El documento analiza la relación entre los signos, el lenguaje y la realidad a través de la figura de Don Quijote. Sus aventuras marcan el límite entre un mundo donde las palabras y las cosas se asemejan y un nuevo modo de relacionarse donde esa semejanza se frustra. Don Quijote representa el enfrentamiento entre la poesía, que junta los signos llenándolos de semejanzas, y la locura, que ya no ve diferencias entre el lenguaje y la realidad.