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El nacimiento de las sociedades industriales
1. Ficha de Historia, 2º BD.- Humanístico Prof. Fernando de los Ángeles
Ficha Nº 21: "La Revolución Industrial"
1
EL NACIMIENTO DE LAS SOCIEDADES INDUSTRIALES
Desde mediados del siglo XVIII se inició en Europa Occidental una etapa de profundas
transformaciones que dieron nacimiento a las sociedades industriales. El proceso, que recibe
genéricamente el nombre de "revolución industrial", comenzó en Gran Bretaña y desde allí fue
difundiéndose primero hacia Europa continental y Estados Unidos, y más tarde hacia otros países y
regiones.
En contraste con el mundo preindustrial, (donde) la principal actividad económica era la agricultura,
en la sociedad industrial el peso del sector primario fue reduciéndose al tiempo que se incrementó el de
la industria y los servicios. Mientras que en la sociedad preindustrial la gran mayoría de la población vivía
en el campo, (...), la sociedad industrial se caracteriza por un alto grado de urbanización y por el
incremento significativo del número de grandes ciudades, que eran muy pocas antes del siglo XIX.
(Otra) diferencia entre el mundo preindustrial y el industrial radica en el ritmo de la innovación
tecnológica, que se aceleró notablemente desde el siglo XVIII. La velocidad del cambio técnico permitió
fuertes incrementos en la producción y la productividad, aumentando sensiblemente la oferta de energía
y de bienes y servicios. Gracias a las transformaciones de la agricultura creció la disponibilidad de
alimentos, y de los nuevos métodos de producción industrial incrementaron la oferta de bienes
manufacturados en proporciones desconocidas hasta entonces. En el sector manufacturero los
incrementos de la producción y de la productividad fueron mucho mayor que en la agricultura. (...)
Junto con la industrialización no sólo creció la producción sino también la población, (...) se
multiplicó por cinco entre 1760 y 1960. Se redujo notablemente la mortalidadinfantil y creció la esperanza
de vida. (...).
A la par de los cambios económicos y demográficos, (...), tuvieron lugar profundas transformaciones
sociales, políticas y culturales. Con la sociedad industrial, nacieron nuevas formas de organización del
trabajo, nuevas clases sociales, nuevas formas de organización de la familia, nuevas formas de actividad
política. (...). Con la aparición de la imprenta a vapor y de otras innovaciones en la industria editorial
comenzó la producción de impresos en gran escala y la circulación de libros y periódicos entre sectores
cada vez más amplios de la sociedad, que al mismo tiempo vieron ampliadas las posibilidades de acceder
a la educación.
La contraposición entre la sociedad preindustrial y sociedad industrial es muy clara en la medida en
que comparemos el mundo resultante tras dos siglos de industrialización con el mundo anterior al siglo
XVIII. (...).
Lo que también resulta evidente es que (la) ruptura no fue repentina sino que tuvo lugar a lo largo
de un proceso que abarcó muchos decenios en los que convivieron elementos del pasado con los del
nuevo presente. Y la ruptura no fue total, en la medida que existen elementos de continuidad entre ambas
sociedades, menos en el ámbito de la economía que en el de las relaciones sociales o el de la cultura.1
1
Aróstegui, Buchrucker, Saborido (2001): “El nacimiento de las sociedades industriales”, en El Mundo
Contemporánea. Historia y problemas., Ed. Biblos, Barcelona, pp. 67-68
2. 2
EL SIGNIFICADO DE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
¿Qué significa la frase "estalló la Revolución Industrial"? Significa que un día entre 1780 y 1790, y
por primera vez en la historia humana, se liberó de sus cadenas al poder productivo de las sociedades
humanas, que desde entonces se hicieron capaces de una constante, rápida y hasta el presente ilimitada
multiplicación de hombres, bienes y servicios.2
No existe una única definición de la "Revolución Industrial", y se ha llegado incluso a discutir la
pertinencia del uso de este concepto. Las distintas definiciones propuestas por los historiadores
económicos revelan la pluralidad de significados.
