El diseño gráfico es una carrera saturada y mal pagada en México debido a la alta competencia y a que tanto diseñadores como el público en general no valoran adecuadamente la dificultad del trabajo ni el tiempo y esfuerzo requeridos. Adicionalmente, las universidades no enseñan a los estudiantes a cobrar de acuerdo al valor real de sus diseños. Para mejorar la situación, los diseñadores deben darle más valor a su profesión y demostrar a los clientes la calidad de su trabajo.