La libertad de expresión es fundamental para las sociedades del conocimiento al garantizar el acceso a información diversificada que puede convertirse en conocimiento y permitir sociedades auténticas del conocimiento. Surge en la era de las luces con el liberalismo político y la lucha por la tolerancia, libertad de prensa y contra la arbitrariedad. Sin embargo, debe usarse con responsabilidad para no afectar a los más vulnerables ni cumplir su objetivo.