5. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
Printed in Peru
INDICE
PROLOGO......................................................................................7
LOS AUTORES................................................................................9
CAPITULO I
LA BUSQUEDA DE UN ECUMENISMO
DEL ESPÍRITU................................................................................13
A.Dr. Carmelo Álvarez. La búsqueda de la unidad entre los
pentecostales ................................................................................13
1. ¿Por qué es pertinente ser ecuménicos? ............................14
2. Hacia un “Ecumenismo del Espíritu” .....................................17
B. Dr. Bernardo Campos. Los Encuentros Pentecostales en
América Latina y RELEP..............................................................21
1. Los Encuentros Pentecostales .................................................21
2. La Red Latinoamericana de Estudios Pentecostales (RELEP)24
C.Obispo Richar Mendoza. El Foro Cristiano Mundial y el Foro
Pentecostal....................................................................................27
1. El Foro Cristiano Mundial.......................................................27
2. El Foro Pentecostal Latinoamericano.....................................30
CAPITULO II
PENTECOSTALISMO, UNIDAD Y MISION.............................33
A.Dr. Oscar Corvalán. Pentecostalismo, Ecumenismo y
Cristiandad en la primera mitad del siglo XXI.............................33
1. Los Pentecostales y el ecumenismo desde la teología y la
sociología .....................................................................................35
2. Desafíos y oportunidades del crecimiento de la cristiandad en
el mundo........................................................................................40
5
6. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
3. Interpretaciones del fenómeno Pentecostal chileno.................46
B.Dr. Expedito Ferreira de Melo. Unidad en la diversidad.........57
1. Posibles factores productores de la dispersión evangélica
actual.............................................................................................58
2. Modelos de Unidad..................................................................61
3. Unidad en la diversidad............................................................63
4. Factores de unidad...................................................................64
C.Dr. Darío López. La Ciudad y Nosotros: Misión de las iglesias
pentecostales en el mundo urbano................................................69
1. Luces y sombras de las grandes urbes.....................................70
2. La presencia pentecostal en las grandes urbes.........................73
3. Las tareas colectivas pendientes...............................................79
D.Mgr. Laura Saá. El Ayuno como un distintivo de la Identidad
Pentecostal....................................................................................87
1. Significado del ayuno................................................................89
2. El ayuno en el Antiguo Testamento...........................................90
3. El ayuno en el Nuevo Testamento. ...........................................96
4. El ayuno como distintivo en la identidad pentecostal.............100
CAPITULO III
EL FUTURO DEL PENTECOSTALISMO Y LA UNIDAD DE
LA FE..............................................................................................107
A.Dr. Luis Orellana. El Futuro del Pentecostalismo en América
Latina...........................................................................................107
1. Los predecesores del pentecostalismo en América Latina.....108
2. El origen y consolidación del movimiento Pentecostal en el
siglo XX.......................................................................................111
3. El pentecostalismo en América Latina de cara al siglo XXI..119
7. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
B.Dr. Norberto Saracco. Entre el Templo y el Río:
Pentecostalismo, Identidad y Futuro...........................................126
PROYECCIONES........................................................................133
CONCLUSIONES FINALES.......................................................138
PROLOGO
El libro que usted tiene ahora entre sus manos, es el fruto
de un Encuentro Continental de Pentecostales realizado en Lima,
Perú los días 08 al 10 de Octubre del 2011, fecha en que se
constituyó el Foro Pentecostal Latinoamericano.
En noviembre de 2010 se realizó en San José, Costa Rica
un encuentro preparatorio del encuentro del Foro Cristiano
Mundial (FMC) que habría de realizarse en Indonesia el año 2011.
Como en el encuentro de San José la participación Pentecostal
era menor del 10 por ciento, pensamos en la posibilidad de
organizar alguna instancia latinoamericana de Coordinación
Pentecostal. Este hecho fue apoyado favorablemente por el
secretario del FCM, el Dr. Hubert van Beek. Así fue que se
formó un petit comité que convocara a un encuentro continental
donde se recogiera el aporte Pentecostal a la unidad cristiana.
El Encuentro se realizó bajo los auspicios del Foro
Cristiano Mundial y tuvo como propósito analizar los
desarrollos recientes y los desafíos que enfrentan hoy las Iglesias
Pentecostales en Latinoamérica.
El capítulo primero toma nota de los múltiples esfuerzos de
los propios pentecostales a favor de la unidad de la iglesia, desde
los años 60 hasta nuestros días.
7
8. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
El capítulo segundo reflexiona sobre los aportes del
pentecostalismo a identidad pentecostal y la obra misionera de la
iglesia.
El capítulo tercero es, en realidad, una prospectiva relativa al
papel del Pentecostalismo en el marco del Foro Cristiano
Mundial. Aborda el tema de las prácticas ecuménicas y discute el
futuro del pentecostalismo en los posibles escenarios del siglo
XXI.
Como Foro Pentecostal Latinoamericano, nos anima la
imperiosa necesidad de trabajar por la unidad del cuerpo de
Cristo como contribución a la unidad del género humano. Una
manera de hacerlo es desde las distintas familias confesionales,
por lo que, como pentecostales, decidimos analizar las recientes
mutaciones religiosas en la Región e identificar los desafíos que
enfrentan los distintos actores sociales en el presente siglo.
Quiera el Señor animarnos con su Espíritu permanen-
temente a fin de que nos integremos como un solo cuerpo hasta
que El vuelva, y que el testimonio de unidad sirva para que el
mundo crea.
Obispo Richar Mendoza
Foro Pentecostal Latinoamericano
9. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
LOS AUTORES
Dr. Carmelo Álvarez, puertorriqueño, doctor en Teología,
historiador y pastor; miembro de la Red Latinoamericana de
Estudios Pentecostales (RELEP) Y de la Pentecostal Society of
Pentecostal Studies (Sociedad de Estudios Pentecostales, SPS) de
Estados Unidos. Actualmente es misionero-consultor de la Junta
de Ministerios Globales de la Iglesia Cristiana (Discípulos de
Cristo), en los Estados Unidos y Canadá, así como en la Iglesia
Unida de Cristo. Es además Asesor de la Unión Evangélica
Pentecostal Venezolana (UEPV) y miembro del Consejo
Nacional Pastoral de Venezuela. Ha trabajado en Estados Unidos
como profesor de Historia del cristianismo en el Seminario
Teológico Cristina, en Indianápolis, Indiana. Allí fue director de
estudios multiculturales y decano de los estudiantes. Además ha
sido profesor visitante en varias instituciones de educación
teológica en los Estados Unidos, Europa, Asia, Latinoamérica y el
Caribe. Fue también Rector del Seminario Bíblico
Latinoamericano, hoy Universidad. En reconocimiento a su
trayectoria la SPS (USA) le otorgó en marzo del 2012 el “Lifetime
Achievement Award”, con el cual reconoció su trayectoria,
aportes y logros en el estudio, la investigación y sus publicaciones
sobre el pentecostalismo, así como su solidaridad con los más
necesitados.
Dr. Oscar Corvalán V., chileno, doctor en Sociología, consultor
en asuntos ecuménicos para el Consejo latinoamericano de
Iglesias (CLAI) y World Council Of Churches (WCC) Es uno de
los ejecutivos del Foro Pentecostal Latinoamericano y miembro
de la Red Latinoamericana de Estudios Pentecostales (RELEP).
Es sociólogo, con postgrado en Universidad de Ginebra y
doctorado en educación Ph. D. U. de Toronto. Profesor del
Instituto de Investigación y Desarrollo de la Educación y director
ac. Magíster en educación basada en competencias de la
Universidad de Talca. Ha sido, además, director ejecutivo del
9
10. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
proyecto de rediseño curricular por competencias de los
programas de pregrado de la Universidad de Talca y asesor de
varias carreras universitarias de otras universidades.
Anteriormente fue responsable del diseño curricular de los
programas del Instituto Euro-Chileno de Turismo de la
Universidad de la Frontera. También, trabajó como asesor de
educación técnica en el Ministerio de Educación de Chile y del
Uruguay. Luego de su doctorado publicó El Aprendizaje en la
Industria bajo la edición de Cinterfor de Montevideo, Uruguay.
Ha escrito numerosos artículos sobre formación de jóvenes
desfavorecidos y educación de adultos. Desde inicios de los años
90 ha estado involucrado en la aplicación del enfoque por
competencias en la educación técnica, CFTs, Institutos
Profesionales y Universidades; ha sido investigador y evaluador
de proyectos Fondecyt y ha participado en varios roles en
proyectos MeceSup. Su interés principal investigativo radica en la
interacción entre el mundo del trabajo y el mundo de la
educación y los cambios que el primero induce en la educación.
Obispo Richar Mendoza, ecuatoriano, realizó estudios
teológicos en el Seminario Sudamericano de la Iglesia de Dios
(SEMISUD) Actualmente es Supervisor Nacional de la Iglesia de
Dios en Ecuador y el flamante Coordinador del Foro Pentecostal
Latinoamericano.
Dr. Bernardo Campos, peruano, doctor en Teología por la
Rhema University de los Estados Unidos; Master en Ciencias de
la Religión por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos;
Lic. En Teología por el Instituto Universitario ISEDET (Antes
Instituto Superior Evangélico de Estudios Teológicos) de
Argentina. Pastor Pentecostal durante 25 años y Profesor de
Teología en el Seminario Metodista del Perú, Seminario
Evangélico Peruano (Presbiteriano), La Facultad de Teología
Davar y la Facultad de Ministerios FAMIN (ambos de
orientación apostólica). Es uno de los miembros fundadores de la
Red Latinoamericana de Estudios Pentecostales (RELEP) y
11. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
actualmente es el Director del Instituto Elías para la Extensión
del Reino de Dios, en Lima Perú y editor del presente libro.
Dr. Luis Orellana, chileno, doctorandus en Estudios
Latinoamericanos por la Universidad de Chile; Lic. En Teología
por la Universidad Bíblica Latinoamericana (UBL) Es uno de los
miembros fundadores de la Red Latinoamericana de Estudios
Pentecostales (RELEP) y actualmente es el Director Centro
Evangélico de Estudios Pentecostales (CEEP) de Chile, así como
del Recinto de la Universidad Bíblica Latinoamericano (UBL) de
Costa Rica en Valdivia, Chile. Responsable de Publicaciones del
Foro Pentecostal Latinoamericano y editor del presente libro.
Dr. Darío López, peruano, se doctoró en estudios bíblicos en
el Oxford Center para Estudios de la Misión / Open University
de Inglaterra, donde completó una tesis sobre el tema de los
evangélicos y los Derechos Humanos en el Perú. Es pastor de
la Iglesia de Dios del Perú y se desempeña como profesor el
Centro Evangélico de Misiología Andino‐Amazónica (CEMAA)
en Lima, Perú. Es además el Presidente del Concilio Nacional
Evangélico del Perú y autor de varios libros en su especialidad. Se
ha desempeñado anteriormente como Director General de la
Asociación de Grupos Universitarios Evangélicos del Perú y ha
enseñado en varios países de América en seminarios y
universidades americanas. Recientemente ha servido en varias
comisiones gubernamentales que se ocupan de cuestiones de
derechos de los niños y la igualdad religiosa en el Perú.
Mgr. Laura Saá, ecuatoriana, profesora de Teología en el
Seminario Sudamericano (SEMISUD) de la Iglesia de Dios,
graduada de la Universidad Laica Vicente Rocafuerte de
Guayaquil; miembro de la Red Latinoamericana de Estudios
Pentecostales (RELEP).
