El documento discute el papel de los medios de comunicación y la educación. Señala que los medios ahora deciden los gustos del público y promueven más el entretenimiento que la educación. También crean una brecha entre los "infopobres" y los "inforicos". Argumenta que los medios deben ser aliados de la educación y usar su influencia para enseñar un pensamiento crítico en lugar de solo entretener.