El capitalismo afecta negativamente el medio ambiente debido a que se basa en una acumulación de riqueza sin límites ni consideración de las consecuencias ambientales. Esto lleva a las empresas a agotar los recursos naturales y contaminar sin restricciones con el fin de maximizar las ganancias. Como resultado, los países más desarrollados son los mayores contaminantes y han causado el cambio climático, poniendo en peligro el planeta a través de la pérdida de hielo en la Antártida y el calentamiento global