A pesar de que se pierde mucho tiempo hablando sobre la muerte del libro y la obsolescencia de las bibliotecas, los libros y las bibliotecas son más importantes que nunca en el actual entorno digital y su importancia se incrementará a medida que diseñamos el futuro digital, siempre que lo hagamos de la forma correcta. Un camino es la comercialización excesiva, pero la otra forma es la democratización del acceso al conocimiento, pensando en un futuro en que la información será de dominio público. La Biblioteca Pública Digital de América, que se lanzó el 18 de abril pasado, es un ejemplo de las posibilidades de democratización. Es una red distribuida de las colecciones digitalizadas de las bibliotecas de investigación repartidas por todo E.E.U.U. y su objetivo es conseguir que el patrimonio cultural de América esté disponible de forma gratuita a todos los estadounidenses y de hecho a todos en el mundo.