1. México, 2 junio 2009
DISCURSO SOBRE VIOLENCIA
Discurso sobre Violencia
En el contexto de el 8 de marzo de 2005, se dio el siguiente discurso ante 300 mujeres de la comunidad de San
Juan Zitaltepec, con el apoyo de la Sindical de ese momento Belem Rodríguez.
Ese día se repartieron trípticos, se hizo un squech, y se recolectaron firmas para la creación de un centro de
atención a la violencia. El equipo fue presentado como representantes de MUJER*ES ya que la revista tiene
prestigio y reconocimiento en esta comunidad.
Y aunque para muchas y muchos hoy 8 de marzo, no sea más que un día cualquiera, para las que componen
este equipo de trabajo, es un día para hablar, levantar la voz, gritar, concientizar. Luchar para ejercer e
institucionalizar el derecho que tenemos las mujeres a vivir sin miedo, violencia, culpa, cargas, angustia e
incertidumbre. En general, luchamos por el derecho que tenemos a vivir con respeto, equidad, tolerancia,
salud, reconocimiento, goce y buen trato.
La actual campaña de conscientización está enfocada hacia la violencia de género, en ésta exigimos
el respetoque merecemoslasmujeres ya sea, al circularporla calle,al trabajarodesenvolvernosennuestras
actividades diarias, queremos centrarnos en la necesidad de recibir un buen trato, de hombres, mujeres,
instituciones, autoridades, servidores(as) públicos, transeúntes, transportistas, en fin un respeto de la
sociedad en general.
Un respeto que se olvida y atropella cada vez que somos victimas de algún delito, de esos en que más del
90% son sufridos por mujeres por ejemplo: violencia familiar, abuso sexual, violación, acoso, violencia
económica etc.
Estos delitos, la mayor parte de ocasiones, no son reconocidos como tal o bien son minimizados, ya sea por
autoridades, instituciones, personas que rodean a la victima o, por la misma persona que los sufre, lo cual es
preocupante, indignante e inaceptable, pues al parecer acciones como mirar de manera irrespetuosa, tocar,
agredir verbal o físicamente a una mujer en la calle, el hogar, la oficina, el transporte, la consulta médica,
durante la prestación de servicios públicos etc. Es un ejercicio considerado como “natural”, sin serlo, común,
sin importancia, en fin una travesura, aunque nuestras leyes y el sentir de las mujeres que son violentadas
diga que es un delito.
Aunado a lo anterior, tenemos que la legislación penaliza con más fuerza el robo de un celular, que
tocar a una mujer en la calle, es un delito considerado como menor, es decir es más grave robarte
unos cacahuates que violentar, insultar y agredir a una mujer. Además los trámites obstaculizan que
se lleve acabo rápida y eficazmente un juicio justo, por ejemplo, antes de que el sujeto agresor sea
sancionado, la mujer tiene que comprobar el delito, ¿tienes huellas visibles en el cuerpo?, ¿testigos?,
¿video?, ¿fotos? Etc.
Buenas tardes a todas y todos los y las
presentes, soy Maryvel Cruz Olguín,
pertenezco a un grupo de personas
interesadas en la defensa de los
derechos de las mujeres, para nosotras
este evento representa un triunfo
obtenido a fuerza de perseverancia y
trabajo.
2. En nuestro entorno la violencia parece algo
muy natural, sin embargo no lo es, es un acto conciente y decidido, el cual podemos controlar.
Sabemos que forma parte de un problema social; mal de muchos… justificación de tontos.
Yo defino la violencia como un acto de cobardía, ¿por qué?, porque no te estas defendiendo de
nada, estás atacando por que tú lo decides, y atacas a alguien que crees inferior y eso es una
cobardía, atacas y violentas a quienes no tienen la posibilidad de defenderse.
Es por eso que hoy venimos a denunciar de manera pública los actos violentos-cobardes que se
cometen en contra de las mujeres. Consideramos que es nuestro derecho y deber invitar a la
denuncia publica ó anónima, la violencia no debe ser algo que se oculte, pues eso es invisibilizarla y
entonces nos convertirnos en cómplices de ella.
Las que vivimos aquí parecemos estar estáticas pensando que la violencia contra las mujeres solo
existe y se ejerce en CD Juárez, pensar que aquí no pasa nada es mentirnos y mentir a nuestras
próximas generaciones.
La violencia de genero afecta a toda la sociedad, yo quisiera preguntar a ustedes ¿cuántas veces han
tenido que abogar para que su hijo no vaya a parar a la procuraduría acusado de violentar a una
mujer?, ¿cuántas veces su hija o ustedes mismas han pedido ayuda para salir de una situación de
violencia?, ¿cuántas veces han acompañado a sus hij@s al ministerio público para presentarse como
denunciantes ó denunciados?.
Nosotras no somos un grupo que solo critique y exija, proponemos un trabajo que comprometa a
la sociedad y gobierno de manera equitativa, estamos proponiendo reformas a las leyes, espacios,
una nueva sociedad que no sobre valore a hombres o mujeres, la propuestas es mirar a l@s demás
como personas, seres humanos que sienten trabajan, sufren, lloran, disfrutan, crecen y viven juntos
en armonía.
Muchas de nosotras hemos vivido algún tipo de
violencia, no estamos aquí para defender los
derechos de gente extraña que vive en Tumbuctú,
la violencia emocional, sexual, física y económica
están presentes en nuestra sociedad y las vivimos
todos los días, tú, yo, ella; las calles no son seguras
a ninguna hora del día para las mujeres, nuestros
agresores no tienen un horario único para hacerlo,
lo hacen todo el tiempo, no necesitamos salir a las
11 de la noche con una minifalda para ser
agredidas, o a las 12 del día y con el pants más
Viejo, igual nos han agredido diciéndonos
mamacitas o tocándonos, o en casa, nuestro
esposo nos ha dicho gorda, fea, fodonga etc.
3. No estamos dispuestas a seguir sufriendo humillaciones, malos tratos, vejaciones, abusos, rechazo
y violaciones a nuestros derechos humanos, cívicos y profesionales.
No vamos a tolerar que nuestras hijas, hermanas, sobrinas etc. Hereden una sociedad discriminativa
e injusta.
Las mujeres somos personas independientes, dignas, con deseos, necesidades, gustos y diferencias,
exigimos ser vistas y tratadas así (con derechos y obligaciones justas).
Muchas gracias!
Las mujeres no deseamos ser victimas de la violencia en las
calles, el hogar, la oficina o en ningún otro sitio.
Las mujeres no queremos ser vistas como mercancía
pornográfica, utensilios del hogar o como objetos sexuales.
Las mujeres no aceptamos toda la carga moral, afectiva y
económica de la familia.
Estamos luchando por vivir en una sociedad renovada y
equitativa, estamos a favor de la familia que respeta, quiere y
acepta a las mujeres como personas.