Dr. Expedido Ferreira de Melo, brasileño, doctor en Teología,
por el Programa Doctoral Latinoamericano ("PRODOLA") en
11
12. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
Teología con especialidad en Escuela de Postgrado de Ciencias
Teológicas Universidad Evangélica de las Américas (UNELA). Es
el Superintendente Nacional de la Iglesia de Dios en Brasil
Dr. Norberto Saracco, argentino, con un Ph.D. de la University
of Birminghan, Inglaterra. Su tesis versó sobre la Historia y
teología del Movimiento Pentecostal Argentino (History and
Theology of the Argentinean Pentecostal Movement) Es Lic. en
Teología por la Universidad Bíblica Latinoamericana y en
Ciencias de la Religión por la Universidad Heredia de Costa Rica.
Pastor Iglesia Buenas Nuevas, miembro de la Fraternidad
Teológica Latinoamericana (FTL), y uno de los directivos del
Foro Pentecostal Latinoamericano. Es el fundador y Director de
la Facultad Internacional de Educación Teológica (FIET), antes
conocida como la Facultad Latinoamericana de Estudios
Teológicos (FLET). Unos años antes había igualmente
desarrollado similar ministerio en Costa Rica. El autor ha viajado
por los cinco continentes y ha sido un prolífico autor en temas de
Teología, la Misión de la iglesia y Discipulado Cristiano. Ha
producido además un cúmulo de otros trabajos, la mayoría de los
cuales pueden ser accedidos en la red. Sus libros sobre
Discipulado, Misionología y Teología son leídos en diferentes
idiomas en todo el planeta.
13. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
CAPITULO I
LA BUSQUEDA DE UN ECUMENISMO
DEL ESPÍRITU
A. Dr. Carmelo Álvarez. La búsqueda de
la unidad entre los pentecostales 1
Y si bien aún resta mucho por hacer, sin embargo existen múltiples
denominaciones pentecostales que van abriéndose poco a poco y el
'ecumenismo del Espíritu' se va imponiendo paso a paso para el bien
de las nuevas generaciones. Nosotros creemos que existe un
'ecumenismo del Espíritu', cuya base se halla en Ezequiel
37:1-10, y que no tiene nada que ver con los pactos humanos que
responden a intereses, sino a principios muy distintos. A Dios
gracias, muchas iglesias van adquiriendo un compromiso social frente
a un mundo de injusticias en todos los órdenes. Para el
pentecostalismo progresista, este compromiso es a partir del evangelio,
de otra manera la Iglesia sería una entidad filantrópica o de ayuda
mutua secular, que no tendría nada que ver con el compromiso de la
Iglesia que más bien surge del 'mandato bíblico'
---Dr. Gabriel O. Vaccaro 2
1 Aunque el Dr. Carmelo Álvarez no pudo estar presente en el
Encuentro, le pedimos su contribución para completar los antecedentes
de esa larga caminata del ecumenismo pentecostal. El Dr. Álvarez no
solo ha acompañado sino que también ha sido un ferviente animador de
las prácticas ecuménicas de los pentecostales en América Latina. El
artículo completo puede verse en Carmelo Álvarez, “Misión y Unidad:
Lo ecuménico en el Pentecostalismo Latinoamericano y Caribeño”,
Voces del Pentecostalismo Latinoamericano IV: 329-355. N. del E.
2 G. Vaccaro, Identidad Pentecostal, 43.
13
14. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
1. ¿Por qué es pertinente ser ecuménicos?
Quisiera resaltar, en este trabajo, el papel que ha jugado
la vocación ecuménica y la búsqueda de unidad del pueblo
pentecostal latinoamericano y caribeño. Ese llamado al
compromiso ecuménico está cimentado en profundas
convicciones cristianas. En esa búsqueda de unidad se hace
necesario resaltar cuatro convicciones fundamentales y una
motivación esencial: Las cuatro convicciones son: bíblicas,
teológicas, misionales y éticas. La motivación esencial es la visión
del Reino de Dios como anuncio del Evangelio y horizonte de
esperanza. La unidad que anhelamos es primicia y regalo en
Jesucristo; guía y presencia del Espíritu Santo, que junto al Padre
como fuente de inspiración y revelación, sostiene nuestra fe.
Los fundamentos bíblicos para hablar de ecumenismo
están sustentados en el uso mismo que se le ha dado a la palabra
oikumene: El mundo creado por Dios, habitado por sus criaturas y
sostenido por su amor (Juan 3:16). Esto es así porque Dios ama
su creación, la redime, la sostiene y restaura. En el Nuevo
Testamento se subraya esta idea de la tierra habitada, toda la
tierra, el mundo con todos sus habitantes. Se insiste en este
ámbito en que Dios manifiesta su amor y su voluntad (Lucas 4:5,
21:26; Hechos 17:6; 24:5; Romanos 8; 10:8; Apocalipsis 16:14). El
apóstol Pedro dice en su segunda epístola: “Pero nosotros
esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en
los cuales mora la justicia” (3:13). El vidente de Patmos dice en
Apocalipsis: “Yo hago nuevas todas la cosas”. (21:5)
Este es un horizonte de esperanza en una nueva tierra
que comenzamos a disfrutar ya. Son las primicias del nuevo
oikumene que Dios quiere. Es presente y futuro en la promesa
justa de Dios. Nos llama responsablemente a ser cristianos en el
mundo. La propia epístola a los Efesios subraya la unidad de la
Iglesia como una vocación de unidad, para cumplir la misión en el
mundo. Ese llamado es la más grande vocación de todas: Ser
llamados por la gracia de Dios, para cumplir en obediencia su
propósito. La Iglesia cumple una misión porque está vocacionada
15. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
a servir (Efesios 4:4). Esa vocación es un privilegio. Porque a
través de toda la Biblia Dios no ha dado testimonio de esa
constante búsqueda de unidad que Dios quiere y fomenta para
una humanidad dividida y ajena de su reconciliación amorosa. La
Palabra de Dios, entonces, es fundamento y guía de nuestra
vocación ecuménica, porque es revelación de Dios. Nadie nos
puede separar de Dios y su evangelio porque nos sostiene la savia
de su Palabra.
Hay un segundo criterio que es teológico: A partir de
nuestra fe, reflexionamos en lo que es menester creer y vivir. Nos
abocamos a estudiar, analizar, discernir, con el propósito de
comprender y aclarar, para avanzar en nuestro caminar en la fe.
La fe no es algo estático, necesita ser cultivada, ampliada e
iluminada por el conocimiento. Renovamos el conocimiento de
esa fe (Romanos 12:2). Al reflexionar comenzamos a distinguir,
separar lo que es auténtico de lo falso en nuestro peregrinaje de
fe. Una sólida teología de la unidad es un incentivo para un
compromiso ecuménico consistente y claro.
Hay, además, un factor fundamental: A través de nuestra
reflexión teológica disipamos el miedo y la incertidumbre,
desarrollamos conceptos, ideas y principios, que completados en
nuestra práctica cotidiana, nos ayudan a crecer, “siguiendo la
verdad en amor” (Efesios 4:15). Lo que se opone a la teología no
es el conocimiento, sino la ignorancia. La vida cristiana,
acrecentada por nuestras iluminaciones en la fe, es una
integración de mente y corazón.
El tercer criterio es misional. Jesús ora por sus discípulos
para que, enviados al mundo a testificar del amor de Dios y su
anhelo de unidad, sean guardados del mal, pero no quitados del
mundo (Juan 17). Es en este mundo lleno de divisiones,
conflictos, y fragmentaciones humanas, que Dios nos llama a
proclamar el testimonio de unidad (“Para que el mundo crea”).
Esa unidad de propósito y comunicación filial entre el Padre y el
Hijo, es ahora actualizada por la vida de los cristianos y cristianas
en el mundo, en la presencia consoladora del Espíritu (Juan 16:7).
15
16. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
Jesús, enviado de su Padre, nos envía como emisarios de su amor
al mundo.
Esa visión misionera los impulsó a la diáspora
evangelizadora. ¡Y no se olvide que este fue el mayor empuje
ecuménico que ha conocido la historia de la iglesia! Reconocieron
los límites geográficos y políticos de mundo, pero asumieron la
pertinencia del reclamo del Espíritu: “Y hasta lo último de la
tierra”, la oikumene de Dios (Hechos 1:8).
El cuarto criterio es ético. Como pentecostales decimos
vivir la ética del Espíritu. Ello implica no sólo el gozo del
Espíritu, más las exigencias para que en nuestra conducta y
compromiso actuemos responsablemente. Por eso asumimos lo
ecuménico como principio positivo. Ser ecuménicos significa que
en el Evangelio hemos encontrado la sabiduría del Espíritu que
nos invita a andar en su poder y propósito (Gálatas 5:25). Es
creer en el soplo del Espíritu que busca lo nuevo y promueve la
unidad: ¿No estaban “unánimes juntos”, los de la Primera Iglesia
Pentecostal de los Hechos? Recibieron el Espíritu Santo para
participar en la comunión los unos con los otros. Esa era la
fuerza que los unía. Ese soplo del Espíritu es fuerza creadora del
Dios trino, plasmada en una comunidad de bienes, llamada a
crear condiciones de justicia y bienestar para sus miembros. Esa
responsabilidad por lo comunitario era la mística de trabajo de los
apóstoles. Recuérdese que cuando en Hechos 6:1-7 se planteó la
necesidad de diversificar los ministerios, ellos actuaron con
responsabilidad abocándose a resolver el problema, en servicio a
la comunidad. El compartir las necesidades y el afrontar los
problemas era un principio ético vital.
La responsabilidad ética reclama una respuesta al por qué
de la acción social. No se trata de perder la identidad pentecostal
en los complicados e intricados vaivenes de la vida
contemporánea, ni diluirse en el activismo social inmediatista. Es
asumir un compromiso de servicio y entrega en nombre de
Jesucristo, quien invita a las iglesias pentecostales a sufrir y llevar
su vituperio “fuera de la puerta” (Hebreos 13: 12-14), en la
17. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
sociedad contemporánea tan carente de reconciliación, justicia y
paz.
2. Hacia un “Ecumenismo del Espíritu”
En las últimas décadas se ha dado--a nivel latino-
americano y caribeño e internacional--un proceso de diálogo
entre iglesias pentecostales e iglesias históricas protestantes, por
un lado y pentecostales ecuménicos y católicos carismáticos
ecuménicos, por el otro. Hay, además, una comisión reconocida
oficialmente por la Iglesia Católico-Romana que mantiene un
diálogo católico-pentecostal. Dos de los pioneros de este diálogo
han sido el pastor pentecostal David du Plessis, único observador
pentecostal en el concilio Vaticano II, y el padre Killian
McDonnell, benedictino norteamericano, reconocida autoridad
mundial en temas carismáticos.
El propio Consejo Nacional de Iglesias de Cristo en los
Estados Unidos lleva adelante un diálogo entre iglesias
protestantes y ortodoxas con iglesias pentecostales, siendo el
primer dialogo importante el de Pasadena, California en 1985.
Todas esas iniciativas llevan sus propias dinámicas y procesos,
pero tienen el común denominador de propiciar espacios inéditos
de diálogo y fecunda conversación ecuménica.3
Los acuerdos de cooperación entre iglesias pentecostales
de Argentina, Chile, Cuba, Nicaragua y Venezuela y dos iglesias
históricas de los Estados Unidos (Discípulos de Cristo y la Unida
de Cristo) se han ido ampliando e incluye el intercambio de
personal misionero, la colaboración mutua en programas de
educación teológica y programas de desarrollo comunitario.
Hay que destacar que dos iglesias pentecostales
latinoamericanas fueron las primeras en el mundo entero en
hacerse miembros del Consejo Mundial de Iglesias. Se trata de la
Iglesia Pentecostal de Chile y la Iglesia Misión Pentecostal de
3 Walter Hollenwegger, Pentecostalism. Origins and Developments Worldwide
(Peabody: Hendrickson, 1997), 350-366.
