El documento discute los enfoques cognitivos del aprendizaje y su división en cuatro partes. Explica que se ha utilizado este criterio para estudiar los procesos de enseñanza y aprendizaje en la universidad. Además, demuestra con evidencia científica que es posible y factible la auto y heteroevaluación y el autodiagnóstico de los estilos de aprendizaje.