Cuando la soledad de mi corazón súplica por tu compañía. Cuando mis ojos cansados de llorar piden colirio celestial. Cuando todos los jardines se llenan de primavera y el mío permanece seco. Cuando el labio inicuo me golpea con el látigo de la mentira. Cuando el grito sin eco de mi espíritu se pierde en la noche silenciosa. Cuando la senda recta que orienta mi andar se vuelve abrupta y llena de amenazas.