17
18. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
Chile que fueron aprobadas como miembros del Consejo
Mundial en la Asamblea de Nueva Delhi, 1961.
El proceso de unidad y cooperación pentecostal en
América Latina se remonta en realidad a la década de 1960 en
Chile cuando, después del terremoto, algunas iglesias
pentecostales de Chile comenzó a trabajar con otras iglesias en el
cuidado de las víctimas. Luego, un primer encuentro con los
líderes latinoamericanos pentecostales de varios países Tuvo lugar
en 1971 en Buenos Aires, Argentina. En 1978, con motivo de la
asamblea de las iglesias protestantes de América Latina Oaxtapec,
México, donde la idea de la creación de un Consejo
Latinoamericano de Iglesias fue tomando forma, los participantes
pentecostales continuaron conversaciones y varios pentecostales
participaron activamente en la formación del CLAI.
En efecto, fruto de ese trabajo un número significativo
de iglesias pentecostales vino a ser parte del CLAI (en formación)
en Oaxtepec, México, 1978. En la Asamblea Constituyente del
CLAI en Huampaní, Perú, 1982 esas iglesias ratificaron su
participación como iglesias fundadoras del CLAI. Otras iglesias
pentecostales se hicieron miembros del CLAI en la subsiguientes
asamblea generales de Indaiatuba, Brasil, 1988, Concepción,
Chile, 1995 y Barranquilla, Colombia, 2000.
A partir de 1971 se fueron dando encuentros
pentecostales pro-unidad: Argentina, 1971, México, 1978 (previo
a la Asamblea de Iglesias en Oaxtepec), San Cristóbal, Venezuela,
1978, Bogotá, 1979, Huampaní, Perú, 1979 (en el contexto del
CLADE II), Salvador (Bahía) Brasil, 1988, Buenos Aires, 1989,
Santiago de Chile, 1990, Sao Paulo, 1992 y Lima, Perú, 1994. De
todos esos eventos surgieron declaraciones y procesos de
continuidad que fueron fortaleciendo la CEPLA. Por esta razón,
la CEPLA ya ha realizado dos encuentros continentales de
mujeres, encuentros nacionales en varios países, ha organizado
CEPLAS nacionales y fortalecido una red de juventudes
pentecostales, producciones litúrgicas y diálogo entre las iglesias
19. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
pentecostales y otras confesiones cristianas.4
Estos procesos
complejos y con muchos obstáculos aportan una praxis
ecuménica que logra la acumulación de una experiencia que más
allá de los rechazos y prejuicios avanza y cobra consistencia.5
La propia frase ecumenismo del Espíritu ha venido a ser
como una seña y signo de una experiencia que se va viviendo y
gestando. Algunos ven que la frase encierra,
Un ecumenismo del Espíritu que, aunque no determina formas
institucionales, ni compromisos estructurales, ni decisiones formales,
se atreve a orar y cantar juntos (lo que no es poco), pero también a
compartir experiencias y a explorar tareas.6
La teóloga y pastora presbiteriana de Cuba, Ofelia Ortega
sintetiza lo que pudiera ser el consenso de sectores ecuménicos
sobre este ecumenismo del Espíritu al señalar que:
Lo ecuménico en el pentecostalismo está permeado por ese
‘ecumenismo del Espíritu’ donde el concepto de Unidad es reflejo
fiel de la Unidad del Espíritu que involucra toda la creación de
Dios, su mayordomía e integridad, y surge de la experiencia misma
y auténtica del Espíritu Santo.7
Dos de los intérpretes más destacados del
pentecostalismo contemporáneo mundial, Walter Hollenweger y
Donald Dayton, han reiterado la importancia de la relación
Espíritu Santo y ecumenismo como una clave hermenéutica para
4Dafne Sabanes Plou, Caminos de unidad: un itinerario del dialogo ecuménico
en América Latina 1916-1991 (Quito: CLAI, 1994), 59-64.
5 Walter Hollenwegger, Pentecostalism, 367-388.
6José Míguez Bonino, “Ecumenismo y unidad de la Iglesia,” Ponencia,
Asamblea General, CLAI, Concepción, Chile, enero, 1995, 4.
7Ofelia Ortega, “Ecumenismo del Espíritu,” en Benjamín Gutiérrez
(editor) En la Fuerza del Espíritu (Guatemala: AIPRAL-CELEP, 1995),
280.
19
20. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
la acción transformadora del Espíritu en la sociedad, la historia y
la naturaleza.8
El fenecido Obispo Gabriel Vaccaro, refiriéndose a su
participación y la de su Iglesia de Dios Argentina en el
movimiento ecuménico, señala lo siguiente: La Iglesia de Dios,
Ha participado en un ecumenismo del Espíritu. Creemos que la
Iglesia es una. Creemos también en la responsabilidad de la
denuncia profética que debe hacer la Iglesia de Cristo frente a las
injusticias humanas.9
En el Encuentro Pentecostal de Chile (EPLA’90), se
reafirmó esta postura: “Seguir contribuyendo en el camino de un
ecumenismo del Espíritu, desde la perspectiva del pobre, al
movimiento ecuménico y a la misión de la Iglesia.”10
Nótese que
todos estos intentos que hemos venido resaltando tratan de
conceptualizar y profundizar en una praxis ecuménica que ha
optado por el pobre y busca a través de sus opciones y
compromisos fortalecer un ecumenismo más amplio. 11
8Donald Dayton, Raíces teológicas del pentecostalismo (Buenos Aires-Grand
Rapids: LA NUEVA CREACIÓN-W. B. EERDMANS, 1991). Walter
Hollenweger, El Pentecostalismo (Buenos Aires: LA AURORA, 1976).
9Gabriel Vaccaro, Así veo al Señor (Buenos Aires: ARGEN-PRESS,
1982), 192-193.
10Carmelo Alvarez (editor) Pentecostalismo y liberación (San José: DEI,
1992), 254.
11 Allan H. Anderson, Walter Hollenwegger (eds.) Pentecostals after a
Century. Global Perspectives on a Movement in Transition (Sheffield: Sheffield
Academic Press, 1999. Este tomo contiene valiosos ensayos sobre el
pentecostalismo en dimensión global y ecuménica
21. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
B. Dr. Bernardo Campos. Los Encuentros
Pentecostales en América Latina y
RELEP
1. Los Encuentros Pentecostales
En Noviembre de 1994, el Consejo Mundial de Iglesias
invitó a alrededor de cincuenta representantes de iglesias
pentecostales de América Latina, junto con representantes del
Consejo Latinoamericano de Iglesias a una Consulta, en Lima,
Perú, con el propósito de compartir experiencias y testimonios,
reflexionar juntos y explorar formas de profundizar el proceso de
colaboración y unidad que ya se ha iniciado.
Varios elementos convergen para que el Consejo
Mundial de Iglesias convoque a esta Consulta con Iglesias
Pentecostales de América latina. En su Asamblea de Canberra en
1991 el CMI explicitó su interés de responder a las diversas voces
que expresaban la necesidad de que el CMI entre en un proceso
más sistemático de diálogo y colaboración con iglesias no
miembros del Consejo y en especial con iglesias pentecostales,
evangélicas e independientes. Esa preocupación pasó a ser parte
del mandato de la Oficina de Relaciones con las Iglesias y la
Comunidad Ecuménica que se creó tras la Asamblea de Canbe-
rra.
Una primera consulta con representantes de Iglesias
evangélicas libres de América latina fue organizada por la Oficina
en Quito, Ecuador, en Noviembre de 1993, en estrecha
colaboración con el CLAI. Fue una experiencia muy positiva que
permitió iniciar una metodología del escuchar y aprender mutua
que se utilizó más tarde en otras reuniones de este tipo.
A pesar de que las primeras iglesias pentecostales
ingresaron al CMI en el año 1961, es sólo en los últimos años que
el movimiento ecuménico representado en el CMI se abre a un
mayor acercamiento con el movimiento pentecostal como tal.
21
22. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
Este acercamiento se da en el marco de un proceso de búsqueda
de comprensión del pentecostalismo como una expresión de
religiosidad popular protestante que está planteando nuevos
desafíos eclesiológicos y pastorales al movimiento ecuménico.
Por otro lado, en América Latina lentamente ha ido
creciendo un proceso de acercamiento y cooperación entre
iglesias pentecostales que quieren, desde su propia identidad,
reflexionar juntas sobre su misión en medio de los graves
problemas que afectan a la región. Al mismo tiempo quieren
articular estrategias de trabajo y colaboración en torno a los
diversos ministerios de la Iglesia. A partir de su identidad las
iglesias pentecostales de América Latina quieren profundizar su
participación en el movimiento ecuménico.
En el año 1988 el Consejo Mundial de Iglesias apoyó la
realización de una primera Consulta Latinoamericana de
Pentecostales en Salvador Bahía, Brasil, con el objeto de ofrecer
un espacio de diálogo y reflexión entre pentecostales de la región
y de esta forma facilitar las condiciones para que estos articularan
un proceso regional de cooperación y coordinación.
La formación de la Comisión Evangélica Pentecostal
Latinoamericana, CEPLA, en el año 1990, ha permitido a un
sector significativo del pentecostalismo latinoamericano tener la
oportunidad de compartir sus reflexiones y buscar responder
juntas a la necesidad de unidad y cooperación. Sin duda, queda
mucho por hacer para incorporar en este proceso de unidad a
amplios sectores del pentecostalismo latinoamericano que todavía
no sienten la necesidad de abrirse al diálogo.
El proceso de unidad y colaboración de los pentecostales
se ha dado en torno a algunas temáticas específicas tales como los
desafíos que presenta al pentecostalismo la realidad de pobreza
extrema, marginalización e injusticia que vive América Latina, la
identidad pentecostal y en especial sus raíces teológicas, el
ecumenismo y su pastoral en relación a sectores específicos como
la mujer, los jóvenes, los indígenas y los niños.
Durante los años 1991-1992 se celebraron varios
encuentros nacionales en Venezuela, Costa Rica, Chile y Brasil.
23. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
En Agosto de 1992 se realizó el Primer Encuentro Latino-
americano de Mujeres Pentecostales, con el apoyo del CMI. El
mismo año el CMI manifestó una vez más su interés para la
búsqueda de la identidad y el testimonio pentecostal a través de la
presencia de su Secretario General, el Pastor Emilio Castro que
participó en el Encuentro Pentecostal Latinoamericano en Sao
Paolo, Brasil. 53 denominaciones pentecostales de 17 países de
América Latina fueron convocadas a este gran encuentro que
congregó más de un centenar de hermanos y hermanas.
La Consulta de Lima (1994) ha sido un nuevo paso en el
camino de las relaciones entre el CMI y las Iglesias pentecostales
en América Latina. Mas allá del apoyo al proceso de acercamiento
entre esas Iglesias, incluso la creación de la CEPLA, se ha tratado
de iniciar un diálogo con el motivo de abrir nuevos espacios de
cooperación. Las perspectivas futuras enumeradas en el
documento final desde ahora constituyen una agenda común.
En 2001, el CEPLA convocó a una reunión de obispos
pentecostales y los presidentes de América Latina y el Caribe, en
Barquisimeto, Venezuela. Este evento reunió a delegados de
Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Nicaragua, Perú y
Venezuela. El grupo emitió una declaración llamando a la
creación de un Consejo de Iglesias Pentecostales de América
Latina y el Caribe. El objetivo principal de este consejo fue la
reflexión crítica y constructiva de América Latina y el Caribe y
sobre la experiencia pentecostal, a fin de contribuir al
enriquecimiento de la identidad pentecostal y su contribución al
movimiento ecuménico y la misión de la iglesia en todo el
mundo. De ese modo siempre buscó proporcionar un espacio
para discutir los problemas y desafíos del pentecostalismo y el
particular contexto en el que las iglesias pentecostales en América
Latina y el Caribe llevan a cabo su ministerio pastoral, profético y
de sanidad espiritual. Muchos otros encuentros se han realizado
desde entonces hasta hoy. Estoy convencido que este encuentro
que hoy nos convoca nuevamente, toma la posta de una larga
caminata y correrá empujado por los nuevos vientos del Espíritu,
23
24. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
el cual va donde quiere. Docilidad y esperanza, perseverancia y
optimismo deben ser nuestro acicate para cumplir nuestra tarea.
