacológico,
potencial maderero, y otros, que podrían
colidir con la actividad minera. Aceptando
la necesidad de realizar la extracción del
recursoenestoscasos,la visiónderealizar-
la con el menor impacto posible debe ser
el norte a seguir pero teniendo claridad de
que no será una actividad ecológica. Será
una actividad con un impacto que puede
ser bajo o alto dependiendo del compro-
miso real del estado por llevar adelante los
planes de remediación necesarios durante
la explotación y al cierre de la mina.
Por otro lado, además de los aspectos técni-
cos que han sido hasta ahora los únicos con-
siderados, también se debe tomar en cuenta
elaspectosocialdela¨MineriaEcologica¨esa
parte de la renta minera dirigida al desarrollo
de planes asistenciales o asignaciones directas,
y la presencia de comunidades indígenas
previamente establecidas que pueden tener
intereses distintos a los de una empresa minera,
con otra vocación y relación con el entorno.
El contexto descrito genera que el ámbito
de control de posibles impactos sobre el
ecosistema sea una tarea compleja, con la
necesidad de estudios e inversión conside-
rable que permita desarrollar una actividad
minera con bajo impacto. Probablemente,
en terrenos donde no existen esas compleji-
dades y características sea posible desarro-
llar una minería de bajo impacto con mayor
facilidad. Si tomamos el caso del desierto de
Atacama en Chile, donde se desarrolla ac-
tividad minera de cobre y otros elementos
calcófilos es probable que tanto el estado
como las empresas y los habitantes tengan
menos problemas debido a la baja diversi-
dad biológica, a que la densidad de pobla-
ción es pequeña y a la escasa diversidad de
recursos más allá de los extraídos.
2. Consecuencias directas e
indirectas de la minería: ausencia de
estudios e instrumentos
Resulta importante tomar en cuenta
las denuncias ciudadanas y desarrollar
los estudios de impacto ambiental
y sociocultural. Es preciso hacer un
esfuerzo por predecir el nivel de
afectación que generaría la actividad
minera, tomando en cuenta en el
mismo nivel de importancia tanto
las consecuencias directas como
las indirectas. Cuando hablamos
de directas nos referimos a las
consecuencias propias de la actividad:
generación de polvo, afectación
de suelos y sistemas hídricos por
lixiviación de metales, contaminación
sónica, cambio del paisaje, entre
otros impactos que se deben prever e
incorporar a los planes de remediación
a medida que se desarrolla la actividad.
Por otro lado, las indirectas están referidas
a dinámicas como las posibles tensiones
entre los pobladores y la empresa minera
por conflicto de intereses, las migraciones
internas, o el surgimiento y propagación
de enfermedades.
Parte de los conflictos se acentúan precisa-
mente porque las instituciones estatales no
llevan a cabo esos estudios de impacto, las
empresas arrancan con la explotación sin
suficiente conocimiento del sistema a inter-
venir. Esto debe evitarse, deben tomarse las
previsiones correspondientes, tratando de
minimizar estos impactos, y esto solo puede
hacerse con organización y generando el co-
nocimiento necesario del sistema en el que
se quiere actuar. Si se hace un repaso histó-
rico de la minería en Guayana, podríamos
verificar que nunca ha habido una política
de explotación que sea realmente organiza-
da, ni a gran escala ni a pequeña escala. Esto
a pesar de que a finales de la década del 80’
empresas de cierto peso como Placer Dome
habían obtenido concesiones de explotación
enLasCristinasatravésdelaconstituciónde
la empresa mixta MINCA con CVG. Cristallex
también obtuvo concesiones del estado para
trabajar en este sector, ambas compañías
con todas las características necesarias para
emprender una minería organizada, sin em-
bargo al revisar la bibliografía sobre los estu-
dios de las áreas a intervenir y los planes de
remediación se puede verificar que fueron
pocos los casos en los que estos se presenta-
ron, y que más bien se expusieron propues-
tas generales basadas en experiencias lleva-
das a cabo en otros países.
Casi todos los países que tienen actividad
minera, han elaborado mapas metalogéni-
cos y geoquímicos que permiten orientar la
búsqueda de las áreas con mayor potencial
económico a bajo costo y con un bajo im-
pacto ambiental. Esta es una tarea urgente,
compilar la información que ha sido gene-
rada en investigaciones aisladas, depurarlas
y colocarlas en mapas para luego generar
los datos en las zonas donde existan vacíos
de información. En Venezuela tenemos un
mapa metalogénico pero de una escala muy
pequeña con información general. Tampoco
existe un mapa geoquímico que establezca
las concentraciones de elementos dentro
del territorio y que permita orientar la bús-
queda de posibles áreas piloto para la ex-
ploración de minerales metálicos o no me-
tálicos. Esos instrumentos, que representan
requerimientos que pueden llevarse a cabo
a costos mínimos para ejecutar una activi-
dad minera organizada y de bajo impacto,
no se han elaborado.
3.MineríaapequeñaescalaenGuayana
Encuantoalosimpactosdelamineríaapeque-
ñaescalaysuintensidadpodríamosvisualizar-
los al igual que en la minería a gran escala, es
decir: aquellos impactos relacionados a la eta-
pa de exploración y extracción, y aquellos que
ocurrenduranteelprocesamientodelmetal.
En algunos de los territorios
incorporados al denominado
proyecto Arco Minero del Orinoco
ya desde hace muchos años se ha
llevado a cabo la extracción de varios
minerales de interés económico por
parte de la llamada pequeña minería,
principalmente para oro y diamantes,
y las consecuencias ambientales
de la actividad han sido realmente
desafortunadas. Las prácticas de
búsqueda y extracción de estos
minerales usadas por el pequeño
minero son agresivas para varios
compartimentos ambientales.
20. 35 36
Minería Ecológica: una oferta engañosa Consideraciones claves para la minería en Guayana
El oro y el diamante tienen densidades su-
periores 2,89 gramos por centímetro cú-
bico, por lo que una vez liberados de las
rocas que los contienen son transportados
por las aguas en el mismo tipo de mate-
rial. Los sedimentos pesados, ya sea que
se acumulen en los cauces de los ríos o en
los sedimentos aluvionales o coluvionales,
los mineros proceden de manera similar
para separarlos de la matriz en la que se
encuentran.