David Landes atribuye a la expresión "Revolución Industrial" tres sentidos diferentes:
A) "... en minúsculas, suele referirse al complejo de innovaciones tecnológicas que, al sustituir la
habilidad humana por maquinaria, y la fuerza humana y animal por energía mecánica, provoca el paso
2
Hobsbawm, E. (1997): Trilogía de Hobsbawm "La Era de las Revoluciones, 1789-1848", La
Revolución Industrial en Historia del Mundo Contemporáneo. Ed. Crítica, Barcelona. p. 36
3. 3
desde la producción artesanal a la fabril, dando así lugar a la economía moderna."
B) "El significado del término es a veces otro. Se utiliza para referirse a cualquier proceso de cambio
tecnológico rápido e importante. (...) En este sentido, se habla de una "segunda" o una "tercera"
revolución industrial, entendidas como secuencias de innovación industrial históricamente
determinadas."
C) "El mismo término, con mayúsculas, tiene otro significado distinto. Se refiere a la primera
circunstancia histórica de cambio desde una economía agraria y artesanal a otra dominada por la industria
y la manufactura mecanizada. La Revolución Industrial se inició en Inglaterra en el siglo XVIII y se expandió
desde allí, y en forma desigual, por los países de Europa continental y por algunas otras pocas áreas..."
(...) Los dos criterios centrales para definir la revolución industrial son la aceleración del crecimiento de la
economía en su conjunto y la verificación de cambios estructurales dentro de ella. (...) tal crecimiento
debe darse en el largo plazo y debe responder no a un incremento de los factores de producción sino a
un incremento de la productividad que se traduzca en el aumento del producto per cápita. Los cambios
estructurales que acompañan este crecimiento incluyen, (...), la innovación tecnológica y organizativa, la
modernización institucional, el desarrollo de un sistema de transportes y la movilización de la fuerza de
trabajo. Este proceso genera a su vez modificaciones en la estructura de la economía, en particular la
reducción de la participación sectorial de la agricultura en el empleo y en el total de la producción.
(...)
(...) la revolución industrial consiste en un proceso de cambio estructural en el que se combinan: a) el
crecimiento económico, b) la innovación tecnológica y organizativa, y c) profundas trasformaciones en la
economía y en la sociedad.3
LA "PRIMERA "REVOLUCIÓN INDUSTRIAL": EL NACIMIENTO DE LA INDUSTRIA
Según E. Hobsbawm “la revolución industrial fue probablemente el acontecimiento más importante
de la Historia del mundo, y en todo caso desde la invención de la agricultura y las ciudades. Y lo inicio
Inglaterra. Lo cual evidentemente no fue fortuito”4
. A continuación veremos que Inglaterra presentó
ciertas características, condiciones que como bien destaca el autor llevaron al desarrollo de esta
Revolución, la misma no sucedió allí por casualidad, aspectos q intentaremos explicar.
Según Eric Hobsbawm el adelanto británico no se debió a una superioridad científica y técnica, ya
que en las ciencias naturales por ejemplo los franceses superaban a los ingleses, la Revolución francesa
acentuará esta ventaja, principalmente en matemáticas y física, los franceses realizaban inventos más
originales, como por ejemplo el telar, pero “Por fortuna, eran necesarios pocos refinamientos intelectuales
para hacer la revolución industrial. Sus inventos técnicos fueron sumamente modestos y en ningún sentido
superaron a los experimentos de los artesanos inteligentes en sus tareas, o las capacidades constructivas
de los carpinteros, constructores de molinos y cerrajeros.”5
Entre los factores que contribuirán al desarrollo d la revolución podemos destacar el acelerado
crecimiento demográfico, desde 1740 se produce un cambio en el ritmo de crecimiento de la población. Si
3
Aróstegui- Buchrucker- Saborino, Ob. Cit. p. 69
4
Hobsbawm, Ob. Cit. p.61
5
Hobsbawm, Ob. Cit. p.62
4. 4
en el año 1700 Inglaterra tenía menos de seis millones de habitantes, en 1800 su número pasa a casi
nueve millones.
Según Ashton el crecimiento de la población no puede decirse que fuese el resultado de un marcado
cambio en el coeficiente de natalidad, ya que el mismo entre 1740- 1830 varió muy poco. Tampoco puede
ser atribuido a una afluencia desde otros países; fue en realidad un descenso de la mortalidad lo que hizo
que creciera la población.
