El cáncer afecta la mente, el cuerpo y el espíritu de una persona. Una actitud positiva y un espíritu activo ayudan a sobrevivir al cáncer, mientras que emociones negativas como la ira, la soledad y la tristeza causan estrés y un ambiente ácido en el cuerpo. Se recomienda aprender a relajarse y disfrutar de la vida.