Si están asociados a material detrítico o
gravas en el cauce de los ríos, una práctica
común del pequeño minero es el empleo
de chupadoras en algún área del río para
transportar sedimento desde el fondo del
río hacia la superficie y verterlo en un Tame
inclinado donde en función del equivalente
hidráulico de cada grano mineral se sepa-
ran los sedimentos pesados de los livianos;
en la fracción pesada el diamante se sepa-
ra manualmente y el oro se amalgama con
mercurio. Esto crea un enorme impacto
en los ríos, tanto en la zona de extracción
como aguas abajo, ya que la remoción del
material del lecho del río aumenta la car-
ga del material suspendido en la cuenca
hidrográfica, además de afectar la fauna
acuática presente, sobre todo aquella que
depende de la visión para mantenerse viva.
Aparte de la carga de sedimentos está el
problema del uso indiscriminado del mer-
curio, que al ser evaporado es inhalado por
el minero afectando directamente su salud.
Al evaporarse, el mercurio pasa a la atmós-
fera en la cual es transportado e incorpora-
do a suelos y aguas.
Si están asociados a material aluvional o
coluvional se emplean mangueras que ex-
pulsan agua a alta presión para remover
el material y posteriormente se usan las
chupadoras y tames en un proceso similar
al descrito antes, solo que ahora la canti-
dad de material fino es mucho mayor por
lo que el impacto relacionado a la incor-
poración de sedimentos suspendidos al
cauce de los ríos cercanos se acrecienta. El
impacto es grande ya que son toneladas de
material removido, perdiéndose los sue-
los y la vegetación y generándose grandes
cantidades de material fino que al final del
proceso terminan en un afluente cercano.
Por ejemplo, este fenómeno puede obser-
varse claramente en cuencas como las del
río Icabaru y del río Quebrada Amarilla.
Por otro lado, estos minerales podrían es-
tar contenidos en roca dura, vetas aurífe-
ras o diques de kimberlitas, en tal caso el
pequeño minero se convierte en un topo,
abre calicatas y túneles en busca de la veta
mineralizada y una vez encontrada la si-
guen a través de estos túneles. El material
es transportado hasta los molinos donde
es triturado y amalgamado para la extrac-
ción de oro, generándose en ese sitio, ade-
más de los vapores de mercurio, una gran
cantidad de desechos o colas constituidas
por material rocoso acumulado en la su-
perficie. Estos desechos se convierten en
una fuente potencial de metales hacia sue-
los y aguas por lixiviación. El paisaje lunar
en la localidad de Payapal es un ejemplo
del impacto de este tipo de procedimiento
realizado por la pequeña minería.
Estos impactos se pueden minimizar si se
organiza y se controla al pequeño minero, si
se ordenan y controlan las metodologías de
extracción, si se establecen los blancos ex-
ploratorios a partir de estudios más susten-
tados. No se debe disponer de instrumentos
extractivos de manera improvisada.
3.1. Extracción de oro y uso
indiscriminado de mercurio
En cuanto al procesamiento del oro, lo que
tradicionalmente se ha hecho es que los pe-
queños mineros han usado mercurio, a di-
ferencia de las grandes empresas que por
contar con el conocimiento y la infraestruc-
tura necesaria emplean cianuro por hacer
del proceso una actividad más rentable.
Los problemas con el uso de mercurio son
diversos y no se restringen al área de la ex-
plotación minera, ya que al ser evaporado
este elemento, aparte de ser respirado por
los presentes en la mina, se dispersa en la
atmósfera dirigiéndose posteriormente ha-
cia los suelos, aguas, organismos acuáticos
y a los humanos que consumen algunos de
estos organismos en un ciclo geoquímico
complejo en el cual se presenta en distintas
especies, algunas de las cuales son muy tó-
xicas como el metil mercurio.
El problema relacionado al mercurio se
puede disminuir con organización, acor-
dando con los pequeños mineros paráme-
tros para su empleo, como por ejemplo: el
empleo de campanas que permitan recoger
el mercurio en trampas que, colocadas en
los sitios donde se realice la amalgamación
del material impedirían que se disperse en
la atmósfera, trayendo incluso mayor be-
neficio económico al minero pues podría
reutilizarse. También eliminando en lo po-
sible su uso, utilizando las tecnologías ade-
cuadas. Muchas veces se usa mercurio en
material en el cual el oro podría extraerse
sin el uso de este contaminante, o en el cual
el oro puede pre-concentrarse reduciendo
significativamente las cantidades de mer-
curio utilizadas en el proceso.
4. Las dificultades de la minería a
gran escala
Con la minería a gran escala existen dos
posibilidades, que se haga a cielo abierto
o de manera subterránea. Cada una utiliza
técnicas de extracción distintas y por tanto
generan diferentes impactos y de diferente
magnitud a cada compartimiento ambien-
tal. La minería subterránea por ejemplo,
genera un menor impacto visual que la
minería a cielo abierto, también afecta en
menor cuantía a los suelos en el área de ex-
plotación, ya que el material trabajado se
encuentra a profundidad y el desmontaje
de suelos se reduce a las zonas donde se
construye la infraestructura necesaria, en
las entradas a las galerías y en la construc-
ción de las carreteras. Sin embargo, la ge-
neración de drenajes ácidos y la lixiviación
de metales pudieran ser impactos de con-
sideración ya que el material subterráneo
es sacado de sus condiciones de equilibrio
y es expuesto ahora al oxígeno y al agua at-
mosférica.