2. La Red Latinoamericana de Estudios
Pentecostales (RELEP)
La Red Latinoamericana de Estudios Pentecostales
(RELEP) está constituida por un grupo de estudiosos y
estudiosas del Pentecostalismo latinoamericano, en su mayoría
participantes directos de comunidades y/o proyectos pentecos-
tales, procedentes de diversos países del continente, aunque
incluyendo también a investigadores/as de otros contextos
eclesiásticos y geográficos.
RELEP fue proyectada en sus líneas generales por un
pequeño grupo de estudiosos/as pentecostales en la Ciudad de
México (1998). Luego celebró un Primer Taller de Teología
Pentecostal (Santiago de Chile, 1999) Posteriormente celebró una
Cátedra sobre pentecostalismo (San José de Costa Rica, 2003) y
en el 2008 organizó un Encuentro Internacional de
Estudiosos/as del Pentecostalismo (Santiago de Chile, 2008).
Producto de este trabajo de reflexión teológica, RELEP publica
libros de la serie Voces del Pentecostalismo Latinoamericano que ya va
por su V tomo.
Objetivo principal de RELEP es consolidar un espacio
de reflexión y producción teológica pentecostales a nivel
latinoamericano, de calidad académica y en apertura ecuménica.
Entre sus objetivos derivados están: a) impulsar el conocimiento
del pentecostalismo desde dentro de las comunidades
pentecostales y centros de formación teológica en América
Latina; b) ser un espacio que responda a la necesidad de
coordinar, sistematizar y publicar la enorme riqueza de la teología
Pentecostal que por ahora en gran proporción es de carácter oral;
c) promover el diálogo teológico entre las diversas familias
pentecostales y de éstas con las demás tradiciones e iglesias
cristianas que compartan la búsqueda ecuménica y d) constituirse
25. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
en un cuerpo de académicos que puedan exponer la teología
Pentecostal en espacios académicos y eclesiales, así como ser un
grupo de apoyo al desarrollo educativo de las diversas familias
pentecostales del continente.
La red de teólogos e investigadores del Pentecostalismo
es un organismo de producción y difusión de trabajos de
investigación respecto de los Pentecostalismos Latinoamericanos
y Caribeños. Está compuesta por creyentes que trabajan
orgánicamente en las diversas comunidades pentecostales de
América Latina y El Caribe, y se desempeñan en diversas áreas de
especialización tanto en Teología como en Ciencias sociales y
diversas otras áreas del conocimiento. Esta conformación
multidisciplinaria e intercultural hace posible que la Red pueda
ofrecer una visión amplia, profunda, sistemática desde el interior
de las comunidades religiosas. Su tarea es servir de espacio para
la producción desde la práctica eclesial y social así como la de
interpretar el significado de la presencia o ausencia de los
Pentecostalismos en América Latina y El Caribe.
La Red, se ha convertido en un interlocutor privilegiado
dentro de los espacios de estudio y diálogo, tanto a nivel
continental como mundial. Son muchas las personas,
instituciones y organismos que se interesan actualmente en el
conocimiento de los Pentecostalismos, de modo que la Red sea
para ellos un instrumento y un facilitador.
Junto a un conocimiento más profundo de la
Pentecostalidad Latinoamericana y Caribeña, la Red quiere
contribuir a la consolidación de una identidad Pentecostal con
raíces regionales propias, sobre todo pensando en una juventud
Pentecostal que hoy se enfrenta al siglo XXI dentro en un mundo
religioso y secular, cada vez más complejo y fragmentado.
Asimismo, a la par de responder a las preocupaciones y objetivos
académicos, la Red ha buscado acompañar las prácticas litúrgicas
y pastorales de nuestras comunidades.
25
27. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
C. Obispo Richar Mendoza. El Foro
Cristiano Mundial y el Foro
Pentecostal.
1. El Foro Cristiano Mundial
El Foro Cristiano Mundial o Foro Cristiano Global (FCG)
es una comunidad de voluntades que busca facilitar la
conversación entre cristianos e iglesias de muy diferentes
tradiciones que nunca o poco se han hablado los unos a los otros.
Se trata de construir puentes donde no hay, de superar los
prejuicios, de crear y alimentar relaciones nuevas. Con ese fin
desde el año 2007 se han venido realizando una serie de consultas
internacionales.
El Primer Encuentro Mundial del FCM se llevó a cabo
en noviembre de 2007 en Limuru, Kenia. Desde entonces, se
logró realizar una reflexión y una evaluación del proceso cuyas
conclusiones se han publicado en un libro bajo el título de
"Revisando la Unidad de los Cristianos - El Foro Cristiano Mundial".
También se celebró una reunión de planificación estratégica en
noviembre de 2008, en India, para encontrar las formas de
implementar las recomendaciones de la reunión Limuru, y
teniendo también en cuenta los resultados del diagnóstico
publicado. Como resultado se produjo un plan de tres años para
el periodo 2009 al 2011.
Aunque no todas las partes de lo programado se han
podido cumplir, sí se han podido realizar reuniones regionales del
FCM en África, Europa (países nórdicos y la sub-región del
Báltico), Asia y América Latina. Un equipo especial realizó una
visita de seguimiento en el Oriente Medio. De ahí en adelante, el
Comité del FCM se amplió para ser plenamente representativo de
las diversas tradiciones: la anglicana, católica, ecuménica,
evangélicas, ortodoxas, pentecostales, protestantes, a través de sus
organizaciones mundiales y regionales. De ese modo, la capacidad
27
28. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
de ejecución de la Secretaría del FCM entró en un proceso de
fortalecimiento. A través de estas actividades, así como una
promoción para el trabajo en redes y la constante comunicación,
el FCM en los últimos cuatro años trató de lograr la comisión que
se le dio en la reunión Limuru que decía textualmente: “Crear un
espacio abierto en donde los representantes de una amplia gama de iglesias
cristianas y organizaciones, que confiesan al Dios Trino y a Jesucristo como
perfecto en su divinidad y su humanidad, puedan reunirse para fomentar el
respeto mutuo, y para explorar y abordar juntos los retos comunes”.
El plan estratégico de tres años (2009-2011) culminó con
el Segundo Encuentro Mundial del FCM en Manado, Indonesia,
del 4 al 7 de octubre 2011. El tema principal consultado en el
Primer Encuentro Mundial en Limuru 2007 estuvo relacionado
con la voluntad de si las iglesias y organizaciones cristianas
participantes validaban la continuidad del Foro Cristiano Mundial
o no, y si se debía continuar con el proceso iniciado por el Foro
mismo desde el año 1998. La respuesta a esa pregunta por los
participantes fue un rotundo “Sí” de todo corazón.
La pregunta central durante el Segundo Encuentro
Mundial fue cómo debe continuar el FCM para implementar sus
objetivos y cuál debería ser su enfoque. El lema de ese encuentro
fue "Vida común en Cristo Jesús, Fortalecidos por el Espíritu Santo". Se
reunieron cerca de trescientos líderes y representantes de iglesias
y organizaciones de todas las principales tradiciones cristianas de
todas partes del mundo.
Con el fin de abordar esta temática, el Comité GCF
sugirió dirigir la atención a los cambios en el trabajo de la
Cristiandad en el mundo de hoy, y tratar de discernir lo que Dios
está haciendo en las iglesias y en el mundo. Los dos movimientos
que han marcado profundamente la vida de las iglesias en el siglo
pasado son por un lado el movimiento ecuménico, y los
evangélicos, pentecostales y carismáticos por el otro. El evento
puso especial énfasis en el contexto de las transformaciones que
ya están llevando a cabo y que vienen dando forma a la iglesia del
siglo 21.
29. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
El centro de gravedad de la iglesia se está desplazando
desde el antiguo territorio de Europa hacia la región del Sur del
planeta. El Pentecostalismo sigue creciendo y está impactando a
muchas de las iglesias pertenecientes a las tradiciones históricas,
especialmente en el Sur. La experiencia espiritual carismática está
tomando un papel más grande en la vida de muchos cristianos.
Están surgiendo nuevas formas de ser de la iglesia que podemos
definir como no-denominacionales. Dios está obrando a través de
lo viejo y lo nuevo, del centro y la periferia, de dentro y fuera de
la iglesia.
El Comité del FCM creyó que explorando en conjunto
esos cambios, escuchándose unos a otros, y al Espíritu Santo, se
permitiría a todos ver con más claridad el camino a seguir para
fortalecer la unidad, y el testimonio común de la comunidad
cristiana mundial. Esa visión se reflejó en el programa que el
Comité FCM estableció como objetivos del Segundo Encuentro
Mundial: a) discernir y comprender los cambios y tendencias que
operan en el cristianismo mundial de nuestros días y considerar
su significado para la unidad y el testimonio común de las iglesias;
b) escuchar lo que el Espíritu está diciendo a las iglesias hoy; c)
orientar la dirección y las actividades futuras del Foro Cristiano
Mundial.
Más allá de estos fines indicados, el Segundo Encuentro
promovió iniciativas que fueron surgiendo en las regiones, a
partir de los encuentros regionales que tuvieron lugar entre el
2009 y el 2010.
La sustancia de las conferencias y presentaciones en el
plenario del Segundo Encuentro Mundial del FCM en Manado,
del 2011, desembocó en conversatorios donde los participantes se
reunían en grupos regionales, igual que en grupos de tradiciones
específicas. Los estudios bíblicos reunían grupos de personas de
todas las tradiciones y nacionalidades; este también fue el caso en
los grupos más amplios de discusión. Todo esto permitió y animó
la formación de relaciones que vayan más allá de las diferencias y
dejen también aflorar una comprensión más profunda del "otro".
29
30. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
El enfoque general del encuentro del FCG en Indonesia
fue doble: Primero, el FCG ha comenzado a abordar los enormes
cambios en el Cristianismo mundial. Las discusiones versaron
sobre las consecuencias perturbadoras de la inequidad de recursos
y los peligros de una terminología inadecuada, como hablar del
‘Sur Global’ y de las ‘iglesias migrantes’. Pero todos los presentes
reconocieron que estos tópicos nos habrán de retar en los años
venideros. Conscientes de que se reunían en el país con la más
numerosa población islámica del mundo, recibió el discurso de un
académico islámico y de Su Excelencia el Gobernador de
Sulawesi Norte sobre el carácter multi rreligioso de Indonesia.
En segundo lugar, el FCG reconoció el surgimiento de
movimientos pentecostales y carismáticos que celebran la persona
y la obra del Espíritu Santo. A la luz de estas consideraciones el
FCG planteó las preguntas siempre antiguas y siempre nuevas:
¿Qué está diciendo el Espíritu Santo a la Iglesia en nivel local y
global? ¿Cuál es la dirección del Espíritu cuando buscamos ser
buenos administradores de la creación de Dios?
2. El Foro Pentecostal Latinoamericano
Como lo señalé en el Prólogo de este libro, en noviembre
de 2010 se realizó en San José, Costa Rica un encuentro
preparatorio del encuentro del Foro Cristiano Mundial (FMC)
que habría de realizarse en Indonesia el año 2011. Como en el
encuentro de San José la participación Pentecostal era menor del
10%, pensamos en la posibilidad de organizar alguna instancia
latinoamericana de Coordinación Pentecostal. Este hecho fue
apoyado favorablemente por el secretario del FCM, el Dr. Hubert
van Beek. Así fue que se formó un petit comité que convocara a un
encuentro continental donde se recogiera el aporte Pentecostal a
la unidad cristiana.
