Este documento discute la dependencia mundial del petróleo y cómo su agotamiento eventual es inevitable. Explica que la mayoría de los expertos aceptan que la producción mundial de petróleo alcanzará su punto máximo y luego disminuirá rápidamente. Para prepararse para este futuro, propone tres soluciones: el ahorro de energía, la eficiencia energética y el desarrollo de energías alternativas como la solar y eólica. Argumenta que se necesita una mayor inversión en investigación e involucramiento de los ciudadanos para
2. “El petróleo es la corriente sanguínea de la
economía global”.
Hemos basado nuestro progreso económico y nuestra
forma de vida en una dependencia del petróleo barato
(que creíamos inagotable), hasta tal punto que no somos
mínimamente conscientes del problema al que nos
enfrentamos: el agotamiento de esta fuente de energía,
precedida de una escalada en los precios de la misma a
medida que se va agotando.
4. Lo usamos para todo
Industria: plásticos, fibra óptica, aceites, lubricantes.
Alimentación: colorantes, antioxidantes, latas.
Textil: fibras sintéticas, suelas de zapatos.
Limpieza: champú, detergente, productos de limpieza.
Agricultura: insecticidas, fertilizantes, herbicidas.
Medicina: prótesis, gafas, pomadas, ungüentos .
Construcción: carreteras, cementos, hormigón.
Muebles: aglomerados, productos laminados.
Papel: libros, tratamiento de papel, cartones.
5. Sin embargo el 70-80% del petróleo que
consumimos lo hacemos en forma de combustible
(gasolina, gasóleo, queroseno).
6. Cuando se empezó a explotar, era fácil de encontrar y barato
de extraer. Los países productores (EEUU) se desarrollaron
de forma espectacular.
Sin embargo el descubrimiento de nuevos yacimientos es
cada vez más difícil y más costoso.
7. La diferencia entre la oferta y la demanda de este recurso se
va agravando con el tiempo.
La demanda sigue subiendo: aunque los países desarrollados
intentan disminuir poco a poco su consumo, los países
emergentes, como China e India, compensan esta diferencia.
La oferta va disminuyendo: los pozos se agotan y las nuevas
extracciones serán más caras y tardarán más en estar
disponibles.
8. El cénit del petróleo
Hoy en día, la mayoría de la comunidad científica y
la industria petrolera aceptan la teoría del cénit del
petróleo:
La producción mundial del petróleo llegará a su
cénit (punto máximo de producción) y después
declinará tan rápido como creció.
El año exacto del pico aún no se ha establecido
con precisión, y existe diversidad de opiniones al
respecto (la Agencia Internacional de la Energía
considera que la producción de crudo llegó a su pico
máximo en 2006).
10. ¿De dónde viene?
Uno de los principales problemas es que los países que más dependemos del
petróleo (EEUU, Unión Europea, China, Japón) no somos autosuficientes en
su producción, sino todo lo contrario.
Los principales exportadores son Arabia Saudí, Rusia, Emiratos Árabes
Unidos e Irán.
En España tenemos una de las mayores dependencias del petróleo de la UE,
ya que nuestra producción es mínima (un 0,2% del total).
13. Esta dependencia del exterior produce una fluctuación de los precios
que atiende a intereses económicos y políticos (como desincentivar
la investigación en energías alternativas).
Además los principales productores son países muy inestables
políticamente, lo cual ocasiona numerosos conflictos bélicos
relacionados directamente con el control de pozos petrolíferos.
Si el mundo no se prepara con suficiente antelación para el fin de la
era del petróleo barato, podría llegar a una situación de continuos
conflictos en el que el acaparamiento del petróleo sería prioridad
militar.
14. No todo el petróleo que se extrae tiene la misma calidad
ni cuesta lo mismo obtenerlo.
Existen formas de extracción no convencionales:
15. • El interés en extraer petróleo de estas reservas se está incrementando
al ser cada vez más escasas las reservas convencionales.
• Sin embargo es una solución a corto plazo.
• Hay quien lo considera como una alternativa temporal mientras
afrontamos la transición hacia otro modelo energético basado de el
ahorro, la eficiencia y las energías alternativas.
16. ¿Qué alternativa nos
queda?
La alternativa es anticiparse a esta situación, lo cual sólo podrá
lograrse a través de tres vías:
Ahorro: es prioritario reducir nuestro consumo particular de
combustibles fósiles.
Eficiencia energética: es necesario aprovechar mejor las
fuentes de energía utilizadas, reduciendo nuestra dependencia
de las mismas.
Energías alternativas: solar, eólica, hidroeléctrica, biomasa,
hidrógeno como combustible, vehículos eléctricos… Energías
renovables que permitan a todos los países ser autosuficientes
energéticamente, lo que dejaría el suministro de energía al
margen de conflictos internacionales.
17. Para que estas medidas sean competitivas y se conviertan en alternativas
reales es necesario avanzar de forma inmediata en su desarrollo y puesta en
marcha, sin esperar a que el agotamiento del petróleo esté más cercano.
Este objetivo pasa necesariamente por:
Mayor inversión en investigación: el principal problema de las energías
renovables sigue siendo su precio, que las hace menos competitivas frente a
otras energías más baratas, a lo que se añade la falta de voluntad política.
Mayor concienciación e implicación de los ciudadanos, dispuestos a
asumir un cambio en su estilo de vida, ya que es difícil que los gobiernos
tomen la iniciativa cuando ello repercutirá en una desaceleración de la
economía y un cambio de hábitos que no despertarán simpatías políticas.