2. El tema de los valores, sobre todo de la educación en valores, ha sido una inquietud permanente de la humanidad; una preocupación del pasado, una demanda exigente del presente y un reto constante del futuro para que los proyectos y aspiraciones de desarrollo personal social y las decisiones que se tomen para ello, no pierdan su sentido.
3. La sociedad pone su esperanza de vida y de desarrollo en ella. La escuela establece un tejido social de relaciones para la convivencia que permite el crecimiento de las personas. Para desarrollarnos plenamente, todas y todos necesitamos vivir y convivir en armonía, encontrarnos con otros, necesitamos organizarnos para tener un ambiente que nos permita vivir en colaboración al interior de un ambiente democrático. La escuela, que duda cabe, puede y tiene la responsabilidad de contribuir a este propósito.