Los objetivos y justificación de la reunión están en
función de la importancia del aporte Pentecostal a la unidad
cristiana la que se dificulta si se considera la actual dispersión y la
falta de instancias que les convoquen para a analizar su presente y
31. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
futuro en la Región. Sí, bien ha habido varios intentos de
convocar a pentecostales latinoamericanos, el último fue en
septiembre de 1998 en la Habana, Cuba y quedó como
testimonio de la reunión el libro Jubileo, la Fiesta del Espíritu12
editado el año siguiente en Quito, Ecuador. No obstante, hemos
constatado que no ha habido seguimiento, ni coordinación de un
programa que trabaje sostenidamente por la unidad visible de los
cristianos.
El Encuentro Pentecostal Latinoamericano del 2011 tuvo
por objeto estudiar y organizar una reunión mayor y con una
pluralidad de iglesias pentecostales de la Región para analizar el
desarrollo reciente del movimiento y los desafíos actuales y su
futuro. Esperamos que el Foro Pentecostal Latinoamericano que es su
producto inmediato constituya un espacio privilegiado para el
encuentro entre los cristianos y para organizar a futuro el
testimonio común.
12 CEPLA, Jubileo, la Fiesta del Espíritu: Identidad y Misión del
Pentecostalismo Latinoamericano. Quito, Ecuador: CLAI, 1999
31
33. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
CAPITULO II
PENTECOSTALISMO, UNIDAD Y
MISION
A. Dr. Oscar Corvalán. Pentecostalismo,
Ecumenismo y Cristiandad en la
primera mitad del siglo XXI
Resumen
Este informe ofrece un conjunto de elementos para
comprender el crecimiento de los evangélicos pentecostales en
Chile y Latinoamérica durante la segunda mitad del siglo XX, sus
proyecciones hacia la primera mitad del siglo XXI, sus relaciones
ecuménicas y una reflexión sobre los mismos, a fin de facilitar
una mejor comprensión de este fenómeno religioso. El informe
también ofrece un conjunto de elementos a tener en cuenta a la
hora de evaluar la participación ecuménica de los pentecostales
dentro y fuera del país. Se proyecta a futuro una mayor
participación ecuménica de los pentecostales, no solo debido a su
crecimiento y creciente institucionalización, sino también por el
desplazamiento del eje de la cristiandad desde los países del
hemisferio Norte a los del Sur.
Palabras clave: evangélicos, pentecostales, Latino-
américa, ecumenismo, distribución mundial de cristiandad.
33
34. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
Introducción
Este informe aplica una metodología cualitativa y
cuantitativa para mostrar, primero, los fundamentos de la
participación Pentecostal en el ecumenismo y, luego, la
imbricación de los pentecostales latinoamericanos en el
crecimiento de la cristiandad, su desplazamiento hacia el
hemisferio sur y los desafíos ecuménicos a los que paulatinamente
se han integrado, aportando una visión renovada de la visión de la
unidad de las iglesias. El autor ha tenido la ocasión de participar
durante los primeros 7 años de la década en el diálogo ecuménico
del grupo de trabajo existente entre el Consejo Mundial de
Iglesias y la Iglesia Católico Romana. A partir de dicha
experiencia, considera que el subdesarrollo del ecumenismo entre
los pentecostales está solo un grado más abajo que la praxis del
ecumenismo entre protestantes y católicos.
En primer lugar se resumen los fundamentos bíblicos,
teológicos, éticos y exigencias de la misión de la iglesia que
motivan, tarde o temprano, a los pentecostales a insertarse en el
movimiento ecuménico moderno iniciado solo hace un siglo en
Edimburgo.13
En segundo lugar, se examina el rol que vienen jugando las
iglesias pentecostales en general, en el desplazamiento del eje de
la cristiandad desde los países del Norte hacia los países del Sur.
Específicamente se examinan las implicaciones ecuménicas del tal
desplazamiento, toda vez que el propio ecumenismo que nació en
Europa occidental ha perdido fuerza por el proceso de
secularización que ha avanzado allí.
En tercer lugar, se ofrece una breve reflexión sobre las
implicaciones que pudiera tener para Chile y los desafíos que
enfrentan tanto pentecostales y protestantes como católicos en
este país. Esto significa que este informe aporta tanto elementos
teológicos como sociológicos al análisis de movimiento
13 Conferencia Misionera Mundial. Edimburgo. 1910.
35. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
Pentecostal, tanto en el país como en Latinoamérica y a nivel
global. Por un lado, dadas las características carismáticas del
movimiento, su análisis no se agota al dar cuenta de un
movimiento social. Por otro lado, los procesos de
institucionalización progresiva que experimenta este movimiento
religioso en el mundo entero, hace necesario echar mano a las
herramientas de la sociología para explicar su mutación y
renovación.
1. Los Pentecostales y el ecumenismo desde la
teología y la sociología
Fundamentos de la Participación ecuménica de los
Pentecostales
En la Declaración de los delegados Pentecostales al
término de la reciente Conferencia de Edimburgo 201014
reconocen que a pesar de no haber participado en la Conferencia
Mundial de Evangelismo celebrada en Edinburgo en 1910,15
“tomamos el lugar que hoy nos corresponde en el panorama de la
cristiandad mundial”. Ello muestra cómo en la actualidad los
grandes movimientos pentecostales del mundo están buscando
cada vez más activamente la unidad de los cristianos.
En particular, en dicha conferencia establecieron:
“agradecemos que los pentecostales sean reconocidos en una
manera positiva. Al mismo tiempo, nos retiramos con la
convicción que es necesario encontrar una mayor expresión del
pentecostalismo global en los contextos ecuménicos. Notamos
una disparidad en el lenguaje usado y en las preocupaciones
expresadas por los delegados del Norte Global y del Sur Global.
Debemos ser cuidadosos para que las voces académicas del Norte
no borren los reclamos narrativos del Sur. Como Pentecostales,
14 Junio 2-4, 2010.
15 Considerada el hito del inicio del ecumenismo moderno en Europa
occidental y Norteamérica.
35
36. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
estamos informados de ambas tradiciones lingüísticas y nos
damos cuenta que podemos jugar un rol importante para
construir puentes entre ambas”.
Esta declaración resume el rol expectante de los
Pentecostales que hoy participan en el diálogo ecuménico, toda
vez que refleja, por un lado las dificultades de participar en un
diálogo religioso marcadamente académico, y, por el otro ofrece
la posibilidad de traducir la experiencia Pentecostal al mundo
académico junto con generar puentes para un diálogo fructífero a
partir de la experiencia Pentecostal, más bien basada en vivencias
y relatos referidos a las mismas.
De acuerdo con Carmelo Álvarez,16
al examinar la relación
entre pentecostalismo y ecumenismo es posible buscar el interés
del primero en el segundo campo por cuatro convicciones
fundamentales y motivaciones esenciales, a saber: bíblicas,
teológicas, misionales y éticas. Mientras la motivación esencial es
la visión del Reino de Dios como anuncio del Evangelio y
horizonte de esperanza. Para los Pentecostales, la unidad del
cristianismo es primicia y regalo en Jesucristo; guía y presencia
del Espíritu Santo, que junto al Padre como fuente de inspiración
y revelación, sostienen la fe pentecostal.
Primero, los fundamentos bíblicos para hablar de
ecumenismo están sustentados en el uso mismo que se le ha dado
a la palabra oikumene: El mundo creado por Dios, habitado por
sus criaturas y sostenido por su amor (Jn 3:16). Esto es así porque
Dios ama su creación, la redime, la sostiene y restaura. En el
Nuevo Testamento se subraya esta idea de la tierra habitada, toda
la tierra, el mundo con todos sus habitantes. En varios pasajes se
insiste en que Dios manifiesta su amor y su voluntad de
diferentes formas hacia la humanidad (Lc 4:5; 21:26; Hch 17:6;
24:5; Ro 8; 10:8). Dejar atrás luchas y tensiones y pasar al trabajo
colaborativo entre cristianos se constituye en una de las grandes
esperanzas no solo de los Pentecostales. El mismo apóstol Pedro
16 Álvarez, Carmelo (2008), “Lo ecuménico en el pentecostalismo
latinoamericano y caribeño”. Segundo Encuentro de Estudios y Teología Pentecostal
en Latinoamérica. Santiago de Chile.
37. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
sostiene en su segunda epístola: “Pero nosotros esperamos,
según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales
mora la justicia” (3:13).
Este es un horizonte de esperanza en una nueva tierra que
los pentecostales empiezan a vislumbrar. Son las primicias del
nuevo oikumene que Dios quiere. Es presente y futuro en la
promesa justa de Dios, quien llama a ser cristianos en el mundo.
El apóstol Pablo en su epístola a los Efesios subraya la unidad de
la Iglesia como una vocación de unidad, para cumplir la misión en
el mundo. La Iglesia cumple su misión cuando busca la unidad
(Ef 4:4). A través de toda la Biblia Dios ha dado testimonio de
esa constante búsqueda de unidad que Dios quiere y fomenta
para una humanidad dividida y ajena de su reconciliación
amorosa. La Palabra de Dios, entonces, es fundamento y guía de
vocación ecuménica, porque es revelación de Dios.
Segundo, el criterio teológico apoya el ecumenismo porque
a partir de nuestra fe, reflexionamos en lo que es menester creer y
vivir. A partir de ella nos abocamos a estudiar, analizar, discernir,
con el propósito de comprender y aclarar, para avanzar en
nuestro caminar en la fe. La fe no es algo estático, necesita ser
cultivada, ampliada e iluminada por el conocimiento. Renovamos
el conocimiento de esa fe (Ro 12:2). Es necesario reflexionar para
distinguir y separar lo que es auténtico de lo falso en nuestro
peregrinaje de fe. Una sólida teología de la unidad es un incentivo
para un compromiso ecuménico consistente y claro.
Pero también la reflexión teológica disipa el miedo y la
incertidumbre, permitiendo desarrollar conceptos, ideas y
principios, que, completados en nuestra práctica cotidiana, nos
ayudan a crecer, “siguiendo la verdad en amor” (Ef 4:15). Álvarez
concluye que “lo que se opone a la teología no es el
conocimiento, sino la ignorancia. La vida cristiana, acrecentada
por nuestras iluminaciones en la fe, es una integración de mente y
corazón”.17
17 Álvarez, Carmelo, Op. cit.: 3.
37
38. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
Tercero, el criterio tiene que ver con la misión de la iglesia.
Jesús ora por sus discípulos para que, enviados al mundo a
testificar del amor de Dios y su anhelo de unidad, sean guardados
del mal, pero no quitados del mundo (Jn 17). Es en este mundo
lleno de divisiones, conflictos, y fragmentaciones humanas, que
Dios nos llama a vivir y ofrecer un testimonio de unidad (“para
que el mundo crea”). Esa unidad de propósito y comunicación
filial entre el Padre y el Hijo, es ahora actualizada por la vida de
los cristianos y cristianas en el mundo, en la presencia
consoladora del Espíritu (Jn 16:7). Jesús, enviado de su Padre,
ahora envía a sus hijos como emisarios de su amor al mundo.
El cuarto criterio es ético. Como Pentecostales decimos
vivir una ética inspirada por el Espíritu Santo. Pero ello implica
no sólo el gozo del Espíritu, sino también las exigencias para que
en nuestra conducta y compromiso actuemos responsablemente.