Diversos factores se conjugan para que ello suceda, se introduce el cultivo del tubérculo, lo cual
permite que se pueda alimentar un mayor número de ganados y así surtir de carne fresca al país. Creció
el consumo de legumbres, lo cual aumento la resistencia contra enfermedades. Por otra parte crecieron
los niveles de limpieza personal, motivados por el uso del jabón y de ropa interior de algodón, esto último
disminuía los peligros de infección; los conocimientos en medicina y cirugía se desarrollaron (aunque los
historiadores de la medicina han mostrado la banalidad de esta explicación, ya que por ejemplo la vacuna
contra la viruela, enfermedad q causó multitud de muertes medievales solo se generaliza avanzado el
siglo XIX); y a todo esto sumarle que las grandes ciudades vieron sus calles pavimentadas dotadas de
alcantarillados y de agua corriente.
En otros momentos este aumento de la población hubiese desembocado en una crisis generada
por el aumento de los precios de los alimentos que respondería a una alta demanda de productos y una
incapacidad del mercado para producir los alimentos necesarios a la población en aumento. Sin embargo
esto no sucede en la Inglaterra de fines del siglo XVIII debido a que se produce un aumento en la
productividad de la agricultura. ¿A qué se debe este aumento? A las mejoras en las técnicas de cultivo.
Según Eric Hobsbawm la Europa de 1700 tenía una agricultura tan ineficaz, que unas mejoras
insignificantes podían producir resultados desmedidos.
Entre los cambios que llevan a este crecimiento agrícola podemos citar: - la sustitución del barbecho
por los cultivos rotativos: la práctica de hacer descansar la tierra es suprimida por cultivos rotativos y
complementarios que no agotan la riqueza mineral del suelo. – Se comienza a hacer un cuidado más
racional de la ganadería, sobre todo de los animales de carga, lo que permitió un incremento de la
producción ganadera. – La incorporación de nuevas plantas tales como patatas, maíz, tabaco elevaron la
dieta alimenticia, y a su vez permitían la siembra en terrenos arenosos que antes eran inutilizados.- se
comenzaron a utilizar abonos naturales de origen animal que reconstruían la riqueza nutritiva del suelo.
La superficie arable cultivada aumentó notoriamente, viejas y ásperas tierras (baldías) se
volvieron arables; aquellas tierras que antes estaban fuera del sistema de actividad económica fueron
introducidas al círculo productivo.
En el caso de Inglaterra, no solo hay modificaciones en la técnica agrícola, sino también en el
sistema de propiedad de la tierra. Es significativo aquí el paso del sistema de campo abierto al sistema de
campo cerrado. El sistema de campos abiertos, de origen medieval, dominaron hasta principios del siglo
XVIII. En este, los cultivos se llevaban a cabo en franjas alternadas, quedando tierras incultas donde los
campesinos podían llevar a pastar a su ganado, podían ir a recolectar leña o cazar. Este sistema admite a
pequeños propietarios, así como a campesinos sin tierras.
En la segunda mitad del siglo XVIII se multiplican en Inglaterra los cercamientos de las tierras
comunales, como consecuencia de las leyes de cercamiento de los campos que si bien comienzan en el
siglo XVI se hacen fuertes en el XVIII (se calcula que hacia 1820 solo un 3% de la tierra arable estuvo sin
cercar). Según Ashton “muchos entre los primeros cercamientos fueron realizados por hombres que habían
5. 5
hecho su fortuna en el comercio o en la burocracia, y buscaban el prestigio que, en Inglaterra, siempre
ha acompañado a la posesión del suelo”.6
Como consecuencia de esta política una gran cantidad de pequeños propietarios se ven obligados
a vender sus tierras, compradas por grandes propietarios en su mayoría. A su vez los campesinos que
ocupaban las tierras comunales se ven muy perjudicados, así como el resto de los campesinos modestos
que ya no pueden hacer usufructo de las mismas.
Los campesinos expulsados de sus tierras se convierten en jornaleros o arrendatarios a corto plazo.
