El documento discute los desafíos planteados por las tecnologías de la información y la comunicación, incluyendo el acceso a la información para todos y el futuro de la libertad de expresión. Argumenta que la libertad de expresión es fundamental para las sociedades del conocimiento, pero que también deben protegerse a los públicos vulnerables de contenidos dañinos. Finalmente, sostiene que salvaguardar la libertad de expresión promueve el desarrollo humano al permitir un mayor acceso e intercambio de información.