Por eso asumimos lo ecuménico como principio positivo. Ser
ecuménicos significa que en el Evangelio hemos encontrado la
sabiduría del Espíritu que nos invita a andar en su poder y
propósito (Ga 5:25). Es creer en el soplo del Espíritu que busca
lo nuevo y promueve la unidad: los discípulos de la Primera
Iglesia Pentecostal de los Hechos recibieron el Espíritu Santo
para participar en la comunión los unos con los otros. Esa era la
fuerza que los unía. Esa responsabilidad por lo comunitario era la
mística de trabajo de los apóstoles. El compartir las necesidades y
el afrontar los problemas juntos desde entonces ha sido un
principio ético fundamental.
La responsabilidad ética reclama una respuesta al por qué
de la acción social. No se trata de perder la identidad Pentecostal
en los complicados e intricados vaivenes de asumir tareas
derivadas del presente descompromiso social del Estado de
Bienestar, ni diluirse en el activismo social inmediatista que lleva a
desatender el desarrollo espiritual de las personas. Se trata de
asumir un compromiso de servicio en nombre de Jesucristo,
quien invita a las iglesias a sufrir y llevar su vituperio “fuera de la
puerta” (He 13:12-14), es decir, en la sociedad contemporánea tan
fragmentada y carente de reconciliación, justicia y paz.
39. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
El movimiento Pentecostal al interior del movimiento
ecuménico liderado por protestantes y ortodoxos
En las dos últimas décadas se ha dado —a nivel
latinoamericano y caribeño e internacional— un proceso de
diálogo entre iglesias Pentecostales e iglesias históricas
protestantes, por un lado, y Pentecostales ecuménicos y católicos
carismáticos ecuménicos, por el otro. Hay, además, una comisión
reconocida oficialmente por la Iglesia Católico-Romana que
mantiene un diálogo católico-pentecostal.
El propio Consejo Mundial de Iglesias creó a partir de su
última Asamblea en Porto Alegre un grupo de trabajo con
Pentecostales, paralelo al que ha tenido por años con la Iglesia
Católico Romana (ICR).18
Estas iniciativas llevan sus propias dinámicas y procesos,
pero tienen el común denominador de propiciar espacios inéditos
de diálogo y fecunda conversación ecuménica.19
Los acuerdos de cooperación entre iglesias Pentecostales
de Argentina, Chile, Cuba, Nicaragua y Venezuela y dos iglesias
históricas de los Estados Unidos (Discípulos de Cristo y la Unida
de Cristo) se han ido ampliando e incluye el intercambio de
personal misionero, la colaboración mutua en programas de
educación teológica y programas de desarrollo comunitario.
Hay que destacar que dos iglesias Pentecostales
latinoamericanas fueron las primeras en el mundo entero en
hacerse miembros del Consejo Mundial de Iglesias. Se trata de la
Iglesia Pentecostal de Chile y la Iglesia Misión Pentecostal de
Chile, que fueron aprobadas como miembros del Consejo
Mundial en la Asamblea de Nueva Delhi, 1961.
Un número significativo de iglesias Pentecostales ha
llegado a ser parte del CLAI (Consejo Latinoamericano de
Iglesias) desde su formación en Oaxtepec, México, 1978. En la
18 El autor fue miembro del mismo durante los primeros 7 años de la
presente década.
19 Walter Hollenweger, Pentecostalism. Origins and Developments Worldwide.
Peabody: Hendrickson, 1997.
39
40. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
Asamblea Constituyente del CLAI en Huampaní, Perú, 1982, esas
iglesias ratificaron su participación como iglesias fundadoras del
CLAI. Otras iglesias pentecostales se hicieron miembros del
CLAI en la subsiguientes asamblea generales de Indaiatuba,
Brasil, 1988, Concepción, Chile, 1995 y Barranquilla, Colombia,
2000.
A partir de 1971 se fueron dando encuentros pentecostales
pro-unidad: Argentina, 1971, México, 1978 (previo a la Asamblea
de Iglesias en Oaxtepec), San Cristóbal, Venezuela, 1978, Bogotá,
1979, Huampaní, Perú, 1979 (en el contexto del CLADE II),
Salvador (Bahía) Brasil, 1988, Buenos Aires, 1989, Santiago de
Chile, 1990, São Paulo, 1992 y Lima, Perú, 1994.
A nivel internacional, desde la Asamblea del Consejo
(CMI) de Iglesias en Nueva Delhi del año 1961 se incorporaron
como miembros la Iglesia Pentecostal de Chile y la Iglesia Misión
Pentecostal, permaneciendo activas hasta ahora en comisiones y
programas del CMI.
2. Desafíos y oportunidades del crecimiento de la
cristiandad en el mundo
De acuerdo con las proyecciones estadísticas, uno de los
desafíos más importantes para el movimiento ecuménico consiste
en establecer bases firmes para el diálogo con el movimiento
Pentecostal del hemisferio sur. Es probable que la integración de
protestantes, ortodoxos y pentecostales pudiera llegar a superar
numéricamente a la ICR, proveyendo un nuevo escenario
ecuménico y probablemente mayores posibilidades de un diálogo
más fructífero que el constatado hasta ahora entre el CMI y la
ICR. Por un lado, es de especial relevancia notar el cambio
operado en Latinoamérica en cuanto a la virulenta propaganda
anti-ecuménica ejercida con anterioridad por organismos
financiados por evangélicos conservadores de Norteamérica, la
cual al término de la Guerra Fría ha disminuido ostensiblemente y
41. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
permite hoy oportunidades de diálogo sincero entre los
evangélicos sobre la base de acuerdos reales de acción conjunta.
Por otro lado, los datos estadísticos muestran que el eje de
la cristiandad se está moviendo del hemisferio norte al sur y que
parte importante de dicho movimiento tiene que ver con el
crecimiento de las iglesias Pentecostales en el Sur.
Mientras que durante la segunda mitad del siglo XX fue el
proceso de secularización uno de los principales factores por el
cual hubo un abandono masivo de las iglesias (protestantes y
católicas) de Europa occidental y parcialmente en Norteamérica,
en el hemisferio sur no parece que ese fenómeno haya afectando
el crecimiento de los Pentecostales.
Los datos disponibles en la World Christian Encyclopaedia
hacia el año 2005 permiten estimar el tamaño, diversidad y
vitalidad del cristianismo a nivel mundial. Esta fuente ha
identificado 39.000 denominaciones, que varían entre aquellas
que cuentan millones de miembros y las que cuentan de solo un
centenar, distribuidas en 238 países y territorios incluidos en la
World Christian Database.
Cuadro 1. Miembros de los seis mayores mega bloques de
iglesias
Catolico-Romanos 1,119 millones
Independientes 427 millones
Protestantes 376 millones
Ortodoxos 220 millones
Anglicanos 80 millones
Grupos Marginales 34 millones
41
42. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
Total 2,256 millones
Fuente: World Christian Database.
En este contexto, el grupo que crece más rápidamente es la
categoría de Independientes, el cual incluye a los evangélicos y
pentecostales. Este grupo constituye un 20 por ciento de la
cristiandad no solo en Latinoamérica sino también en China.20
Pero la composición socio-cultural de los cristianos también está
cambiando. Hacia el año 1900 el 81 por ciento eran blancos,
mientras que hacia el 2005 los blancos representaban solo el 43
por ciento.
Cuadro 2. Tendencias de la cristiandad por hemisferio
Cristianos del hemisferio Sur Cristianos del Hemisferio
Norte
22,500 denominaciones
6,000 personas
10,000 idiomas
11,300 denominaciones
3,000 personas
3,500 idiomas
Fuente: World Christian Database.
Claramente el mayor crecimiento de los cristianos se sitúa
en el hemisferio Sur. A pesar de ser riesgoso realizar proyecciones
de largo plazo, es posible estimar que el Sur seguirá creciendo. Si
se examinan los diez países con mayoría de cristianos el 2005 y el
2025, se tiene que mientras el número de cristianos en los
Estados Unidos de América crecerá en 43 millones en esos 20
años, México y Brasil pudieran presentan un crecimiento de 47
millones de cristianos. En Latinoamérica duplicará el crecimiento
20 Datos de Asia: Aikman, Jesus in Beijing, Brother Yun, The Heavenly
Man, Hattaway, Back to Jerusalem. Hoefer, Churchless Christianity, Bharati,
Living Water and Indian Bowl. Philip Jenkins, The Next Christendom.
Mapping the Southern Trajectory of Global Christianity. Johnson and
Chung in International Review of Mission (Abril, 2004)
43. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
esperado en los Estados Unidos y Canadá en dicho periodo.
Europa, por su parte, espera que en Rusia permanezca estable el
número de cristianos, pero hacia el año 2025 Alemania no seguirá
formando parte de los 10 países con mayor número de cristianos.
Durante el primer cuarto del siglo actual se espera que el
número de cristianos en África crezca en más de cien millones de
personas, ya que solo en Nigeria y la República Democrática del
Congo crecerán en 72 millones. Pero aun más sorprendente es el
crecimiento de la cristiandad esperado en China, India y las
Filipinas, donde se espera que los cristianos crezcan en 124
millones.
Cuadro 3. Proyecciones para 10 países con mayoría de cristianos
2005 Millones 2025 Millones 2050 Millones
Estados
Unidos
252 Estados
Unidos
295 Estados
Unidos
329
Brasil 167 Brasil 193 China 218
México 102 México 123 DRCongo 145
China 111 China 173 Brasil 202
Rusia 85 India 107 India 137
Filipinas 74 Filipinas 97 México 131
India 68 Nigeria 95 Nigeria 130
Alemania 62 DRC 91 Phil 112
Nigeria 61 Russia 85 Ethiopia 104
DRCongo 53 Ethiopia 67 Uganda 95
Fuente: World Christian Database.
Estas tendencias son una indicación que en la primera
mitad del S. XXI cambiará el rol ecuménico de los cristianos del
los hemisferios Norte y Sur. Pero también representan el desafío
de como comunicar el mensaje cristiano a la juventud post-
moderna en forma dialógica. No menos desafiante son los temas
emergentes relacionados con el realismo crítico, humildad
epistemológica, ortodoxia generosa e incertidumbres en la fe
43
44. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
derivadas del multiculturalismo. Contrariamente a los cristianos
del hemisferio Norte, los del Sur pueden vivir con un mayor
sentido de comunidad, cierto grado de incertidumbre y duda, ya
que no requieren conocer todas las respuestas anticipadamente
sino están más preparados para la caminata o jornada que
significa vivir el evangelio.
En este contexto, el movimiento ecuménico mundial está
más llano a dialogar con el movimiento Pentecostal, pero todavía
surgen problemas derivados de los bajos niveles de
institucionalización y organización mundial de este último. Al
contrario, los problemas que enfrentan las iglesias del hemisferio
Norte las empujarán a mirar como socias a parte entera a las del
Sur, entre las cuales se destacan las pentecostales, creándose así
nuevas condiciones para un ecumenismo renovado, cuya
configuración aun está estudiándose.21
El movimiento Pentecostal al interior del movimiento
ecuménico liderado por protestantes y ortodoxos
Norberto Saracco22
ha estimado que el 75 por ciento de los
evangélicos latinoamericanos no participan en el movimiento
ecuménico, cifra que también podría extrapolarse para la
situación de los evangélicos chilenos. Esto significaría que solo
una cuarta parte de los Pentecostales chilenos estarían interesados
en participar en actividades ecuménicas locales, nacionales o
internacionales.
Pero la crisis del movimiento ecuménico europeo y
norteamericano podrían ofrecer mayores oportunidades de
participación e integración a actividades y organizaciones
ecuménicas más globales. En realidad, sería altamente deseable tal
desarrollo, puesto que ello obligaría a las iglesias más jóvenes a
estructurarse de tal manera de estar en condiciones de dar cuenta
de sus actos a sus congéneres participando en el movimiento
21 Wold Council of Churches, Reflections on Ecumenism in the 21st. Century.
Geneva. 2004
22 Ibid: 92.
45. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
ecuménico. Lamentablemente a veces la libertad institucional
lleva a ciertos grados de libertinaje en el manejo del poder interno
o en el manejo de las finanzas institucionales, según el tamaño de
la organización autónoma.