Si comparamos con la pequeña minería, la
construcción de presas de cola para verter
los desechos generados podría verse como
un impacto más acentuado en la minería
a gran escala, debido a la cantidad de ma-
terial procesado y a las dimensiones de la
construcción. Sin embargo, por estar lo-
calizado reduce la cuantía del impacto al
impedir que las colas y sus lixiviados sean
transportados hacia otros compartimien-
tos. En la actualidad estas presas consti-
tuyen un asunto delicado debido a que la
cantidad de desechos es, como ya se ha
mencionado, de las más altas entre todas
las actividades extractivas. Esto resulta
del agotamiento de los yacimientos a nivel
mundial, por lo que cada vez son más los
yacimientos de bajo tenor que se explotan.
Fuente: Mendoza (2012)
21. 37 38
Minería Ecológica: una oferta engañosa Consideraciones claves para la minería en Guayana
4.1 Caso Extracción de Aluminio
¿Qué hacer con los desechos acumulados? Ese
resulta uno de los grandes retos de la minería,
ya que los mismos deberían ser tratados para
que no se conviertan en un problema. El caso
de la extracción de aluminio a partir de la
Bauxita de Los Pijiguaos puede ser un buen
ejemplo de lo que debería hacerse. El pro-
ceso comienza con la extracción de la bau-
xita, una mezcla de oxihidróxidos de hierro
y aluminio, cuarzo y caolinita y otros mine-
rales. En esta parte del proceso además de
la contaminación aérea por polvo, el incon-
veniente más grave es el impacto sobre el
suelo y la vegetación, éstos son removidos
ya que se trata de una explotación a cielo
abierto. En este caso la empresa ha rea-
lizado estudios para tratar de recuperar
(una vez extraída la bauxita) parte de las
especies originarias, para lo que ha dise-
ñado bancos de acumulación del horizonte
superficial del suelo. En este horizonte es
donde están los macro y micronutrientes
y los microorganismos que constituyen el
soporte de la vida vegetal. Una vez cesa la
extracción de la bauxita en una área se co-
locan los suelos en los sitios donde fueron
removidos. Aunque los resultados no son
enteramente satisfactorios el problema
está siendo abordado durante la explota-
ción y esto es lo importante.
La segunda parte del proceso de obtención
del Aluminio implica transportar el mate-
rial bauxítico desde Los Pijiguaos a Puerto
Ordaz para obtener hidróxido de aluminio
con alto porcentaje de pureza. Durante este
proceso, llevado a cabo en las instalaciones
de CVG Bauxilum el problema ambiental
más notorio está en la generación de co-
las denominadas “lodos rojos”: suspensión
de material fino y licores cáusticos con va-
lores de pH comprendidos entre 12 y 14.
Se ha determinado que esta suspensión
de alta basicidad también contiene mate-
rial radiactivo y metales como antimonio,
arsénico y cadmio asociados. En este caso
también se han financiado estudios y se es-
tán estudiando alternativas, tanto para dis-
minuir la basicicidad de la suspensión de
lodos rojos, como para el aprovechamiento
del resto de los metales contenidos en el
lodo.
Dentro de las alternativas planteadas para
tratar los lodos rojos está la neutralización
con salmueras marinas (desechos genera-
dos durante la cosecha de las sal de uso do-
méstico) con el objetivo de llevar el pH bá-
sico de 12-14 a valores de 8, resultando en
un producto ambientalmente manejable
según la normativa ambiental venezolana.
Otras vías plantean evaporar las lagunas
de manera forzada, uso de las soluciones
en la saponificación de grasa para hacer ja-
bones, recuperación de metales como Ga-
lio, Hierro y radioactivos, y uso del lodo en
la remediación de suelos ácidos en áreas
cercanas.
Piscinas de lodo rojo en las orillas del río Orinoco,
Ciudad Guayana. Fuente: World Travel Server
Como se observa, el problema aunque
existe está siendo estudiado y se
está buscando una solución viable en
función de nuestras capacidades. No
es imposible. Se puede y debe buscar
la forma de tratar los problemas
inherentes a la minería ya que estos
son inevitables. La única manera de
evitarlos sería no extrayendo mineral,
que también es una posibilidad. Si
no se quiere invertir en tecnologías y
estudios de impacto entonces no se
debería permitir la explotación.
5. Cinco aspectos a considerar para
desarrollar una minería organizada
En la búsqueda de metodologías alternati-
vas para desarrollar una actividad minera
diferente y de bajo impacto, se debe hacer
una evaluación de cómo se ha desarrollado
hasta ahora esta actividad y qué debería
cambiar. Algunas realidades:
1) En torno a la ocupación económica ha
existido una anarquía tremenda desde los
inicios, incluyendo aquella desarrollada
formalmente por empresas nacionales o
internacionales.
2) Ha habido resistencia a la evaluación
de la relación costo beneficio tomando en
cuenta el aspecto ambiental. Ha habido re-
sistencia a la inversión relacionada a los
estudios y planes de remediación ecológi-
ca, así como problemas para hacer cumplir
la normativa ambiental.
3) El divorcio entre compañías-estado-ins-
tituciones académicas, ha deparado en una
completa descoordinación ejecutiva. Se han
desarrollado estudios aislados que por lo
general tienen poca o ninguna influencia
en el rumbo del desarrollo minero del país.
4) La falta de incentivos y recursos en los
centros de estudio e investigación relacio-
nados con el tema.
5) La ausencia de previsiones respecto a
las problemáticas que se puedan generar,
pretendiendo aplacar el problema de ma-
nera parcial e inmediatista una vez que la
planta se encuentra en funcionamiento.
6. ¿Minería a beneficio de quién? La
importancia de la variable ambiental
En términos netamente económicos, esta
actividad puede generar beneficios impor-
tantes a la nación. Para este año (2018) la
cifra que se espera entregar al Banco Cen-
tral de Venezuela solo por el arrime de Oro
está alrededor de los dos mil millones de
dólares, según declaraciones del Minis-
tro de Minería Ecológica, Víctor Cano. La
posibilidad de generación de este tipo de
riqueza a partir de la actividad minera es
indudable. Ahora, lo deseable es que esa
riqueza se transformara en otro tipo de
riqueza con incidencia social significativa,
que paralelo al desarrollo de la actividad
minera exista un desarrollo del bienestar
para la región expresado en mejor calidad
de vida. Que exista inversión real en salud
y educación, y que parte del beneficio de
esta explotación permita el desarrollo de
otras actividades no temporales para que
cuando se cierre la mina la región no se
convierta en un erial, y por supuesto que
se incluya al medio ambiente como uno de
los entes entre los cuales se debería repar-
tir ese beneficio.
