El documento habla sobre la importancia de enseñar a los niños de 2-3 años a escribir su nombre. Menciona que este es un gran esfuerzo que conlleva problemas de orden y orientación, pero que es una buena aproximación inicial. Recomienda seguir practicando la escritura de letras, palabras y textos sencillos a través de actividades como dibujar palitos, montañas y curvas.