No hay que olvidar tampoco que la participación
Pentecostal requiere de un proceso de maduración democrática y
parlamentaria en organizaciones regidas por normas estatutarias,
ya que se trata de personas provenientes de grupos socialmente
desfavorecidos poco acostumbrados al respecto y participación
en organizaciones con reglas de ese tipo. No obstante, el alto
grado de compromiso y sentido de misión que los caracteriza
puede hacer prever un proceso rápido de aprendizaje en la
medida en que las condiciones societales sean favorables a dicho
cambio. Dicho de otras maneras, en la medida en que los
Pentecostales perciban al ecumenismo como un apoyo a sus
proyectos de evangelización de la sociedad, de desarrollo de la
diakonía y creador de condiciones útiles al propio bienestar de sus
familias, es posible esperar mayor participación. En el pasado, a
menudo los Pentecostales no participaron en organismos
ecuménicos porque no hayan querido, sino porque no los dejaron
participar. En realidad algunos grupos se arrogaron el carácter de
guardianes del ecumenismo y en lugar de usar el talento recibido,
lo enterraron y nada produjeron. Por tanto, no se trata de
reclamar posiciones de privilegio sino situaciones de
reconocimiento para servir mejor.
A nivel global, es inevitable preguntarse si la supuesta auto-
marginación de los pentecostales no es sino la consecuencia de la
percepción que el movimiento ecuménico oficial que, hasta
ahora, ha invertido más tiempo y energía en relacionarse con la
ICR, que con ellos; pero, al mismo tiempo que se observa que
esta última está más interesada en relacionarse mejor con las
iglesias Ortodoxas que con los Pentecostales. De cualquier forma,
los Pentecostales quedan en tierra de nadie, desde el punto de
vista de los esfuerzos ecuménicos.
A nivel de Latinoamérica y el Caribe, la ICR ha tenido un
involucramiento limitado con el movimiento ecuménico, el cual
45
46. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
se ha dado sea en países donde el catolicismo no es mayoritario o
donde los pentecostales no tienen representación en el consejo
nacional de iglesias, como es el caso de Brasil. Tampoco las
iglesias protestantes tradicionales han hecho esfuerzos
importantes para mediar en tales situaciones, instando y
educando a los Pentecostales a y para la participación ecuménica.
En la Región, pareciera ser que algunas iglesias protestantes
tradicionales y otras derivadas de la Reforma Protestantes, como
Metodistas y un sector Presbiteriano, se han apoderado del
liderazgo ecuménico sin educar a las mayorías Pentecostales,
cuyos líderes nacionales no tienen la red natural de contactos
establecidas por las iglesias nacidas de misiones extranjeras.
El testimonio unido subdesarrollado en la misión
evangelizadora, y particularmente en la diakonía, entre católicos y
protestantes en Latinoamérica refleja mas bien un ecumenismo de
tipo burocrático que no es atractivo para los Pentecostales.
Pero también hay que admitir que las organizaciones
ecuménicas que invitan al diálogo han podido facilitarse la tarea
invitando iglesias altamente estructuradas institucionalmente,
como las protestantes y la ICR, mientras tienen cierta dificultad
para relacionarse con la dispersión institucional del movimiento
Pentecostal. No obstante, son ellos quienes están por todos lados
y constituyen una iglesia popular presente en casi todos los
rincones de Latinoamérica. Esto es especialmente válido en los
casos de Chile y Brasil. El gran desafío es transitar del
movimiento ecuménico formal y burocrático a uno que crezca en
el inter relacionamiento y trabajo conjunto de congregaciones
cristianas locales.
3. Interpretaciones del fenómeno Pentecostal chileno
En Chile el movimiento pentecostal representa el 75% del
universo evangélico-protestante chileno. El mismo tiene ya un
siglo de existencia y presenta importantes diferencias funcionales
y de organización con el pentecostalismo europeo y
estadounidenses. El pentecostalismo chileno se ha constituido en
47. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
una expresión religiosa significativa en el país, pasando a ser la
segunda fuerza más importante después de la Iglesia Católica. La
mayor parte de las iglesias Pentecostales están compuestas por
obreros, trabajadores independientes, microempresarios, campesi-
nos, dueñas de casa, asesoras de hogar, empleados y un número
creciente de técnicos y profesionales, lo que la hace una iglesia del
pueblo y explica en parte su crecimiento numérico. Chile en las
últimas décadas se ha caracterizado por una modernización del
Estado y crecimiento de su economía. Sin embargo, estos
cambios no se han traducido en una mejor calidad de vida de los
más pobres, evidenciándose esto en una gran brecha económica
entre ricos y pobres, índices de delincuencia, desarraigo,
insuficiencia de movilidad social ascendente y pérdida de
confianza en la educación pública como palanca de movilidad.
Las iglesias Pentecostales, en su mayoría, está compuesta por
personas pertenecientes a los estratos socioeconómicos más bajos
y los templos Pentecostales están situado en sectores pobres.
A pesar de relativos avances de los Pentecostales, al
producirse una revolución tecnológica comunicacional con un centenar
de radios que cubren cada ciudad importante del país, las
experiencias de TV locales y la creación de una reciente
Televisión Nacional Evangélica (TNE), no se observan progresos
tan llamativos en los niveles de escolaridad (similares a los del
pueblo Mapuche), y de calificación de las ocupaciones que
desempeñan.23
No obstante, se ha pasado de la “huelga social” tipificada
por Lalive D´Epinay24
a una mayor conciencia, compromiso y
responsabilidad social, produciendo una explosión de programas de
atención social, tales como: comedores abiertos y repartición de
alimentos a la gente indigente, hogares de rehabilitación de
drogas, hogares de menores, hogares de ancianos y distintos
23 Corvalán, V. Oscar (2010), “Distribución, Crecimiento y Discriminación de
los Evangélicos Pentecostales”, en: Revista de Estudios Teológicos y Pastorales,
Santiago, CTE.
24 Lalive D´Epinay, Chistian, El refugio de las masas. Ed. Pacífico,
Santiago. 2004
47
48. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
programas de prevención de drogas en distintas ciudades, por
medio de formación de monitores. Además, las iglesias
evangélicas mantienen un centenar de colegios particulares
subvencionados (de educación básica y media), programas de
alfabetización dirigidos a la tercera edad, reforzamiento escolar y
preuniversitario. Las iglesias Pentecostales han trabajado en
cárceles y hospitales desde los años de 1930. En la Penitenciaría
de Santiago de un universo de 6 mil internos, unos 1.500
profesan la religión protestante- evangélica, principalmente
pentecostal. En la última década han podido tener capellanes en
cada una de las ramas de las fuerzas de orden y seguridad, y se
estima que la población de suboficiales se aproxima a un 30%. Es
posible sostener que, por el crecimiento numérico del
pentecostalismo, el mapa religioso está cambiando en el país. En
lo cualitativo, los valores religiosos ya presentes en el
protestantismo misionero, el pentecostalismo los lleva a los
sectores populares, los anuncia en el lenguaje del pueblo y es
predicado por predicadores populares. En particular, se logra un
significativo avance en la lucha contra el alcoholismo nacional.
En Chile, el impacto social, espiritual y cultural por parte
del pentecostalismo se ha producido en el silencio y en la
invisibilidad de investigadores, cientistas sociales y del periodismo
nacional. Los estudios sobre el pentecostalismo han sido
abordados bajo tres paradigmas teóricos y que a su vez incluyen
otras posturas teóricas- metodológicas: teorías apocalípticas,
culturalistas y de la secularización.25
Primero, las teorías apocalípticas describen y examinan al
pentecostalismo como un grupo religioso subversivo que
trastorna el orden y los valores tradicionales. A pesar que estos
autores no ven nada bueno en el pentecostalismo, tienen la
ventaja de ver en ellos sujetos activos y transformadores, tanto
del individuo como del contexto social, donde se encuentran dos
posturas: a) las teorías de la desviación religiosa representan una forma
25 Mancilla, Miguel, “Alcoholismo y pentecostalilsmo en Chile”. Segundo
Encuentro de Estudios y Teología Pentecostal en Latinoamérica. Santiago de
Chile. 2008.
49. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
de abordar al pentecostalismo chileno ha sido a través de la idea
de secta. Se presenta al pentecostalismo como un rechazo frontal
a la sociedad; se le considera una muestra de una sociedad
enferma y, por tanto, el pentecostalismo se transforma en
comunidades terapéuticas; además, se le considera como
elemento legitimador del orden; b) las teorías del holocausto ven en el
pentecostalismo el germen del mal y una de las causas de la des-
indigenización. Además, suponen que el pentecostalismo
desestructura la unidad familiar indígena emergiendo un nuevo
modelo familiar: la neo-familia Pentecostal.
Segundo, las teorías culturalistas conciben el
pentecostalismo como una religión situada social y culturalmente.
Por tanto, al estar situada, tiene éxito allí donde toma y adecua los
símbolos religioso utilizando los mismos símbolos culturales, en
la medida que sea más adecuado al contexto sociocultural; ello,
mientras mayor sea el contexto de crisis individual y social de los
oyentes, mayor será su crecimiento como grupo religioso.
Pertenecen a esta categoría: a) las teorías sintéticas, donde se supone
que el pentecostalismo toma los símbolos locales, los adecua y le
agrega aspectos carismáticos para transformarlos en una fuerza
religiosa innovadora; b) las teorías narrativistas, enfatizando que en
el pentecostalismo resalta que lo fundamental es el testimonio
personal y adecua los relatos bíblicos a las experiencias
personales; así, los milagros, la magia y los mitos se transforman
en aspectos posibles para las personas; c) las teorías que ven al
pentecostalismo como una religión popular, que toma los relatos de
la religión popular local como ángeles, demonios, cielo e infierno
y otros símbolos y los internaliza en sus sistemas de creencias,
presentándose así como una religión conocida y adecuada.
Tercero, las teorías de la secularización, donde el
pentecostalismo resultaría ser el grupo religioso menos propenso
a la secularización; pero donde la magia, el misterio y los milagros
refugiaban a los individuos en este mundo a la espera del cielo.
Por un lado, la secularización externa: el pentecostalismo seculariza
las creencias indígenas y campesinas, toma lo útil a sus creencias y
desecha como satánicas y supersticiosas las inútiles; por el otro
49
50. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
lado, la secularización interna donde se supone que los creyentes
pentecostales conciben la vida religiosa como un éxodo simbólico
hacia el cielo, porque esperaban la venida del Mesías en cualquier
momento, mientras se desencadenaría el Apocalipsis aquí en la
tierra. Pero, de pronto comienzan a interesarse por esta tierra:
estudio, trabajo, consumo y los problemas de otros, disminuye el
interés por la evangelización y la asistencia permanente a los
templos.
Estas investigaciones, ya sea de manera positiva o negativa,
dan muestra del crecimiento y del carácter activo y transformador
del pentecostalismo, como religión popular, pero hoy hay un
análisis más crítico y constructivo basado en una renovación
epistemológica y teórica de los estudios sobre el pentecostalismo.
En particular, hay mayor interés en abordar los elementos
relacionados con la conciencia, compromiso y responsabilidad
social de los Pentecostales.