Si realmente es necesario explotar
algunas áreas nuevas de la zona
denominada como Arco Minero del
Orinoco a fin de obtener los ingresos
necesarios para el buen funcionamiento
del estado Venezolano, esta debe
ser realizada de manera organizada,
orientada por el conocimiento de
los depósitos a explotar, por el
conocimiento del entorno de este
depósito (del entorno geológico y
biológico) y de la manera en que
se realizará la sincronización de
explotación y remediación de las
22. 39 40
Minería Ecológica: una oferta engañosa Consideraciones claves para la minería en Guayana
Santiago Marrero. Geoquímico, profesor investigador del Instituto de Ciencias de la Tierra - Univer-
sidad Central de Venezuela (UCV). Jefe del Laboratorios de Prospección Geoquímica del ICT y Jefe del
Laboratorio de Rayos-X de la UCV.
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Logsdon, M. J., Hagelstein, K., y Mudder, T. I. (2001). El Manejo del Cianuro en la extracción de Oro. Pu-
blicación del Consejo Internacional de Metales y Medio Ambiente. Disponible en: http://www.panora-
maminero.com.ar/ICMME.pdf
áreas afectadas. La propuesta es que mientras se genera este conocimiento en estas
nuevas áreas pueden explotarse las zonas que ya están afectadas y en las cuales
existen aún muchísimo recurso mineral. Se debe hacer énfasis en un marco legal
que contemple la temática ambiental y estudios correspondientes al momento de
firmar concesiones y contratos y la manera de hacer cumplir con estas obligaciones.
De lo contrario seguiremos repitiendo los mismos errores del pasado, con el
consecuente saldo negativo de pobreza y violencia para la mayoría de los actores en
el teatro de la minería.
Mendoza, Vicente (2012). Geología de Venezuela Tomo I. Evolución geológica, recursos minerales del
Escudo de Guayana y revisión del precámbrico mundial. Bogotá, Colombia, Gran Colombia Gold Corp.,
2da ed. Disponible en: https://es.scribd.com/document/337234555/2012-Mendoza-Vicente-Geolo-
gia-Venezuela-Tomo-I-GUAYANA
Oyarzun, R. y Higueras, P. y Lillo, J. (2011). Minería ambiental: una introducción a los impactos y su
remedación. Manual. Ediciones GEMM-Aula2puntonet. Disponible en: https://eprints.ucm.es/14046/
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en la neutralización de los residuos producidos por la refinería de bauxita de Los Pijiguaos. Edo Bolí-
var, Venezuela”. Primer Congreso Venezolano de Geoquímica. Facultad de Ciencias, 24-28 de Noviembre
2014, UCV, Caracas
Nota de Prensa de AVN En Correo Del Orinoco, 14 de Junio del 2018.
23. ENTREVISTAAALEJANDROÁLVAREZ
Gloria Carucci
Gloria Carucci: ¿Qué opinas tú de la
“Minería Ecológica”?
Alejandro Álvarez: “Minería ecológica”
es un concepto absurdo, es como hablar
de bombardeo humanitario. En algunos
países que aceptan y propician la minería
como parte de la economía del estado, se
ha logrado un nivel aceptable de regula-
ción; pero toda minería genera daños muy
altos. No hay minería ecológica en ninguna
parte del mundo, ni siquiera en los países
donde esa actividad está bajo regulaciones
muy grandes. De hecho, la minería es una
actividad insustentable. Porque simple-
mente las vetas se acaban, y en el momento
en que la mina deja de producir, la misma
se abandona, y toda la infraestructura de
la comunidad alrededor es frecuentemen-
te abandonada. Generalmente dejando una
serie de pasivos ambientales, daños socia-
les, e incluso daños culturales.
Por otra parte, Eduardo Gudynas plantea
en su libro más reciente que existe una
relación clara entre extractivismo y co-
rrupción. Se ha demostrado que en todo el
mundo, incluso en los países de mayor ni-
vel económico, los grupos mineros pueden
llegar a influenciar en las políticas públicas
e incluso en las elecciones presidenciales.
Tenemos como ejemplo, en los EEUU el
caso de los hermanos Koch, empresarios
mineros del carbón, que tuvieron una in-
fluencia importante en la campaña de Do-
nald Trump y sobre los grupos negacio-
nistas del cambio climático. Asimismo, en
muchos países existen denuncias graves
de la relación entre extractivismo y co-
rrupción. Entonces, tú no puedes pensar
en desarrollo sustentable, y en la susten-
tabilidad ecológica bajo un sistema basado
en el extractivismo.
Yo no estoy en contra de la minería per se.
Es un asunto de realismo. En el sentido de
que gran parte de las cosas nacen de algún
tipo de actividad minera. Pero creo que
para regular esa actividad se necesita de
regímenes sólidos y democráticos, donde
la sociedad civil tenga una capacidad real
de hacer auditoría sobre lo que está ocu-
rriendo en las zonas mineras, a la vez que
“No se puede pensar en desarrollo sustentable bajo un
sistema basado en el extractivismo”
24. 43 44
Minería Ecológica: una oferta engañosa Entrevista a Alejandro Álvarez
el Estado tenga capacidad política y téc-
nica para imponer regulaciones, en parti-
cular de ordenamiento territorial, y bajo
unas normas de lineamientos político-éti-
cos que impliquen medidas como acordar
áreas que no deben ser intervenidas con
actividades extractivas sin importar lo que
haya debajo del suelo. Cuando no se tienen
esas condiciones surgen las contradiccio-
nes: Uno de los peores casos en América
Latina lo tuvimos en el gobierno de Rafael
Correa, donde se aseveró que no iban a to-
car jamás el Yasuní, pero al final de su man-
dato dio órdenes para que se otorgarán
concesiones para la explotación petrolera
dentro de ese territorio.