Si bien con esta política la producción aumenta al aumentar la cantidad de tierra cultivada, también
aumenta la desigualdad social y de redistribución de las riquezas consiguientemente. Según Ashton “hubo
un clase humilde que poca o ninguna consideración de sus derechos obtuvieron”7
. La aldea cercada no
tenía cabida para tales individuos, su presencia era un obstáculo para el pleno uso del suelo.
Es así que la mano de obra necesaria para la industrialización, así como el alimento que necesita la
misma no son factores que estén ausentes en la Inglaterra de los siglos XVII y XVIII.
Otro hecho relevante es que a lo largo del siglo XVIII se conforma en Gran Bretaña un mercado
interno que también se ve favorecido por el aumento de la población; la inexistencia de barreras
aduaneras internas y de cargas feudales y la mejora en el sistema de comunicaciones y transporte.
Pero Inglaterra no solo tiene un mercado de consumo importante en su interior, sino que desarrolla
un mercado externo muy amplio, ya sea por los intercambios con sus posesiones coloniales como por los
tratados realizados con las otras regiones europeas y sus colonias.
Hasta entonces el trasporte por tierra era en relación al marítimo, costoso y más lento. El comercio
entre territorios unidos por mar era mucho más frecuente y ágil que con regiones cercanas por tierra.
Para que estos intercambios comerciales pudiesen ser llevados a cabo, Inglaterra se sirve de su
flota; es la máxima potencia marítima mundial en el siglo XVIII.
Los barcos ingleses compraban en todos los sitios y vendían en muchos más. La economía inglesa
absorbió progresivamente parte de los productos que pasaban por sus puertos.
El negocio de adquirir productos extranjeros y venderlos a clientes extranjeros contribuyó a
convertir a Londres en el centro financiero del mundo y permitió disponer de una estructura comercial
importante para luego invadir las colonias con productos industriales británicos.
En relación a lo anterior Hill se pregunta “de dónde salió el capital para la Revolución industria?
Sumas espectaculares afluyeron a Inglaterra desde ultramar: de la trata de esclavos y especialmente del
saqueo organizado de la India (…) Pero no siempre es fácil constatar una relación tan directa. No hay
muchas pruebas de que el producto del saqueo de la India fuese a parar directamente a la
industria”8
. Según el autor es probable que en las primeras fases del desarrollo industrial se deba dar
mayor importancia a los ahorros familiares y de grupos de pequeños productores que reinvertían sus
beneficios en la industria o la agricultura.
Ashton también destaca que el incremento del capital se debió a las condiciones sociales y políticas
que lo permitieron “al mismo tiempo que tenía lugar un rápido incremento del capital aumentaba el
número de personas con ingresos más que suficientes para llenar sus necesidades primarias y lo propio
6
ASTHON,T.S “La Revolución Industrial”, Ed: Fondo de cultura económica. México, 1970 p.32
7
ASHTON,T.S Op cit p. 34
8
HILL, C “De la Reforma a la Revolución industrial”, Ed: Ariel. 1991. p. 278
6. 6
sucedía con el poder de ahorro. Condiciones políticas y sociales estables, que sucedieron al
acomodamiento de 1688, animaron a los hombres de entonces a mirar hacia más distantes horizontes”9
.
Por otra parte en el transcurso del siglo XVIII se crean los bancos, estos tuvieron un rápido
desarrollo. En forma progresiva el mercado para capitales aumento, ayudado por la existencia de estos
banqueros locales.
Por otra parte, entre las muchas cosas que contribuyeron a la Revolución industrial inglesa, según
Hill no es menos importante la tradición de una hábil artesanía, especialmente en la fabricación de relojes,
“Así, pues había una sólida base de habilidad e ingenio técnicos para los progresos de la Revolución
Industrial. Francia, cuyo nivel económico es en tantos aspectos comparable al de Inglaterra hasta
mediados del siglo XVIII, carecía justamente de esta base formada por artesanos libres, hábiles y
educados: carpinteros, cerrajeros, constructores de molinos, relojeros, constructores de instrumentos.”10
LA INDUSTRIA FABRIL
Características principales:
· Mecanización de la producción. El uso de la máquina reemplaza en gran medida la habilidad
humana.
