2. Historia de la Capilla mayor del Santuario de
La Caridad de Illescas (I)
En el mes de abril de 1603, el Patronato de la Virgen de la
Caridad de Illescas firma con “Domingo el griego y Jorge
Manuel pintores” el contrato por el que le encargan la
decoración de la capilla mayor del recién estrenado Santuario
de Ntra. Sra. de la Caridad de Illescas. No tenemos
conocimientos sobre las trazas primitivas, porque no se ha
conservado, pero debió abarcar no sólo la decoración pictórica
del retablo mayor, sino también la escultórica y la arquitectura
que encerraba dicha capilla.
El programa iconográfico estaba destinado a ensalzar la figura
de la Virgen, por lo que la hornacina central del retablo queda
reservada para la colocación de la imagen de la Virgen de la
Caridad.
3. Historia de la Capilla mayor del Santuario de
La Caridad de Illescas (II)
Justo en la parte superior, coronando el retablo, se encontraban
la representación de las tres virtudes teologales, como atributos
de María. Dos esculturas doradas a los lados, simbolizando la
Fe y la Esperanza, y la virtud de la Caridad, representada con
una pintura, se colocaría en la zona central del ático del retablo.
En la bóveda de esta capilla, se situaban otras tres pinturas que
continúan con este ciclo mariano representando a la Virgen en
los tres misterios de su vida: Anunciación, situada en el luneto
izquierdo, Natividad, en el luneto derecho y la Coronación de la
Virgen, situada en el techo de la bóveda, cerrando el conjunto
de la capilla.
Este conjunto decorativo hoy está algo desmembrado ya que
las pinturas, aunque se conservan en el interior del Santuario,
no están colocadas en el lugar primitivo para el que fueron
diseñadas. Enriquetta Harris estudió la decoración de la capilla
y a ella se debe la propuesta sobre cómo debían estar situados
los cuatro cuadros del Greco en la misma
5. La anunciación
Es una simplificación de la que realizó años antes para
el retablo de doña María de Aragón. Sobre un fondo
neutro coloca a las dos figuras principales de la
escena, el arcángel san Gabriel en el lado izquierdo
adaptándose a la curvatura del lienzo y la Virgen
María a la derecha sorprendida mientras oraba. Como
eje de la composición se encuentra el atril y la paloma
del Espíritu Santo que baja con toda su gloria y se
convierte en foco iluminador de la escena.
Encontramos en esta peculiar composición una
diagonal marcada por los ojos de los protagonistas y la
paloma simbólica.
6.
7. ViRGEn DE La caRiDaD
Debía ser uno de los cuadros más importantes de la
composición, donde el Greco intenta mostrarnos la Virtud de
La Caridad a través de una iconografía de raigambre medieval
sobre la Virgen de La Misericordia. En el centro de la
composición se encuentra la imponente Virgen abriendo su
manto y cobijando a un grupo de fieles ataviados con gola
castellana, siguiendo la moda de la época; siendo alguna de
estas figuras retratos de caballeros perteneciente a la nobleza
toledana del siglo XVI (entre ellos se encuentra Jorge Manuel
Theotocópuli, hijo del Greco). En este lienzo comprobamos que
El Greco utiliza la desproporción típica de su estilo final, un
tanto acusada aquí debido a que este cuadro fue diseñado para
ser visto desde abajo hacia arriba. Hoy al alcance de los ojos
del espectador, parece demasiado desproporcionado, sobre
todo el cuerpo de María con unas piernas monumentales en
primer plano concluyendo en una minúscula cabeza.
8.
9. La CoronaCión
Es una de las preferidas por el cretense. Son varias las que se
conservan pero, sin duda, ésta de Illescas es considerada como
la más bella de todas las Coronaciones que realizó el pintor. Esta
vez elige un formato oval para situar la escena que iba a estar
colocada en el techo de la bóveda, por eso también
contemplamos fuertes desproporciones en el cuerpo de los
personajes de Dios Padre, La Virgen y Dios Hijo, con grandes
piernas escorzadas en primer plano y pequeñas cabezas que
alejan y dan profundidad al cuadro. Sigue una composición
triangular con el vértice hacia abajo donde sitúa a las tres
personas de la Santísima Trinidad y a la Virgen que asciende a
los cielos acompañada o ayudada por un grupo de ángeles. Es
una escena donde la atmósfera celestial se convierte en
personaje protagonista, donde El Greco crea unas cascadas de
nubes en los laterales que conforman un trono donde se sientan
los personajes, todo salpicado por racimos de querubines y
niños ángeles que revolotean alrededor y dan movimiento a la
escena.
11. La naTiViDaD
Procede de La adoración de los pastores, que El
Greco había realizado para el retablo de doña María de
Aragón, en este caso la escena se simplifica a
un Nacimiento sin la presencia de los pastores. El
Greco pinta una escena tenebrosa sólo interrumpida
por la luz que emana de la figura del Niño Jesús. De
esta manera, el pintor intenta representar que en el
momento del alumbramiento de Jesucristo es cuando
el Mundo conoce la Luz Divina, y presenta al Niño
como foco de luz que guía a la humanidad en su
camino hacia la Verdad. En este lienzo también se
aprecian escorzos típicos del pintor, como la original
intrusión de la cabeza retorcida del buey en primer
plano bajo los pies de María, que enfatiza aún más la
idea de que estos cuadros fueron realizados para ser
vistos desde abajo.
12.
13. San IldefonSo
Dentro del Santuario de la Virgen de la Caridad de Illescas se conserva también una de las
grandes obras maestras del pintor, el lienzo de San Ildefonso. Es probable que este cuadro
no estuviera dentro del contrato de 1603, sino que fuera anterior, ya que no se hace
mención de él en los documentos. Lo que sí parece bastante claro es que este lienzo se
diseñó para estar en el lugar que hoy ocupa. La escena que aquí se representa le sirve a El
Greco para enfatizar la figura del santo, patrón de Toledo y un personaje bastante
magnificado en esta época por los artistas. Además, intenta relacionar el tema del cuadro
con el sitio donde lo va a colocar, ya que según cuenta la tradición, fue San Ildefonso el que
trae a la villa de Illescas la imagen de la Virgen de la Caridad, que él poseía en su oratorio
catedral mientras fue arzobispo de Toledo. El Greco muestra al santo de una manera
bastante novedosa, si hasta este momento la escena que más se representaba de la vida de
san Ildefonso era la de la imposición de la casulla a manos de la Virgen María, aquí El Greco
innova, presentándonos al santo dentro de una escena más íntima e intelectual: sentado en
su oratorio de la Catedral de Toledo, en actitud de escribir, quizás los tratados en defensa
de la virginidad de María que le hicieron tan famoso, y buscando la inspiración en una
imagen de la Virgen que él tenía en su oratorio y que probablemente era la Virgen de la
Caridad de Illescas. Por tanto, El Greco pone como inspiradora de los tratados de San
Ildefonso a la imagen de la Virgen de la Caridad, en la que se apoya mayormente el
discurso contrarreformista sobre la virginidad de María.
En este cuadro el pintor lleva hasta su tiempo la escena colocando al personaje en un
escenario típico del siglo XVI. Destaca la captación del terciopelo rojo de la mesa y la luz
intimista que se observa en el cuadro con la utilización de colores muy matizados para
acompañar la atmósfera.
Febrero 2014 – La Tertulia de Illescas