Gloria Carucci: ¿A qué te refieres con
Ordenamiento Territorial?
Alejandro Álvarez: El ordenamiento te-
rritorial es un proceso político-técnico que
se hace desde el Estado. En su ejecución
técnica implica la descripción a distintos
niveles de un territorio de sus caracterís-
ticas, recursos existentes, potencialidades,
capacidades y limitaciones con el fin de po-
der tomar decisiones sobre el tipo de acti-
vidades pueden desarrollarse en ese espa-
cio y bajo cuáles condiciones. Ese proceso
está establecido claramente en la Constitu-
ción Nacional y en la legislación venezola-
na. Esta técnica de planificación ambiental
se realizó en Venezuela durante muchos
años, quizás de forma insuficiente, pero
buena parte de las de Áreas Bajo Régimen
de Administración Especial, faltando los
planes a nivel municipal y nacional. Estos
planes eran la base para toda la permise-
ría ambiental necesaria para desarrollar
actividades que implicaran deterioro del
ambiente, fuesen petroleras, mineras o de
construcción.
El ordenamiento del territorio es un pro-
ceso técnico, muy profesional y complejo y
por supuesto sometido a presiones econó-
micas y políticas, pero a pesar de ello se lo-
gró una buena base de trabajo para la pla-
nificación territorial del país. Esta acción
del Estado se vio reflejada en la importante
superficie del país bajo protección en for-
ma de Parques Nacionales, y Monumentos
Naturales. Asimismo se decretaron zonas
de aprovechamiento tales como: lotes bos-
cosos, reservas forestales y reservas hi-
dráulicas; pero bajo determinadas normas
y criterios de sustentabilidad y de control
en la zona.
Por supuesto que no fue un proceso per-
fecto, ni ideal. Los sucesivos gobiernos ma-
nipularon sus resultados o ignoraron sus
recomendaciones para favorecer ciertas
acciones y grupos de interés. Pero aún a
pesar de los errores, me parece rescatable
el esfuerzo que permitió sentar las bases
tanto legales como técnicas para una polí-
tica de ordenamiento territorial del país.
Lo que ha venido ocurriendo en estos úl-
timos cinco años es la destrucción de to-
dos esos avances. Ya previamente se había
cometido el error de separar a nivel legal
el ordenamiento del territorio del ordena-
miento urbano, que son procesos necesa-
riamente solapados. Pero la situación en
este tema se hizo insostenible durante la
gestión de Farruco Sesto, que a partir del
lema “de que en Caracas caben 2 Caracas”,
se construyeron edificios en zonas que no
tenían ni la capacidad de agua, ni cloacas,
electricidad, colegios, ni el resto de lo que
legalmente se conocen como variables
urbanas. Por otra parte, el ordenamiento
territorial en Venezuela se comenzó a des-
mantelar desde mediados del año 2006,
cuando el presidente Chávez, en una alocu-
ción desde Los Venados (Aló Presidente N.º
257, junio de 2006), anunció que se reali-
zarían siembras de café dentro del Parque
Nacional Ávila (Hoy llamado Waraira Re-
pano) A partir de estas ideas se constru-
yeron viviendas en el Parque Nacional La-
guna de La Restinga, y el Parque Nacional
Médanos de Coro. Lo peor de todo, es que
tales situaciones dieron origen a permi-
sos de construcción y actividades dentro
de áreas protegidas incompatibles con sus
objetivos, muchas veces a través de proce-
sos corruptos.
Desde ese momento, el ordenamiento te-
rritorial del país se comenzó a diluir y a
desmantelar la institucionalidad que lo
sustentaba. En el año 2014 fueron secues-
tradas gran parte de las competencias de
Inparques, desviándose dichas atribucio-
nes a los Ministerios de Turismo y de De-
fensa, lo que dio paso a un proceso acelera-
dodedestruccióndelordenamientodentro
de los Parques Nacionales (que era uno de
los más avanzados del país) Esta operación
destructiva continuó con la eliminación del
Ministerio del Ambiente en el 2014.
Gloria Carucci: Al inicio hablabas de
un tema interesante. La relación entre
minería y poder. Tomando en cuenta
la fuerte tensión entre ambiente y
economía. ¿Qué criterios establecerías
para los estudios de impacto ambiental
si la minería no va a desaparecer?
¿Cómo garantizar que no ocurra daño?
Alejandro Alvarez: No hay forma de ga-
rantizarlo. Lo que debemos buscar es con-
trolar la actividad. En este caso podemos
usar la idea de las plagas como analogía de
la forma como actualmente se hace minería
en Venezuela. Todos los que han estudiado
ecología saben que las plagas no se pueden
eliminar, sólo pueden ser controladas.
Gloria Carucci: ¿A qué te refieres con
“controlar”?
Alejandro Alvarez: Depende del punto de
vista que lo mires. Desde uno económico,
significa mantener su acción hasta un lími-
te en el cual económicamente no generas
pérdidas graves. Desde uno ecosistémico,
implica que la plaga no genere un daño
a los ecosistemas locales. Desde uno so-
cio-ecológico, que no pongan en peligro los
servicios ambientales de los cuales depen-
den las comunidades. Desde uno agrícola,
de que no genere daños a la siembra.
Cuando hablamos de control de la minería,
vale ese concepto clásico que tiene más de
60 años: “El máximo daño permisible”. Tú
aceptas la idea de que cualquier actividad
humana genera daños y el país debe deci-
dir cuánto daño es aceptable en función de
las ganancias generadas por el proyecto.
El problema grave que se ha tenido du-
rante muchísimo tiempo es que los costos
ambientales y sociales jamás entran en la
ecuación, sólo los aspectos económicos. Si
tienes una actividad económica que gene-
ra tantos millones de dólares al año y no
tienes la contrapartida de los otros costos,
lo único que ves es la ganancia. La verdade-
ra valoración ambiental nace de incluir los
costos reales provenientes del deterioro
ambiental y social que genera la minería o
cualquier otra actividad humana.
Gloria Carucci: ¿Cómo se pueden
evaluar los costos ambientales?
