El documento define el carácter cristiano como grabar o formar la vida de Cristo en el creyente para que refleje a Cristo en cada área de su vida. Explica que el crecimiento cristiano implica transformarse a la semejanza de Cristo mediante el despojarse del viejo hombre y vestirse del nuevo. El carácter cristiano significa reflejar a Cristo en cada acto a través del amor, cumpliendo el propósito de Dios de ser un retrato viviente de Cristo en la tierra.