El documento argumenta que Europa ha sido una de las cunas del conocimiento mundial y que durante mucho tiempo solo los conocimientos producidos en Europa y Estados Unidos se consideraban válidos. Además, señala que la historia ha favorecido especialmente el desarrollo de conocimientos en Europa desde la antigüedad griega, dejando de lado otras culturas. Finalmente, sostiene que el desarrollo de otras culturas debe medirse en su propio contexto histórico y no basándose únicamente en una "colonización" del conocimiento promovida