Alejandro Alvarez: Valorar la naturale-
za es un proceso muy complejo. La forma
simple de hacerlo es asignarle valor eco-
nómico a los servicios ecosistémicos. Eso
es un proceso enormemente difícil, porque
¿cómo le pones precio a la belleza y vida?
Gloria Carucci: ¿Y tú crees que esos
valores deben ser incorporados en la
evaluación?
Alejandro Alvarez: Claro, pero el proble-
ma es cómo hacerlo. En particular los que
nombré no es posible de ponerles precio,
son invaluables.
25. 45 46
Minería Ecológica: una oferta engañosa Entrevista a Alejandro Álvarez
Gloria Carucci: ¿Y qué tipos de valores
intangibles considerarías?
Alejandro Alvarez: Hay valores paisajísti-
cos que se pueden colocar en una variable
económica desde el punto de vista turístico.
Si quieres ver el paisaje de la Gran Sabana
o Canaima debes verlo en Venezuela, no
existe en ningún otro sitio. Ese entorno con
esos tepuyes solo puedes encontrarlo en
Venezuela. Eso tiene un valor desde el pun-
to de vista de quien quiera ver eso. A eso le
puedes poner un valor económico, pero hay
cosas a lo que no le puedes poner precio.
Por ejemplo, Europa atrae grandes cantidades
de turismo, entre otras cosas, por sus catedra-
les antiguas. Podemos cuantificar la cantidad
de dinero que generan esos bienes culturales.
Ahora bien, una catedral de 400 años tiene un
valor religioso y cultural imponderable. Igual-
mente, en nuestro caso ¿Cómo le pones precio
a los sitios sagrados indígenas o al valor de las
culturasindígenassobrelaidentidadnacional?
Asimismo, necesitas ponderar los costos
derivados del proyecto. Este es un proce-
so igualmente complejo ya que frecuente-
mente los impactos generados por un pro-
yecto, por ejemplo minero, son difusos, es
decir que no afectan sólo a personas espe-
cíficas, sino a grandes grupos de personas.
Por ejemplo, la contaminación por mercu-
rio derivada de la minería de pequeña y
mediana escala afecta a un porcentaje im-
portante de la población, tanto en los alre-
dedores de las zonas de explotación, sino
incluso en territorios alejados a la misma.
Igualmente, será necesario identificar y
darle valor a aquellos impactos que inci-
den sobre elementos relacionados con el
desarrollo del país y superan los límites
territoriales del proyecto. Por ejemplo, de-
bemos considerar el impacto de la minería
sobre la cuenca del Caroní, generadora de
la mayor parte de la electricidad que se
consume en el país, así como los daños so-
bre las cuencas que contienen el 80% del
agua disponible en Venezuela. Todos esos
temas hay que tomarlos en cuenta en un
proceso de ordenación territorial, para po-
der tomar decisiones sobre cuales elemen-
tos y territorios pueden ser modificados y
aquellos que no deben ser tocados de nin-
guna manera.
Estas decisiones no son sólo técnicas sino
que atañen a toda la sociedad, son políticas.
Son problemas que deben ser enfrentados
con cada vez más y mejor democracia. Sólo
una sociedad democrática con sólidos va-
lores ambientales puede enfrentar esos
desafíos.
En este sentido, yo tengo la hipótesis
de que el pensamiento y la acción
ambientalista sólo se desarrolla
en democracia. Eso puede verse
en la historia del desarrollo del
ambientalismo global. Es posible
postular que para que se desarrolle una
conciencia ambiental en una sociedad
son necesarias ciertas condiciones: El
desarrollo de una ciencia fuerte, libre,
comprometida y responsable; una
sociedad con capacidad real para incidir
en la toma de decisiones a través de la
participación, una prensa libre y una
sociedad educada. Esas condiciones
sólo se dan de manera completa en
democracia.
En particular es muy importante el tema
educativo. Sólo países con un nivel de
formación adecuada pueden encontrar
soluciones justas a los complejos proble-
mas derivados del desarrollo humano, en
particular el sustentable. Por lo contrario,
la ignorancia es un factor que favorece la
destrucción ambiental y por lo tanto el de
la calidad de vida de la población. Ya lo dijo
Bolívar: “Un pueblo ignorante es instru-
mento ciego de su propia destrucción”. Esa
frase sigue siendo totalmente válida.
Por eso, es que todos los gobiernos autori-
tarios del mundo, de izquierda a derecha,
desde Trump al gobierno de Venezuela
atacan a esos factores. Tenemos que en-
tender que la democracia es un proceso
de balances que impiden el desarrollo de
poderes excesivos en ninguna parte de la
sociedad. Y aquí volvemos a la idea de la
mina como poder. Uno que destruye y co-
rrompe. Por eso tiene que tener el control
de una sociedad participativa, educada,
científicamente empoderada y con liber-
tad de expresarse para ponerle límites a
los daños que genera.
Gloria Carucci: Alejandro, una última
reflexión sobre el ¿qué hacer con la
minería?
Alejandro Alvarez: No hay respuestas
simples a esa pregunta. Lo primero que
se le puede ocurrir a uno es prohibirla del
todo. Quizás en algunos casos habría que
hacerlo por los enormes costos que gene-
ra. Esa fue la idea detrás de la recién apro-
bada, en primera discusión, Ley que prohí-
be la minería en la zona delimitada por el
Arco Minero del Orinoco. Lo que no estoy
seguro es si esa ley sería aplicable en la
práctica, peor aún, si la misma no es discu-
tida y consultada con las comunidades de
esa región. Volvemos al tema de la demo-
cracia.
No es suficiente con tener buenas intencio-
nes y tomar decisiones que a primera vis-
ta suenan buenas, tales como crear Áreas
Protegidas o prohibir la minería.