· Uso de energía inanimada (puede ser hidráulica, eólica, y sobre todo de vapor).
· Presencia de trabajadores asalariados, sometidos a un régimen de estricta disciplina.
“…el rasgo dominante de la industria moderna fue la difusión de las máquinas accionadas por
energía inanimada (…) que obligaron a sustituir las formas tradicionales de organización del trabajo y
dieron nacimiento al sistema de fábrica, ya que el tamaño y el costo de las maquinarias hacían imposible
que fueran propiedad de los trabajadores y utilizadas por ellos en sus hogares.”11
Una de las principales innovaciones en lo referido a la industria fue el descubrimiento de la máquina
a vapor, patentada por James Watt en 1769. Esta permitía transformar la energía térmica en energía
cinética, utilizando el coque (derivado del carbón de piedra) como principal y abundante fuente de
energía. En el siglo XIX la máquina de vapor es perfeccionada y a partir de 1820 es aplicada a los medios
de transporte (ferrocarriles y barcos a vapor), lo que traerá un gran cambio en las comunicaciones.
Estos adelantos no se difundieron rápidamente, sino que lo hicieron mediante un proceso gradual,
dependiendo de la disponibilidad de estos derivados del carbón de piedra. El uso de fuentes de energía
inanimada tiene como principal consecuencia el aumento de la productividad, a la vez que modifica el
modo en que se organizaba el trabajo. Con la fábrica surgen ciertos cambios:
Una intensificación de la actividad laboral, con horarios estrictos para los obreros y una actividad
constante.
El trabajo humano es el que debe adaptarse a las máquinas y no viceversa.
Surge un constante y rígido control hacia el trabajador, con horas fijas para cada uno, con tareas
específicas y puestos delimitados.
9
ASHTON, Ob. Cit. p. 15
10
HILL,C. Ob. Cit., p. 284
11
Aróstegui, Ob. Cit. p. 73.
7. 7
La jornada laboral es muy extensa, sobrepasando en la mayoría de los casos las 14 horas diarias.
Los castigos propiciados hacia los trabajadores eran muy duros (entre ellos se encontraban el
despido y las multas).
La división del trabajo se hace cada vez más intensa.
La contratación de personal no calificado aumenta, personal que se especializa en actividades
rutinarias.
De la mano con lo anterior muchas tareas no solo no necesitan calificación, sino que tampoco
precisan fuerza bruta, con lo que aumenta el trabajo de mujeres y niños, quienes son
remunerados con un salario menor que los hombres y son más fácilmente sometidos a la
disciplina.
Sin embargo los trabajadores de oficio siguen teniendo un papel significativo, al menos hasta fines
del siglo XIX.
¿POR QUÉ LA PRIMERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL SURGE EN INGLATERRA?
La revolución industrial surge en una Inglaterra que tiene condiciones altamente favorables para el
desarrollo de la industria, y que está experimentando un proceso de expansión secular.
El incremento en la población británica se hace notable a partir de fines de siglo XVII. Si en el año
1700 tenía menos de seis millones de habitantes, en 1800 su número pasa a casi nueve millones. Esto se
debe al aumento de la fecundidad y al descenso de la mortalidad. En otros momentos este aumento de
la población hubiese desembocado en una crisis generada por el aumento de los precios de los alimentos
que respondería a una alta demanda de productos y una incapacidad del mercado para producir los
alimentos necesarios a la población en aumento. Sin embargo esto no sucede en la Inglaterra de fines del
siglo XVIII debido a que se produce un aumento en la productividad de la agricultura. ¿A qué se debe este
aumento? A las mejoras en las técnicas de cultivo durante los siglos XVII y XVIII: los nuevos cultivos, la
alimentación de la ganadería en establos y la supresión del barbecho son los tres factores claves en el
mencionado aumento de productividad. (Ver Aróstegui, página 76).
El crecimiento de la población permite que parte de esta pudiese trabajar en actividades no
agrícolas, con lo que aumenta la oferta de mano de obra a ser empleada en la industria y los servicios.