Conclusiones y reflexión final
Para concluir y reflexionar sobre el futuro del ecumenismo
latinoamericano entre los Pentecostales, nos apoyaremos
nuevamente en Carmelo Álvarez, y preguntamos sobre la visión
Pentecostal ecuménica hacia del futuro. Me atrevería a sostener
que, aunque no lo sospechen aún los Pentecostales, habrán
grandes oportunidades para el desarrollo de la caminata
Pentecostal en esta primera mitad del siglo XXI derivadas, tanto
del contexto prevaleciente en los países del Sur, el movimiento
del eje de la cristiandad hacia el hemisferio Sur, y el agotamiento
del modelo de ecumenismo formal y burocrático reflejado en los
informes de reuniones sobre reflexiones entre grupos de teólogos
del CMI de Ginebra y de la ICR del Vaticano.
Por tanto, es posible lanzar la hipótesis que en este siglo
conoceremos un ecumenismo distinto al practicado en el siglo
XX, fundamentalmente debido a que los desafíos que enfrentan
en adelante los cristianos no estarán marcados por las dos guerras
mundiales que tuvieron lugar en Europa, sino por la
51. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
globalización, la post-modernidad y la fragmentación de la
sociedad contemporánea y las crisis económicas, a pesar de las
nuevas tecnologías de información y comunicación que
permanentemente están apareciendo.
En consecuencia, el pentecostalismo se enfrenta a los retos
que plantea la realidad religioso-cultural latinoamericana y
caribeña. Dado el crecimiento de la cristiandad en los países del
Sur, las próximas dos décadas serán decisivas en la configuración
de un nuevo mapa religioso en la región latinoamericana. Para
poder aquilatar los desafíos del crecimiento se requiere tener
presentes los elementos derivados de las crisis económico-
políticas y medioambientales que de seguro aparecerán con
renovadas energías. Tal como la reciente crisis financiera de los
países industrializados, la crisis económica que se vive hoy en
Latinoamérica ha venido acumulándose por más de tres décadas y
tiene efectos en el incremento del desempleo y el subempleo, con
el debilitamiento del poder adquisitivo por los salarios bajos fruto
de economías débiles, endeudadas y con déficit fiscales y sin
salidas a corto y mediano plazo.
Dado el constante desfinanciamiento la previsión social de
los servicios en la salud, la vivienda, la educación y la cultura, será
difícil alcanzar crecientes niveles de calidad de vida, disminución
de la pobreza y eliminación de la miseria. Las crisis pueden
estallar anticipadamente donde se presentan monedas débiles,
inflación galopante, reducción relativa del valor de los productos
de exportación en los mercados mundiales y leyes proteccionistas
en los países del Norte. Pero también el deterioro social se da por
una cultura de violencia donde la producción de la industria
armamentista (y la venta libre de armas de todo calibre en los
grandes países de las Américas) que promueve el uso de armas
desde las más simples hasta las más sofisticadas, tanto por los
traficantes como por quienes les temen. Pero también, mientras
los países de la Región tengan que seguir invirtiendo un
porcentaje importante en sus Fuerzas Armadas y de Seguridad,
para contener la hipotética agresión interna y la inseguridad
creciente de los ciudadanos, el margen del presupuesto de cada
51
52. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
nación para el bienestar de su población será insuficiente. Así, la
gente se acostumbra a vivir en la violencia, la acepta como
fatalidad y se desagrega socialmente o se acomoda a las
circunstancias como si éstas fueran parte de un proceso natural.26
En esta situación, los anti-valores de la desesperanza y la
impotencia moral se inculcan como elementos paralizantes y
desmovilizadores de toda alternativa de desarrollo humano. Pero
también, la falta de verdadera participación democrática, la
incredulidad frente a los partidos políticos, la ingobernabilidad de
las crisis, la agudización de los conflictos sociales y la
competencia del capitalismo salvaje y desregulado conducen a
una gran inseguridad e incertidumbre en las personas que viven
de su salario. Siendo así las cosas ¿habrá lugar para que siga
creciendo el pentecostalismo?
A nivel global, la crisis ecológica plantea un serio
desequilibrio que puede provocar una crisis planetaria y hoy se
manifiesta en desórdenes climáticos que causan continuas
emergencias en todos los países. El problema tiene que ver con la
tierra, la tenencia y distribución de tierras y aguas, el uso y
protección de los recursos naturales y el efecto económico y
social del gobierno de las multinacionales sobre las grandes
mayorías desposeídas y empobrecidas. Ello puede llevar a la
escasez de alimentos, creación de hambrunas en África y algunos
sectores de Latinoamérica, con consecuencias fatales para
millones de seres humanos.27
La combinación de la ciencia y la tecnología al servicio la
economía, como la racionalidad dominante, apoyadas por una
cultura informática global, significa que quien no puede competir
o no posee los medios, o no se adecua a las reglas de esta
racionalidad instrumental, queda fuera o es sometido. Hay una
cultura hegemónica y globalizante que pretende instaurar lo que
26 Luis Ugalde, “The Present Crises of Society and the Church: An Eye to the
Future”, en: Edward L. Cleary (ed.), Born of the Poor (Notre Dame:
University of Notre Dame Press, 1990), citado por Álvarez, C., Op. cit.
27 C. René Padilla, Economía humana y economía del Reino de Dios. Buenos
Aires: Ediciones Kairós, 2002.
53. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
Álvarez28
ha denominado una “ecumenía” totalizante y
uniformadora sin dar cabida a pluralidades culturales y donde no
se valora la pluralidad religiosa derivada del principio de libertad
de conciencia del ser humano. De ese contexto se alimenta una
crisis moral y espiritual que atraviesa toda la vida cotidiana. Si
bien siempre existieron personas con valores dislocados que
propician la ambición, el egoísmo, la envidia, el robo y la
usurpación, pero hoy se ha llevado a un nivel planetario el abuso
sobre los derechos de las demás personas, al desatar los sistemas
socio-económico culturales un individualismo insaciable. Ello se
refleja en las desvalorizaciones de una sociedad donde la ideología
del éxito y la fama es más importante que la propia convivencia
humana. Por tanto, nos preguntamos si las respuestas del
pentecostalismo estarán a la altura de los nuevos desafíos.
La sociología de la religión muestra que, en el siglo XX, la
integración misionera evangelizadora fue el eje creativo que lanzó
a la naciente iglesia Pentecostal a la conquista del mundo. La
fuerza del Espíritu fue la gran noticia para el cristianismo. El
fervor evangelístico ha sido el elemento renovador para las
iglesias evangélicas de Latinoamérica y el Caribe, pero en las
circunstancias de la primera mitad del siglo XXI hay un cambio
de época tan dramático y diferente de los contextos socio-
culturales que fueron marcados en el siglo XX por la transición
campo ciudad, industrialización, desarraigo y reproducción de
estructuras paternalistas de acogida.
El ecumenismo de escritorio con algunos eventos
periódicos rituales no es suficiente para responder al nuevo
contexto. Frente a las corrupciones, las desviaciones, la tentación
del poder por el poder mismo, el conformismo moral y la falta de
audacia profética imperante, hará falta releer la historia de los
fundadores del movimiento y los episodios del arrojo y denuedo
de los primeros cristianos relatados en los Hechos de los
Apóstoles (4:23-31). Esta re-lectura bíblica pudiera evitar las
28 Álvarez, Carmelo, Lo ecuménico en el pentecostalismo latinoamericano y
caribeño. Ponencia presentada en el Segundo Encuentro de RELEP. Santiago.
2009.
53
54. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
manipulaciones en que se encuentran algunas iglesias por la falta
de una hermenéutica contextualizadora y pertinente, que actualice
la fuerza de la Palabra con la renovada visión del Espíritu, pasa a
ser un desafío primordial para los pentecostales.29
Pero ello también requiere de una solidaridad ecuménica,
una ética solidaria del Espíritu que remueva conciencias, renueve
vidas y convoque para la nueva vida. Las iglesias Pentecostales se
deben aferrar a este espíritu de libertad, que libera para la vida
plena. Frente a sociedades fragmentadas y descentradas un
mensaje de unidad, esperanza y vida, en medio de tanta
desesperanza la esperanza de vida la propuesta Pentecostal puede
ser urgente y apropiado.30
Bibliografía
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29 Jürgen Moltmann and Karl-Josef Kuschel, eds. Pentecostal Movements
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1996) citado por Álvarez, C., Op. cit.
30 Jung Mo Sung, Deus numa economía sem coracao (São Paulo: Paulus,
1992).
55. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
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(Notre Dame: University of Notre Dame Press, 1990), citado
por Álvarez, C., Op. cit.
• World Council of Churches, Reflections on Ecumenism in the 21st.
Century. WCC, Ginebra WCC. 2004.
55
57. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
B. Dr. Expedito Ferreira de Melo. Unidad
en la diversidad
Introducción
La tendencia divisionista siempre estuvo presente en el
alma humana. Varios episodios del Antiguo Testamento revelan
este hecho. El primero de mayor evidencia es el intento de
edificar una torre, como está registrado en el décimo primer
capítulo de Génesis.
A lo largo de la historia, muchos conflictos y muchas
guerras sucederán a la causa del egoísmo y del etnocentrismo del
ser humano, y muy especialmente hoy, el mundo vive una época
de fragmentación. Esta realidad es observada en prácticamente
todos los sectores de la sociedad postmoderna, que carga como
una de sus más destacadas características, el individualismo
egocéntrico.
Este proceso de fragmentación mundial, ha sido
creciente por la rivalidad étnica y racial, verificada muchas veces
dentro de las propias etnias, en su fuerte corrida en búsqueda de
la sobrevivencia individualista, el poder y el status. Es la lucha del
hombre para dominar el hombre.
En este escenario, cuando observamos grupos de
naciones uniéndose, descubrimos que este tipo de unidad entre
naciones es una unidad interesada, y por esto, frágil, a ejemplo de
lo que está anunciado en Daniel 2:40 a 42, refiriéndose a un reino
unido, sin embargo, dividido en los últimos tiempos. Unidos por
la sobrevivencia, pero divididos al fin, ya que cada parte tiene sus
objetivos individuales. Es cierto que Daniel habla de un reino
futuro pero, entretanto, ya podemos ver las señales de este tipo
de unión en nuestros días.
Lo que realmente quiero destacar es que estos grupos de
naciones que se unen no tienen sustentación, porque cada nación
57
58. Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión.
busca asegurar finalmente sus intereses individuales. Sin embargo,
si una de ellas tuviere la oportunidad, acabaría por tragar las otras.
La iglesia de Cristo está envuelta en este contexto, vive
en este contexto y hace parte de lo mismo. Así que es normal que
ella sufra ciertas influencias de su contexto, hasta donde ella no
tache su imagen, como sal de la tierra y luz del mundo. De otra
manera ella se tornará irrelevante para el cumplimiento de su
misión.
Una de las doctrinas más discutidas en la actualidad es la
doctrina de la unidad de la iglesia, pues es una doctrina fácil de
ser recibida y difícil de ser practicada.
Sin duda, Dios tiene un propósito con las diferentes
denominaciones actuales, especialmente con la evangelización del
mundo. Por otro lado, no cabe duda que esas diferentes
denominaciones, si se encontrasen divididas y peleándose unas
con las otras, harían más mal que bien para la evangelización del
mundo. No tengamos duda que la unidad de la Iglesia es la
voluntad de Jesús de Nazaret. Voluntad registrada en Juan 17.21.
1. Posibles factores productores de la dispersión
evangélica actual
Son muchos los factores que, históricamente han
producido la dispersión evangélica. Entre estos factores yo
relaciono los siguientes:
Visión mercantilista de la expansión y del creci-
miento de la iglesia.
En este aspecto nosotros somos forzados a entender que,
para algunos seguimientos evangélicos, el Reino de Dios en una
dimensión general, no tiene ningún significado. Cada iglesia se
establece como un reino particular, cuyo rey es su propio
dirigente, o sus propios dirigentes. La visión mercantilista está