En el primero de los casos tenemos un
antecedente importante en el caso de la
creación del Parque Nacional Caura, idea
que fue rechazada por las comunidades
indígenas presentes en ese territorio des-
de mucho antes de que esta ABRAE fuese
decretada. Las comunidades indígenas
argumentan que esa figura jurídica puede
impedir la realización de su derecho a la
demarcación de los territorios indígenas y
a su uso pleno de los mismos. Si ese proce-
so fuese menos “efectista” y si más efectivo
deberíamos buscar alternativas para la ad-
ministración de áreas protegidas por parte
de las comunidades que existen dentro de
las mismas. Esto ya se ha probado en diver-
sas partes del mundo.
26. 47
Minería Ecológica: una oferta engañosa
HISTORIARECIENTEDELAMINERÍAENIMATACA:RESISTENCIAS
Dorixa Monsalve Dam
Inicio de la destrucción de la densa selva de Imataca. Hoja de Lata, 2009
Crédito: J. Lozada
¿Qué se va a hacer con los mineros?
¿Qué alternativas se le pueden ofrecer?
En particular porque muchos de ellos son
personas pobres que fueron empujadas
a la pobreza y la desesperación, para
luego quedar bajo el control de las bandas
delincuenciales que controlan la minería.
Por otra parte, tienes el problema del in-
volucramiento de las propias comunida-
des indígenas en la actividad minera. Per-
sonas que expresan como algunos líderes
Ye´kuana que “El oro puede con todo” o “Si
yo tengo que pagar a precio de oro todo,
la gasolina con que me muevo, la comida,
la ropa… ¿lo puedo obtener de un conuco
tradicional?”, o en el caso de las comuni-
dades pemón de la Gran Sabana que sien-
ten que viven en una enorme precariedad
económica y la minería les permite tener la
capacidad de resolver algunos de sus pro-
blemas más urgentes.
No es fácil decirles a esas comunidades
que no van a poder hacer minería. Estamos
hablando de temas enormemente comple-
jos, humanos, económicos y sociales. Toda
la gente que dice: “Hay que sacar a los mi-
neros de allí”, no saben de qué están ha-
blando. Eso es un tema que no han podido
solucionar ni siquiera países que tienen
situaciones menos complejas que la vene-
zolana.
Pero la constatación de esas
dificultades no es resignación, ni
abandono. Es decir que las situaciones
difíciles necesitan de soluciones
creativas, serias y muy bien discutidas
y negociadas con todos los actores
involucrados. Pensando en voz alta,
deberíamos apostar a la creación
de modelos de sustentabilidad local
que impliquen la mezcla de recursos
sustentables de bosque y turismo con
otras alternativas posibles locales
que permitan ir avanzando hacia
modelos de vida económica, social, y
ambientalmente sostenibles ¿Cómo
se trabaja eso? Con paciencia, con
democracia, con conciencia, y a parte
de todo eso con mucha ética. Una ética
profunda, ética de la tierra, ética de la
gente y del respeto.
Existen excelentes antecedentes y expe-
riencias que podemos usar. Un caso es el
trabajo que se viene haciendo en comu-
nidades en El Caura donde se vienen pro-
moviendo procesos de participación y
formación con comunidades locales que
permiten acuerdos de conservación de
bosques, en los cuales la comunidad pue-
den extraer semillas de alto valor en el
mercado internacional. No es un trabajo
para nada fácil en nuestra realidad actual.
Pero es un camino muy interesante. Es el
único camino que tenemos ante la destruc-
ción total que nos plantea la minería que
destruye vidas, culturas e incluso a la pro-
pia democracia.
Alejandro Álvarez. Licenciado en Biología y Doctor en Ciencias. Ambientalista y defensor de los dere-
chos humanos ambientales. Coordinador de la Coalición Clima 21.
“Imataca posee árboles gigantes
que compiten con las aves por llegar al
cielo…”
J.C. Centeno
La Reserva Forestal Imataca (RFI) fue crea-
da por decreto presidencial en enero de
1963. Conocida con el nombre de “Selva el
Dorado”, se encuentra ubicada al sureste
del país, en la región biogeográfica Guaya-
na, al sur del Delta del Orinoco. Forma par-
te de los municipios Casacoima y Antonio
Díaz del estado Delta Amacuro y de los mu-
nicipios Sifontes, Padre Pedro Chien, Ros-
cio y Piar del estado Bolívar. Posee una su-
perficie aproximada de 37.500 km², siendo
la reserva forestal de mayor extensión del
país. El objetivo de creación es suminis-
trar la materia prima para la industria de
la madera nacional, sin menoscabo de las
demás funciones conservacionistas y su
aprovechamiento debe regirse por Planes
de Ordenación y Manejo (1).
Esta área concentra una de las biodiversi-
dades más ricas y variadas de Latinoaméri-
ca, debido a la gran diversidad de ecosiste-
mas que posee, siendo esta biodiversidad
parcialmente desconocida. El 80% de su
territorio se encuentra cubierto por va-
rias modalidades de bosques ombrófilos
de gran desarrollo, que contituye un gran
patrimonio forestal. Además, posee un te-
soro etnocultural de más de 29 mil habi-
tantes ancestrales de las etnias Pemón, Ka-
riña, Warao, Arawak, y Akawaio (1,2,3,4,5).
Cumple funciones de relevancia global y
regional en los procesos de regulación cli-
mática, en la protección de suelos y aguas
así como otros importantes servicios am-
bientales (3). Este territorio es también el
asiento de importantes reservas minerales
(principalmente oro y diamantes), de ma-
nera que al gran interés maderero se suma
el potencial minero, lo cual supone una do-
ble presión sobre la integridad de tan ex-
traordinarios y únicos recursos biológicos
y culturales (2).
Historia reciente de la minería en
Imataca. Resistencias
En el caso de Imataca, es necesario hacer
un recuento de la historia reciente “del
uso” de este espacio natural, para entender
la lógica de la explotación de oro “legal-ile-
gal” actual que se ha apoderado de grandes
áreas de la RFI.
