El resumen describe una disputa entre romanos y griegos para determinar si los romanos merecían leyes para su gobierno. Los romanos y griegos realizaron la discusión por señas ya que no se entendían sus lenguajes. Un romano rústico representó a los romanos mientras un sabio griego los representó. Intercambiaron varias señas que no se entendieron correctamente, interpretando amenazas en lugar de conceptos abstractos. El griego se retiró al ver que la discusión no llevaba a ninguna parte.