A su vez, en el caso de Inglaterra, no solo hay modificaciones en la técnica agrícola, sino también
en el sistema de propiedad de la tierra. Es significativo aquí el paso del sistema de campo abierto al
sistema de campo cerrado. El sistema de campos abiertos, de origen medieval, dominaron hasta principios
del siglo XVIII. En este los cultivos se llevaban a cabo en franjas alternadas, quedando tierras incultas
donde los campesinos podían llevar a pastar a su ganado, podían ir a recolectar leña o cazar. Este sistema
admite a pequeños propietarios, así como a campesinos sin tierras.
En la segunda mitad del siglo XVIII se multiplican en Inglaterra los cercamientos de las tierras
comunales, como consecuencia de las leyes de cercamiento de los campos que si bien comienzan en el
siglo XVI se hacen fuertes en el XVIII. Como consecuencia de esta política una gran cantidad de pequeños
propietarios se ven obligados a vender sus tierras, compradas por grandes propietarios en su mayoría. A
su vez los campesinos sin tierras que ocupaban las tierras comunales se ven muy perjudicados, así como
el resto de los campesinos modestos que ya no pueden hacer usufructo de las mismas.
8. 8
Los campesinos expulsados de sus tierras se convierten en jornaleros o arrendatarios a corto plazo.
Si bien con esta política la producción aumenta al aumentar la cantidad de tierra cultivada, también
aumenta la desigualdad social y de redistribución de las riquezas consiguientemente.
Es así que la mano de obra necesaria para la industrialización, así como el alimento que necesita la
misma no son factores que estén ausentes en la Inglaterra de los siglos XVII y XVIII.
Otro hecho relevante es que a lo largo del siglo XVIII se conforma en Gran Bretaña un mercado
interno que también se ve favorecido por el aumento de la población; la inexistencia de barreras
aduaneras internas y de cargas feudales y la mejora en el sistema de comunicaciones y transporte.
Pero Inglaterra no solo tiene un mercado de consumo importante en su interior, sino que desarrolla
un mercado externo muy amplio, ya sea por los intercambios con sus posesiones coloniales como por los
tratados realizados con las otras regiones europeas y sus colonias (y también por el comercio realizado
por la vía ilegal). Para que estos intercambios comerciales pudiesen ser llevados a cabo se sirve de su flota,
no olvidemos que Inglaterra es la máxima potencia marítima mundial en el siglo XVIII.
Es así que tanto el crecimiento en el mercado interno como en el externo favorecen el desarrollo
industrial en tanto los productos manufacturados consiguen un mercado de consumo de estos productos.
Las características de la sociedad británica del siglo XVIII también favorece el proceso de
industrialización, en tanto no es tan rígida como sí lo son las sociedades del resto del continente. No era
extraño que los hijos segundones de las familias nobles se dedicaran a actividades mercantiles, así como
los nobles propietarios de tierras no son reticentes ante los cambios tecnológicos en lo referente a la
producción agrícola ni a invertir en negocios diversos. Es así que no hay un rechazo hacia el fomento del
comercio y la búsqueda de ganancias, como sí lo había en otras regiones de Europa (principalmente
aquellas que profesan el catolicismo como religión principal). A su vez, dentro y fuera de la nobleza, la
mayor movilidad social favorece el movimiento de personas hacia nuevas actividades.
Por otro lado, la distribución de la renta era más equitativa que en el resto del continente, lo que
favorece al consumo masivo (no pensemos que la renta estaba distribuida equitativamente, pero sí más
equitativamente que en el resto del continente).
BILIOGRAFÍA:
Aróstegui, Buchrucker, Saborido (2001): “El nacimiento de las sociedades industriales”, en El
Mundo Contemporánea. Historia y problemas., Ed. Biblos, Barcelona
ASTHON, T. S “La Revolución Industrial”, Ed: Fondo de cultura económica.México.1970.
HILL, C “De la Reforma a la Revolución industrial”, Ed: Ariel. 1991.
Hobsbawm, E. (1997): Trilogía de Hobsbawm "La Era de las Revoluciones, 1789-1848", La
Revolución Industrial en Historia del Mundo Contemporáneo. Ed. Crítica, Barcelona.
HOBSBAWM, E “En torno a los orígenes de la revolución industrial”, Madrid, Siglo XXI.1983.