27. 49 50
Minería Ecológica: una oferta engañosa Historia reciente de la minería
en Imataca: resistencias
La exuberancia del bosque natural en un sector al sur de
Bochinche
Crédito: Morales
En Venezuela, una Reserva Forestal es un
territorio boscoso, de carácter público, de-
limitado para la explotación sostenible y
permanente de madera con fines industria-
les, de acuerdo a un Plan de Ordenamiento
y Reglamento de Uso (PORU) (3). La explo-
tación se realiza normalmente a través de
concesiones forestales otorgadas por el es-
tado por períodos de 40 años, de acuerdo
con principios de manejo cuya intención
es garantizar la sostenibilidad de la activi-
dad industrial y la conservación del recur-
so explotado (3). Para el Observatorio de
Ecología Política de Venezuela, esta región
ha sido el epicentro de una pronunciada
conflictividad socioambiental que tiene su
origen en la decisión de convertir a la Sie-
rra de Imataca en reserva forestal (4). La
RFI, desde su creación hasta el año 1997,
no tuvo PORU, lo cual no fue impedimento
para el otorgamiento de concesiones fo-
restales y mineras en ese territorio. Para
el experto forestal, J.C. Centeno, en este
patrimonio forestal y de biodiversidad, ha
reinado la improvisación y la impunidad, y
se ha facilitado la corrupción a través de la
discrecionalidad con que funcionarios pú-
blicos tomaron decisiones sobre la explo-
tación de los recursos naturales de este te-
rritorio (5,6). De acuerdo a este experto, en
Imataca se ha venido repitiendo el patrón
de devastación de la mayor parte de las re-
servas forestales entregadas en concesión
en el resto del país, especialmente al norte
del Orinoco. Bosques centenarios se ex-
plotan como si fuesen minas, destruyendo
progresivamente las especies más valio-
sas, degradando los ecosistemas natura-
les y erosionando la sustentabilidad de la
actividad industrial. Además se han dado
concesiones mineras, que constituyen un
conflicto de uso con la figura de protección
y productividad de la reserva (5,6). Sin
embargo, J. R. Lozada, otro experto fores-
tal de experiencia en Imataca, indica que la
destrucción de los ecosistemas no ha sido
responsabilidad de la gestión forestal, sino
la expansión sin control y hasta auspicia-
da desde el gobierno, especialmente en las
últimas dos décadas, de la agricultura y
ganadería, prácticas con conflictos de uso
respecto a la vocación forestal del área (7).
En 1986 se formaliza el otorgamiento de
una concesión a la Corporación Venezola-
na de Guayana (CVG) para la explotación
de oro y diamantes en el sur de la RFI,
para explotar los yacimientos localiza-
dos principalmente entre Las Claritas, El
Dorado y el Alto Cuyuní. Otras concesio-
nes más puntuales habían sido otorgadas
en las adyacencias de San Martín de Tu-
rumbán y Bochinche (5,6). En 1992, un
informe del MARN-SEFORVEN indica lo
siguiente: “…el desarrollo de la actividad
minera de oro y diamantes en esta zona
está generando impactos negativos sobre
los recursos naturales. Cientos de hectá-
reas son depredadas diariamente, el cur-
so natural de caños y ríos es desviado y
envenenadas sus aguas con mercurio, se
talan árboles centenarios y la deforesta-
ción en las cabeceras de los ríos, viene
también acompañada con la destrucción
de la fauna acuática y silvestre” (8).
En 1997, cobra relevancia el cambio de uso
de la RFI, cuando el entonces presidente
Caldera, emitió el Decreto 1.850, contentivo
del Plan de Ordenamiento y Reglamento de
Uso, donde se destinaba un 40% para la ex-
plotación forestal y minera, estableciéndose
mecanismos para legalizar y promover el
crecimiento de concesiones mineras adjudi-
cadas de manera no cónsonas con la ABRAE
señalada (4,9,10,11). El Decreto asignaba 1.4
millones de hectáreas, el 37% de la reserva,
para la explotación minera en áreas parcial-
mentesuperpuestasaconcesionesforestales
(5,6,10). A través de un conjunto de medidas
sin precedentes y aparentemente desvincu-
ladas, la RFI fue repartida entre concesiona-
rios madereros y mineros, usurpando terri-
torios indígenas, violando el ordenamiento
jurídico nacional y contraviniendo acuerdos
internacionales en materia de derechos hu-
manos y de protección ambiental (5,6).
El Decreto 1850 generó inmediata resis-
tencia en las comunidades indígenas y en
diversos entornos políticos, académicos,
científicos, ambientalistas y de organizacio-
nes civiles (4,5,6,10,11,12). Fue promulgado
sin realizar una adecuada consulta pública
como establece la Ley Orgánica para la Or-
denación del Territorio y violando los acuer-
dos internacionales firmados por la nación,
tales como el Convenio de Diversidad Bioló-
gica y la Convención de Washington para la
Protección de la Flora, de la Fauna y de las
Bellezas Escénicas de los Países de Américas
(4,11). Sorprendentemente no contempló ni
reconoció los territorios indígenas. El trata-
miento de los derechos de las comunidades
indígenas es vergonzosamente deficiente, li-
mitándose a su importancia como “atractivo
turístico” y como mano de obra para los “de-
sarrollos” propuestos (6). Además, no sólo
se les ignoran sus derechos territoriales, se
les impide, explícitamente, la expansión de
sus actividades de subsistencia (Artículo 64,
Plan Ordenamiento) (6,9).
Desarrollo Endógeno en Bochinche, Reserva Forestal Imataca
Crédito: J. Lozada
La Federación de Indígenas del Estado Bo-
lívar emitió un comunicado el 9 de Junio
de 1997, en donde establece: “La reciente
aprobación en Consejo de Ministros del
Plan de Ordenamiento y Reglamento de
Uso de la RFI reafirma una vez más la polí-
tica discriminatoria y violatoria de los de-
rechos humanos de los pueblos indígenas
por parte del Estado Venezolano. Decreto
que cambia totalmente la figura de la reser-
va forestal de Imataca, dándole apertura a
la explotación minera, turística, industrial,
forestal y poblamiento, sin consulta e in-
formación alguna a los principales afecta-
dos, que son los pueblos indígenas Warao,
Arawako, Kariña, Akawaio y Pemón” (6).